Ruiz Esparza, ¿senador por 12 años?

YURIRIA SIERRA
No se va. Que no, mientras su jefe así no lo disponga. Gerardo Ruiz Esparza sigue despachando en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. Resolviendo los “malos ratos” que su secretaría le hace pasar. En eso anda el secretario, así su control de daños, por eso ahí sigue. Y tal vez su permanencia se deba a que en el futuro, otros horizontes le pintan o planea que le pinten. Y, a lo mejor, ese horizonte, pienso, es un puesto senatorial. A él, y a otros tantos, de todos los colores, de todos los partidos. Tal vez, no sabemos todavía. Pero es su costumbre.

Aunque sería su primera vez como legislador (todos los cargos que ha ocupado en la función pública han sido por designación), no sería el primero en agregar a su carrera un periodo como senador o diputado. Una gran cantidad de los diputados de hoy, han sino senadores en el pasado y viceversa. Lo mismo los diputados locales, que, previamente, fueron presidentes municipales. Así, en escalerita primero, en círculos después, la mayoría de quienes hoy están “al servicio del país”, buscan la manera de permanecer o mantener su hueso, como decíamos el sábado. Y después (de unos años para acá) de garantizar su fuero. Y aunque siempre argumentan que lo que se busca es la continuidad de los programas que ponen en marcha, lo cierto es que lo único que mantienen son sus privilegios y su derecho a la impunidad. Con una elección de tercios —como la que será la del 2018—, será muy complicado que haya una bancada que llegue con carro completo. Si con la legislatura actual, después del Pacto por México, ha sido muy complicada la construcción de acuerdos, la siguiente pinta peor. Y si a eso le sumamos que ya podrán reelegirse para un periodo consecutivo. el panorama no es muy alentador.

¿Se imaginan que los hoy cuestionados secretarios o los que están a punto de ser exgobernadores o los operadores de los mismos (etc.) se conviertan en senadores en la próxima elección? Tendrían seguros seis años de fuero y de todas las ventajas que implica ese puesto legislativo.

Además, la posibilidad de quedarse ahí otros seis años. Senadores hasta 2030. O si los hacen diputados, tendrían asegurados seis años, si es que se llegaran a reelegir. Diputados hasta 2024. Y es que con las modificaciones que se realizaron, ya ni siquiera tienen que pedir licencia para “hacer campaña”. Y es que si son plurinominales, menos.

Y eso no sólo nos habla de los años de impunidad que tendrían por delante, sino también de que durante esos años quedarían detenidas todas las posibilidades del trabajo legislativo respecto a agendas tan urgentes como el combate a la corrupción, la eliminación del fuero, la urgente reforma electoral, y el largo etcétera de pendientes que todavía hay en la agenda nacional. Con bancadas reducidas, ninguna con mayoría y todos los partidos con varios de sus escaños y curules ocupados por los atrincherados en el fuero constitucional. Más allá de la parálisis, suena a un aterrador “tapón” legislativo.

Tenemos una democracia que difícilmente le abre las puertas a la renovación, porque si no consiguen un puesto con el PRI, se van al PAN, al PRD o a un partido de “la chiquillada”... Y si ya de plano deciden mejor arrepentirse de sus actos del pasado, ahora los reciben con los brazos abiertos en Morena. No hay camino para una transición que se nutra con las ideas y el trabajo de nuevos personajes, nuevos rostros, nuevas ideas. Y nuevas e intachables reputaciones.

Ahí está hoy Humberto Moreira, quien hace unos días escribió en su cuenta de Facebook que está listo para buscar ¡una diputación federal!, ya ni porque no logró convertirse en diputado local plurinominal por el Partido Joven de Coahuila. Moreira sigue empeñado en volver a ser funcionario público.

Es deseable un Legislativo que debata, que discuta, a gritos y sombrerazos. Incluso, la parálisis legislativa sería preferible a la casa blindada en la que pueden intentar convertir a uno de los Poderes de la Unión. Un Legislativo que se convierta en guarida segura ¡por 12 años!, para todos aquellos que la necesiten