Miguel Angel
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| Miguel Maya |
El cielo de la Verde Antequera se adorna con nubes que anuncian una tormenta, no un festejo.
El 207 aniversario de la Independencia de México se viste de luto en Oaxaca, el terremoto del 7 de septiembre dejó una tremenda devastación en el estado y en el ambiente se percibe.
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| Los adornos con motivos de los festejos patrios en el Centro Histórico y en el zócalo de la ciudad apenas si dan un aire de celebración. Los visitantes caminan serenos y los vendedores observan celosos; las ventas no van bien. |
Una niña ondea una pequeña bandera frente a la Catedral, la adquirió de uno de los puestos que se ponen en cada esquina del centro de la ciudad, el intento de ensalzar el símbolo patrio pronto se desvanece.
"Los fiestas patrias son un símbolo de la independencia de México y considero que es la mayor gala de todos los mexicanos, ya que se celebra a quienes nos dieron la libertad que ahora podemos gozar", opina Williams Cruz, oaxaqueño que se siente identificado con las celebraciones de septiembre.
El palacio de gobierno luce adornos en su fachada, los cuales contrastan con las improvisadas casas que desplazados de diferentes poblaciones del estado han construido en las jardineras.
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| "Los festejos patrios siempre han sido muy significativos, pero ahorita no me parece el momento adecuado para festejarlo, debido a que estamos de luto por el terremoto que ocurrió la semana pasada", acota Roberto Carlos López Reyes, quien disfruta de la sombra de los árboles del zócalo. |
En los restaurantes que rodean la plaza han sido colocadas banderas que el viento intenta levantar sin éxito. Los comensales discretos degustan los alimentos perdidos en sus conversaciones o con la mirada fija en el vacío.
"Desde que tengo uso de razón siempre se han rendido honores a los símbolos patrios, y es importante por que es parte de la educación de nuestros hijos, la historia de México", destaca Sarahí García, quien piensa que si bien no es el momento de festejo, siempre hay un tiempo para recordar.
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