Protestan ediles de la Mixteca

Acusan olvido oficial. Denuncian autoridades municipales que no hay censo tras sismo por negligencias de Sedatu y CEPCO.
En 300 mil mdp estimaron las calificadoras la reconstrucción
Armando GuerraOaxaca de Juárez, Oax.- De acuerdo a datos del Banco Mundial y calificadoras como Moodys, el costo de reconstrucción equivalente para los estados devastados por los sismos del pasado mes de septiembre, a 3% del PIB.
Esto implicaría que reconstruir, por las consecuencias de los sismos de septiembre de 2017, tendría un costo fiscal de alrededor de 300 mil millones de pesos. Tomando como referencia el PIB proyectado, por la misma Secretaria de Hacienda y Crédito Público, en los Criterios Generales de Política Económica, para 2018,
En medio del análisis y discusión del paquete fiscal 2018, y la definición de un fondo de reconstrucción para los estados siniestrados por los sismos, entre ellos, Puebla, la Ciudad de México, Morelos, Chiapas y Oaxaca, el Secretario de la Comisión de Presupuesto y Programación de la LXIII Legislatura, Sergio López Sánchez, recordó que el rescate de la banca vía el FOBAPROA representó para el Gobierno Federal un costo fiscal de más de 100 mil millones de pesos.
Sin embargo, en base a datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, la banca privada en México, durante el ejercicio fiscal de 2016, ganó 117 mil millones de pesos, por tanto, sería también una opción que el 10% de esas ganancias se destinen a los damnificados, vía créditos blandos, para que los afectados de los sismos puedan reconstruir o comprar otras casas.
La Secretaria de Hacienda, como reguladora del sistema, bien podría coordinar estos apoyos y adicionalmente, apoyada y respaldada por el SAT.
Mientras se definen las partidas de dónde se obtendrán los recursos, dijo que lo importantes saber cuál será el costo fiscal de la reconstrucción del país y quien lo pagará.
Y es que dijo que sólo discuten a partir de quien pone lo menos posible, al menor costo posible.
Refirió que como referente, el sismo de 1985, de acuerdo a datos del Banco Mundial y algunas calificadoras como Moodys, resulto en un costo de reconstrucción equivalente a 3% del PIB, es decir tendría un costo fiscal de alrededor de 300 mil millones de pesos.
Por ello, señaló que es de risa, “a menos que sea cinismo o burla, que los partidos y funcionarios públicos hablen de solidaridad con los afectados argumentando básicamente: recortes en el gasto de campañas, eliminación de los gastos, eliminación de plurinominales, de austeridad en la administración pública, disminución de gasto corriente, disminución de sueldos, ahorros, entre otros esquemas.
Al hablar de la reconstrucción de alrededor del 30% del país, advirtió que el costo fiscal será muy alto.
No obstante, destacó que los Remanentes de Operación del Banco de México de 2016, por 321 mil 653 millones de pesos; en el 2017 habrá ingresos tributarios crecientes, se estima lleguen a 4.8 billones y para 2018 llegarán a 5.2 billones de pesos
López Sánchez, destacó que habrá un superávit fiscal primario en 2017 equivalente a 78 mil millones de pesos y se esperaba llegar a 2018 con un superávit de 197 mil millones de pesos; el Fonden, tiene un monto acumulado en 2017 de 9 mil millones de pesos; mientras que la propuesta de Fonden 2018, en el proyecto de presupuesto, es de 6 mil 644 millones de pesos, que por la circunstancia, bien podría llegar al triple (18 mil millones de pesos).
En tanto, el presupuesto de Fonaden de la Ciudad de México del 2018, llegue al menos al triple (27 mil millones de pesos), así mismo, la posibilidad de utilizar un bono catastrófico del Banco Mundial, por 6 mil millones de pesos.
El Fondo de Capitalidad, en el proyecto de presupuesto 2018, por 1 mil 250 millones, que podría llegar al triple (3 mil 750 millones de pesos), indicó.
Lo mismo, destacó que existen donaciones nacionales y extranjeras, así como los fondos de desastres de los Estados, los cuales están obligados a constituirlos por la ley de disciplina financiera
Bajo esa perspectiva, dijo que se deberá reestructurar todo el gasto público para 2018, usar los remanentes, los ingresos fiscales tributarios y no tributarios y los Fondos de desastres y todo tipo de financiamiento posible, como el bono catastrófico y hasta considerar la emisión de deuda para dar cobertura y respuesta inmediata a la población y a todas regiones y estados afectados.
Y en caso de tomarse la decisión de emitir deuda, dijo que caso de ser necesario, por 200 mil millones de pesos, se acumularía un poco más, sin embargo, habría un país reconstruido y un PIB mucho más dinámico y creciente, siempre y cuando el destino de los recursos llegue a donde tiene que llegar, sobre todo la inversión.
López Sánchez, criticó que antes del sismo, la Secretaria de Hacienda, proponía un presupuesto inercial y con un recorte presupuestal en el proyecto de presupuesto de 2018 equivalente a 43 mil millones de pesos, por ello, el Congreso debe reestructurar y re direccionar el presupuesto y obligar a la Secretaria de Hacienda a gestionar un presupuesto contra-cíclico y una política fiscal mucho más activa, con un esfuerzo tributario mayor, en donde todos contribuyan, pero mucho más los que tienen más.
López Sánchez, dijo que urgen mayores ingresos tributarios al país, más impuestos al mercado de valores, a la repatriación de capitales, a las herencias, a la renta, a los que contaminen y al patrimonio entre otros.
“México debe tener ingresos tributarios mayores al 13% del PIB, como los tenemos actualmente, debe incrementar la presión fiscal para llegar al 18 o 20% del PIB, y debe incrementar el gasto hasta donde las necesidades de la población afectada estén cubiertas y las necesidades de crecimiento económico lo requiera”, planteó.
Así, de cara la discusión y análisis del presupuesto de egresos de la federación y a la integración de un fondo de reconstrucción, dijo que urge una política económica que de resultados, donde el presupuesto, llegue realmente a solucionar los problemas de la gente que hoy ésta sumergida en la crisis financiera y sin el patrimonio que perdió por la devastación que dejó los fenómenos naturales en cinco estados, entre ellos, Oaxaca.
ASF VS Exfuncionarios de Gabino Cué, por 800 mdp.
Los desvíos son de los ejercicios 2012, 2013 y 2014. La Auditoría Superior de la Federación confirma la presentación de denuncias penales en contra de exfuncionarios de Gabino Cué Monteagudo por el presunto desvío de recursos públicos y la comprobación de diversos presupuestos ejercidos. Indica que los imputados ya han sido notificados de los procedimientos en su contra toda vez que han culminado las fiscalizaciones respectivas.
Declaran emergencia en 19 municipios por lluvias
* 15 municipios de la Mixteca y 4 de Valles Centrales que fueron afectados por las lluvias severas del 22 al 25 de septiembre, podrá acceder a los recursos del Fonden.
Oaxaca, Oax.- El gobierno del estado a través de la Coordinación Estatal de Protección Civil de Oaxaca (CEPCO), informó que la Secretaría de Gobernación (Segob), emitió la Declaratoria de Emergencia para 19 municipios de Oaxaca por lluvia severa e inundación fluvial registradas durante el mes de septiembre.
De esta manera, 15 municipios de la Mixteca fueron afectados por la ocurrencia de lluvia severa del pasado 22 de septiembre. En tanto, cuatro municipios de los Valles Centrales resultaron también afectados por la inundación fluvial del 22 al 25 de septiembre.
En este contexto, los municipios con Declaratoria de Emergencia son:
Región Mixteca: Magdalena Jaltepec, Magdalena Yodocono de Porfirio Díaz, San Andrés Sinaxtla, San Francisco Jaltepetongo, San Francisco Nuxaño, San Juan Diuxi, San Juan Sayultepec, San Juan Yucuita, San Pedro Tidaá, Santa María Chachoapam, Santiago Nejapilla, Santiago Tillo, Santiago Tilantongo, Santo Domingo Tlatayapam y Santo Domingo Yanhuitlán.
Región Valles Centrales: San Francisco Telixtlahuaca, San Lorenzo Cacaotepec, San Pablo Huitzo y Santa Inés Yatzeche.
Con esta Declaratoria de Emergencia, Oaxaca podrá acceder a los recursos del Fondo para la Atención de Emergencias (Fonden) de la Secretaría de Gobernación.
Consulta a la base para elegir candidatos: DI
LIC. ENRIQUE OCHOA REZA
PRESIDENTE DEL C.P.N. DEL PRI
DISTINGUIDOS CONSEJEROS
POLÍTICOS NACIONALES AL
PRIISMO NACIONAL
Ante las recientes calamidades que ha sufrido el país, qué triste espectáculo han ofrecido los partidos políticos, con la andanada de ocurrencias sobre qué hacer con los recursos públicos de que disponen, para tratar de ganar simpatías ante una ciudadanía lastimada por la naturaleza, a la que lo único que le queda claro es que ninguno ha ofrecido nada que le pertenezca y peor aún, en el caso de nuestra dirigencia, interpreta como demagógicas y retrógradas pues inevitablemente nos llevarían de regreso a tiempos y circunstancias ya superadas en la difícil construcción de nuestra democracia.
Hasta hoy no hemos escuchado a ningún líder de partido decir que van a donar algo de los recursos que les entregan sus militantes a través de las cuotas partidistas, por ejemplo. Sólo el financiamiento público. Tampoco los vimos recogiendo escombros, rescatando víctimas o repartiendo alimentos. Nada. Sólo la búsqueda de votos a cambio de la mejor ocurrencia.
Por cierto, hemos visto a muchos de los funcionarios del gobierno federal en plena campaña difundiendo por todos los medios lo que han realizado con los recursos de sus dependencias, repartiendo agua, programas de empleo temporal, despensas, tiendas de campaña, entre otras acciones; difundiendo su imagen personal en redes sociales, cuando en realidad deberían invariablemente señalar que sólo cumplen con la obligación que sus encargos y las instrucciones del presidente les confieren y que entregan lo adquirido con el dinero de los mexicanos, de la misma manera que cobran puntualmente sus quincenas por trabajar en el Gobierno. Ya es momento de que el presidente considere el que estos funcionarios regresen a sus oficinas para evitar que abonen al desprestigio de la clase política con los evidentes abusos en su actuar.
El mexicano es un pueblo inteligente. ¿Cómo es posible que el PRI proponga en forma por demás chapucera y tonta eliminar el financiamiento público, olvidando su origen, que tiene que ver con impedir que los recursos de los partidos provengan de fuentes oscuras incluso ligadas a la delincuencia? En la coyuntura se debe limitar el presupuesto de los partidos al mínimo indispensable, pero también el destinado al costosísimo aparato electoral y, desde luego, reforzar las medidas de austeridad de los gobiernos para constituir un gran fondo para la reconstrucción pero también para el desarrollo de nuevas investigaciones que permitan mejores y más oportunos sistemas de alertas y el diseño de mejores reglamentos de construcción que consideren la sismicidad de cada región del país para el diseño de estructuras y las limitaciones que éstas deben tener de acuerdo con las características del subsuelo.
El gobierno de la república puede conseguir que las amargas experiencias de 2017 marquen un antes y un después en materia de seguridad y protección civil. No podemos conformarnos con reconstruir y esperar a que vuelva a producirse un nuevo terremoto. Hay que pensar, ya, en destinar recursos públicos a estos aspectos.
Por otra parte, el licenciado Enrique Ochoa Reza, propone desaparecer los cargos de representación proporcional, desconociendo de nueva cuenta el origen de la figura que tiene que ver con el ser un país incluyente y permitirle la voz a las minorías en los órganos legislativos, además de incentivar el voto.
Democracia Interna reitera su propuesta de disminuir el número de cargos plurinominales, pero no podemos pedir su desaparición. Esto equivale a retroceder 40 años en nuestra historia. En su soberbia, la cúpula del Partido que no pudo contener a la militancia que logró, en la Asamblea Nacional, establecer en los Estatutos la prohibición a brincar de un cargo plurinominal a otro, ¡ahora promueve su desaparición! ¡Que desvergüenza!; “si no son para la cúpula, que no sean para nadie”, pareciera ser el mensaje a la militancia.
Hay que discutir la magnitud de la disminución de los órganos legislativos, pero no perder lo ganado. En el caso de los diputados, una mejor propuesta sería dejar 200 distritos de mayoría y 100 espacios para diputados plurinominales y dejar 64 senadores, 32 de mayoría y 32 de representación proporcional.
¿Por qué no discutir incluso el llamado Modelo Uruguayo para la elección de los legisladores, para que cada partido político obtenga tantas curules como sea el porcentaje de votos que reciba, construyendo las listas de candidatos a partir de procesos internos en el que el lugar de cada uno corresponda a los votos que obtenga en la consulta interna?
Es tiempo de que Ochoa Reza asuma una posición seria, sensata, propositiva y no, como hasta ahora, reactiva. No nos queda mucho tiempo para presentarnos como un partido con ideas propias, que contribuyan de manera efectiva a superar los desastres naturales, pero que al mismo tiempo abran la discusión a los problemas de fondo: la corrupción de constructores y autoridades, la ausencia de protocolos para la atención oportuna de las emergencias, la falta de reglamentos que limiten el tipo y dimensión de las edificaciones de acuerdo con los planes de desarrollo urbano pero también con la naturaleza del subsuelo y que modifique los criterios de diseño estructural para evitar más desgracias.
Ya ha pasado un mes del sismo del 7 de septiembre y los tiempos electorales siguen su marcha, pero en el PRI seguimos perdiendo el tiempo (o ganándolo, como lo ve la cúpula) en la guerra de las ocurrencias y en los pleitos a todas luces personales entre Enrique Ochoa y los dirigentes del PAN y el de Morena, mostrando cada vez un mayor desprecio por la militancia.
En la Asamblea Nacional, los que tienen por ahora prestado el partido, no permitieron que se discutiera el método que se utilizaría para elegir a nuestro candidato a la Presidencia de la República, “es facultad del Consejo Político”, argumentaron. Pero en los hechos ya dieron el banderazo a una pasarela de una cuarteta de notables que a los ojos de la cúpula son la “crema de la crema” de los prospectos militantes y ciudadanos, entre los cuales deberá surgir el candidato.
Aún más, ya iniciaron las consultas en el Senado.
Hay que leer la historia. En 1988 no escuchar a la militancia provocó una de las más profundas rupturas en la vida del PRI. Suplantar la democracia a través de una pasarela de “aspirantes” para imponer al candidato presidencial, propuesta y ejecutada por los mismos personajes que hoy la proponen y dirigen, dio como resultado un proceso electoral cuestionado como nunca de tal forma que todavía hoy hay voces que lo señalan como la primera derrota del PRI en elección presidencial. En 1999 después de una “consulta a la base” ordenada por Zedillo y ejecutada por gobernadores y dirigentes del partido se impuso a Labastida, lo que aunado a una pésima campaña resultó, ahora sí, en la derrota del PRI en las elecciones del 2000.
El presidente Enrique Peña Nieto ha hecho un magnífico trabajo en los asuntos de la reconstrucción de ciudades pueblos y comunidades afectadas por los desastres naturales. Hoy Democracia Interna le pide que haga uso de su liderazgo hacia el interior de nuestro partido para pedir que no lo engañen con sesudas estrategias que ya han sido objeto no sólo de descalificación por parte de distinguidos intelectuales sino, a veces, hasta de burla y exija a Ochoa Reza que sea serio, que se deje de ocurrencias y que escuche, que mire con atención las señales en la ruta para que no se desvíe, para que no descarrile.
El presidente tiene hoy la extraordinaria oportunidad de ser el gran conductor que el PRI y el país necesitan. Si no lo hace así, seguramente pasará a la historia como el presidente que entregó el país por segunda vez a la oposición. El PRI no puede volver a las épocas de Ernesto Zedillo, el gran traidor.
Los números ubican hoy a nuestro partido en el tercer lugar de las preferencias. Si a esta circunstancia le añadimos la imposición de una candidatura presidencial, sea cual fuere el método que se utilice para intentar justificarla, estaremos desaprovechando la oportunidad de legitimar esa candidatura mediante una consulta abierta a la militancia y simpatizantes.
Los militantes de la acera de enfrente ya la están exigiendo para seleccionar a su candidato mientras que sus dirigentes, inspirados en quienes en nuestro partido la rechazan, dicen no quererla por la posible intromisión de gente ajena a sus partidos en ese proceso, dando muestra de su debilidad institucional, ya que con ese gesto reconocen no poder distinguir entre sus militantes y quienes no lo son, al mismo tiempo que dejan claro que lo suyo es un compromiso de cúpulas. Al interior del PRI, ya hay manifestaciones en los estados que tendrán cambio de gobernador, pidiendo que se lleven las candidaturas a consulta a la militancia y a los simpatizantes, como en Puebla, por poner un ejemplo.
La exclusión ya resultó en la salida de Zavala en el PAN y seguramente será seguida por muchos otros políticos que simpatizan con ella. ¿Por qué esperar a que pase lo mismo en nuestras filas?
La vida debe seguir. Dejemos atrás el afán de lucrar con la desgracia y retomemos la ruta que nos marcan las leyes hacia el proceso electoral del 2018. Detengamos el intento golpista de la cúpula y exijamos en el seno del Consejo Político Nacional la consulta a la militancia y los simpatizantes como el método para seleccionar a nuestros candidatos en el 2018. Nosotros, los priistas, sabemos quiénes somos y lo que podemos conseguir si hacemos las cosas bien. Ahora que nos hemos abierto a la posibilidad de una candidatura ciudadana, demos legitimidad al proceso de elección de quien nos vaya a representar en el 2018, con una consulta que genere certidumbre en el apoyo mayoritario y confianza en una decisión democrática.
A la cúpula le reiteramos: no le tengan miedo a la militancia. Respétenla; déjenla que decida en las urnas la candidatura presidencial. Nunca antes se había intentado desplazar y excluir a la militancia como ahora. Tienen ahora la posibilidad histórica de devolver el PRI a sus verdaderos dueños, que son los militantes, dejando en sus manos la toma de decisiones. Si no lo hacen, el mal sueño de 1988 y la pesadilla del año 2000 volverán a presentarse y, esta vez, no habrá quien se los perdone.
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