martes, 18 de julio de 2017

Vacía y abandonada lució la Guelaguetza popular de Oaxaca

Octavio Vélez 


Los asistentes a la Guelaguetza magisterial ocuparon apenas una cuarta parte del aforo del Estadio del Tecnológico
ROMÁN CARLOS VELASCO
Con dos horas de retraso y una asistencia que no rebasó ni siquiera la mitad de la capacidad del estadio de futbol del Tecnológico de Oaxaca, la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), celebró ayer su décimosegunda Guelaguetza Magisterial y Popular.

“Esta es la verdadera y auténtica fiesta del pueblo y para el pueblo”, afirmó el secretario general de la gremial, Eloy López Hernández, al dar la bienvenida a los asistentes.

El festejo, fue encabezado por la Comisión Política del magisterio oaxaqueño e invitados de diferentes secciones sindicales aglutinadas en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), así como por padres de familia de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, Guerrero, y por el Comité de Víctimas por la Justicia y la Verdad 19 de Junio Nochixtlán.

Durante su participación, el dirigente, quien habló en mixteco y en castellano, sostuvo que la Guelaguetza Magisterial y Popular permite nuevamente recuperar el carácter ceremonial de la celebración y la convivencia entre los pueblos originarios.

“Es una fiesta de hermandad y de trabajo de los pueblos de cada una de las regiones del estado”, asentó.


Los pocos asistentes disfrutaron de los bailes de las delegaciones participantes.
FOTO: Román Carlos

Y subrayó que la décima segunda edición de la celebración evidencia otra vez la firme unidad entre el magisterio oaxaqueño y el pueblo, para preservar la herencia de los ancestros y la cultura de las comunidades.

Además, observó que la Sección 22 del SNTE muestra también su capacidad para no solamente organizar actividades políticas sino también culturales.

El espectáculo

Durante la Guelaguetza, los asistentes presenciaron “La Mayordomía” de los Valles Centrales, “Celebraciones de mi puerto” del Istmo de Tehuantepec, la “Danza de los Moros” de la Mixteca, el “Jarabe Teotiteco” de la Cañada, “Sones y Jarabes de Pochutla” de la Costa, “El Son Xiche” de la Sierra Sur, la “Fiesta Tabacalera” de la Cuenca del Papaloapan, los “Sones y Jarabes de Yalalag” de la Sierra Norte, “Sones y chilenas de Pinotepa Nacional” de la Costa.

Además, la “Danza de los Rubios y los Diablos” de la Mixteca, “Flor de Piña” de la Cuenca del Papaloapan, “Flor de Naranjo” de la Cañada, “Juchitán nuestra fiesta” del Istmo de Tehuantepec y la “Danza de la Pluma” de los Valles Centrales, entre otros.

En entrevista, el dirigente de la Sección 22 del SNTE, admitió que la escasa asistencia a la celebración quizá obedeció al bloqueo establecido por la propia gremial en la Carretera al Cerro del Fortín y por la presencia de sujetos encapuchados, así como por la quema de llantas.

“Pudiera ser que eso haya pensado, pero el magisterio siempre se conduce con respeto y responsabilidad; no vandalizamos”, asentó.

La historia juzgará

–Ante la poca asistencia, algunos ex dirigentes juzgan que la actual dirección está terminando con la Guelaguetza Magisterial y Popular, ¿qué opinión tiene?

–Respeto los comentarios, cada quien tiene su opinión, pero la historia y el tiempo juzgará a cada uno en el lugar que corresponda.

–Según se sabe las bases solamente cooperaron alrededor de 80 mil pesos para el festejo, ¿de dónde salió entonces el financiamiento? ¿Hubo alguna ayuda gubernamental?

–No, de ninguna manera, sería contradictorio, porque esta es una fiesta del pueblo para el pueblo. Cada sector se organiza, los pueblos aportan, no se requiere de gran financiamiento sino de voluntad.

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