Braskem, la filial petroquímica de Odebrecht, acompañó “de tiempo completo” la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto en 2012, de acuerdo con Carlos Fadigas, quien en aquellos días era el director de la compañía y hoy es delator ante la justicia brasileña para esclarecer el gigantesco caso de corrupción internacional conocido como Lava Jato.
“Acompañamos de tiempo completo toda la campaña del PRI y del actual presidente Enrique Peña Nieto. No sólo de él, sino también de su equipo”, expresó Carlos Fadigas en una reunión privada con inversionistas realizada en febrero de 2013, según consta en la transcripción del encuentro, revelada en un reportaje la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
Los documentos obtenidos recientemente por MCCI, indican que Braskem intervino durante los días de la campaña Presidencial con tres transferencias por 1.5 millones de dólares a la empresa Latin America Asia Capital, afincada en Islas Vírgenes, que ha sido vinculada por testigos protegidos en Brasil con Emilio Lozoya Austin, quien se desempeñaba como coordinador de Vinculación Internacional del ex candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Emilio Lozoya ha negado en reiteradas ocasiones cualquier vínculo con esa empresa y ha asegurado que demandará a los delatores por dañar su honor. Braskem, por su lado, se ha deslindado de actos ilícitos cometidos por Odebrecht en sus operaciones en México.
El pasado 14 de agosto, MCCI publicó que en plena contienda electoral de 2012, la constructora Odebrecht transfirió 3 millones 140 mil dólares en siete depósitos a la empresa ligada a Lozoya, en pago por supuestos favores.
Con los nuevos documentos, ahora se sabe que tres de esas transferencias por 1.5 millones provenían de Braskem, la filial petroquímica de Odebrecht, que en aquellos días construía la planta Etileno XXI en el estado de Veracruz, en alianza con la empresa mexicana Idesa.
Los documentos revelados por MCCI (que incluyen estados de cuenta de transferencias desde el Meinl Bank) fueron integrados a la carpeta de investigación FED/FEPADE/UNAI-CDMX/0001139/2017 que tiene abierta la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade).
Esta no es la primera vez que Braskem es investigada por financiamiento de campañas electorales. En la pesquisa del caso Lava Jato, se descubrió que la firma petroquímica financió a candidatos y partidos políticos en Brasil, mientras que en Argentina aportó dinero para la campaña del actual presidente Mauricio Macri.
El seguimiento de Braskem y de Odebrecht a la trayectoria de Peña Nieto se dio desde antes de que éste fuera candidato a la Presidencia. En la primera semana de abril de 2010 el entonces gobernador del Estado de México viajó a Brasil para reunirse con Marcelo Odebrecht y luego, en octubre de 2011, cuando ya se perfilaba como candidato presidencial, se agendó otro encuentro entre ambos personajes en Toluca.
Esta es la primera vez que se conoce de este segundo encuentro, el cual es mencionado en una cadena de correos electrónicos interceptados por la Policía Federal de Brasil como parte de la investigación del caso Lava Jato.
Según estos correos, el 25 de octubre de 2011 Marcelo Odebrecht agendó un encuentro de dos horas con Peña Nieto; ese mismo día voló de Toluca a Xalapa para reunirse con el entonces gobernador Javier Duarte, y por la noche acudiría a la entrega de un reconocimiento que una fundación presidida por Cuauhtémoc Cárdenas le otorgó al ex presidente brasileño Luiz Inacio Lula Da Silva.
El día anterior Marcelo Odebrecht visitó en Los Pinos al entonces presidente Felipe Calderón, en compañía de Carlos Fadigas, el director de Braskem. En dos días, Odebrecht se reunió con personajes de tres partidos (PRI, PAN y PRD).
Peña Nieto se volvió a encontrar con Marcelo Odebrecht en la ciudad de Querétaro el 12 de noviembre de 2012, a unos días de tomar protesta, de acuerdo con otra cadena de correos obtenida para esta investigación.
Por esos mismos días habló con Carlos Fadigas sobre el proyecto Etileno XXI, según relató el director de Braskem en otra reunión con inversionistas efectuada el 9 de noviembre de 2012.
“Tenemos el pleno apoyo no sólo del actual presidente Calderón, sino que también hemos tenido contacto con el presidente electo, Enrique Peña Nieto. Conoce el proyecto. Lo hemos discutido con él, y también apoya 100 por ciento”, aseguró Fadigas en aquella reunión.
Apenas asumió la Presidencia, Peña Nieto se reunió de nuevo con Carlos Fadigas, quien actualmente está procesado en Brasil por corrupción. “Ya hemos tenido conversaciones con el gobierno de México, no sólo con el presidente Enrique Peña Nieto, también con Emilio Lozoya, actual presidente de Pemex, y me parece que la dirección en la que quieren ir, es muy coherente con la campaña”, dijo Fadigas a inversionistas en febrero de 2013, en la reunión en la que reveló que Braskem había acompañado “de tiempo completo” al candidato priista.
En octubre de 2013, Peña tuvo una cuarta reunión privada con Odebrecht en la residencia oficial de Los Pinos. Además, en la trama de Lava Jato las planillas de pagos de Braskem a la empresa ligada a Lozoya aparecen en un expediente que forma parte de la investigación del caso.
En esas planillas se detalla que un primer pago de Braskem a Latin America Asia Capital se efectuó el 23 de mayo de 2012 por 500 mil dólares a través del Meinl Bank de Antigua; a los siete días (el 30 de mayo) hubo otra transferencia por 490 mil dólares y una semana después (el 8 de junio) una más por 510 mil dólares. En suma, 1.5 millones en dos semanas. Las fechas en que se hicieron estos pagos coinciden con los días en que transcurría la campaña del entonces candidato a la Presidencia por el PRI, Enrique Peña Nieto.
En las planillas figuran más pagos a otras empresas, también ligadas a políticos latinoamericanos. Por ejemplo, aparecen dos depósitos por 2 millones de dólares de Braskem a Sygnus Assets SA, empresa de Panamá ligada a Paulo Roberto Costa, ex director de Petrobras, y una transferencia por 287 mil dólares a Surway Overseas SA, compañía ‘de papel’ panameña vinculada con sobornos a Pedro Barusco, ex directivo de la misma petrolera brasileña.
También hay transacciones con Greenworld Trading Co. Ltd. y con RFY Import and Export Ltd., empresas asentadas en China, utilizada la primera por Nelma Penaso Kodama (uno de los personajes clave del caso Lava Jato) para importación fraudulenta y evasión de divisas, y la segunda por Leonardo Meirelles, operador de Odebrecht en supuestos sobornos pagados en Argentina.
En las planillas de Braskem hay más empresas offshore, de las que no se identifican sus vínculos: Benzer Electronics MFG, ubicada en Hong Kong; Ultra Trading Import Export, de China; Galway Business Corp., de Bahamas; y PVCI Management, de Belice. En la transacción con cada empresa aparece la clave o código con el que se identifica al supuesto operador de los pagos o sobornos.
En el caso de la empresa ligada a Emilio Lozoya, aparece la clave ‘Salvador’, mientras que en las de sobornos pagados en Petrobras el código es ‘Volley’ y ‘Competitivo’, que era la identidad oculta de Bernardo Freiburghaus, operador de Odebrecht en Suiza y Alexandrino Alencar, ex director de Braskem.
Asimismo, Luis Alberto de Meneses Weyll, quien durante siete años se desempeñó como director de Odebrecht en México, confirmó en su delación premiada rendida el 16 de diciembre de 2016 ante autoridades de justicia de Brasil, que la empresa había seguido la campaña presidencial de 2012, y que su trato había sido con Emilio Lozoya, quien se desempeñaba como Coordinador de Vinculación Internacional.
“A principios de 2012, constaté que Emilio Lozoya había conseguido una posición destacada en el principal partido de oposición en el país (PRI), que disputaba las elecciones presidenciales de julio de 2012 y cuyo candidato era el favorito en las encuestas”, dijo Weyll a los fiscales brasileños, de acuerdo con el expediente revelado el pasado 13 de agosto por la organización Quinto Elemento Lab.
“Lozoya se había convertido en uno de los líderes del comité de campaña, por lo que probablemente se convertiría en una persona influyente en la administración pública del país”, añade el expediente difundido también por el diario brasileño O’Globo.
Según el expediente citado, Weyll concertó un par de citas con Lozoya en marzo de 2012, justo cuando iniciaba la contienda electoral. De acuerdo con el delator, en una de las reuniones se acordó transferir 4 millones de dólares a Lozoya, quien en aquel entonces no desempeñaba ningún cargo público y sólo colaboraba en la campaña.
Los depósitos se harían a dos empresas: Latin America Asia Capital Holding y Zecapan SA, ambas afincadas en el paraíso fiscal de Islas Vírgenes. Rodrigo Tacla, quien trabajó en el Departamento de sobornos de Odebrecht, declaró al diario El País de España el pasado 28 de julio que la compañía brasileña le había apostado a futuro a Lozoya, a quien veían como futuro Presidente, y confesó que una práctica común era invertir en las campañas en América Latina para después conseguir contratos gubernamentales.
“El primer contacto se establecía en la campaña electoral. Odebrecht corría con los gastos del marketing político de los candidatos. La constructora sugería después las obras que se incluían en los planes de gobierno”, declaró Rodrig Tacla, quien está en libertad provisional en España acusado de soborno y lavado de dinero.
Quadratín
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