Rosy Ramales
Narrando la historia de la máxima festividad de los oaxaqueños, el animador presentó la segunda DelegaciónFoto propiedad de: Internet
La Diosa Centéotl, Rebeca Ruiz Santibáñez, subió al palco principal del Auditorio Gelaguetza y se sentó junto al gobernador Alejandro Murat Hinojosa para presenciar las danzas, sones y bailes ejecutados por servidores públicos locales, federales y municipales; líderes de partidos políticos locales y nacionales, y hasta maestros de la Sección 22 de la CNTE.
Se trataba de la Guelaguetza de los políticos, celebrada el domingo anterior al primer Lunes del Cerro. Y muy a pesar de la gremial de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), el Auditorio lucía llenísimo de turistas nacionales y extranjeros, y, por supuesto, de habitantes del estado de Oaxaca.
Hasta el sol brillaba de contento por la celebración del encuentro ético; de danzas, sones y bailes; de costumbres y tradiciones; de trajes regionales, de comida y de bebida. Nada opacó la presentación de las Delegaciones provenientes de las ocho regiones de la entidad oaxaqueña.
Ana Vázquez Colmenares, Secretaria de Cultura, encabezaba la primera Delegación: La de Valles Centrales, con sus marmotas y sus vistosas Chinas Oaxaqueñas; ella y el contingente de mujeres lucían faldas satinadas de colores, blusas blancas con flores multicolores bordadas al frente, trenzas prensadas con encaje, pañoletas cruzadas al frente y zapatos de medio tacón. Llevan en la cabeza canastas adornadas con figuras confeccionadas con flores naturales, y con gracia bailan el famoso Jarabe del Valle.
El turismo se volcó en aplausos. Y al terminar el jarabe, ellas arrojaron hacia el público su ofrenda: Tortillas tlayudas, chocolate en barras, bolsitas de chile de agua y demás. Eso es la Guelaguetza: Dar, ofrecer, solidaridad. Y lo mismo ofrecieron al mandatario y a sus invitados especiales, pero en canastitas de carrizo que le llevaron hasta el palco principal.
Narrando la historia de la máxima festividad de los oaxaqueños, el animador presentó la segunda Delegación: Sierra Sur representada por la comitiva del municipio de Miahuatlán, donde don Porfirio Díaz venció a las tropas francesas al servicio del Segundo Imperio; la Delegación era encabezada por Héctor Pablo Ramírez Puga Leyva, Director General de Liconsa. Vestía pantalón manta y camisa de manta, y sombrero negro de lana; con ese baile disputaba la candidatura por la primera fórmula al Senado de la República, así que se esmeraba en cada pasito.
En esa Delegación, participaba María de las Nieves García Fernández, que no representa ni al poblado más pequeño, pero quiere la candidatura el Senado; caso contrario amaga con hacer su clásico berrinche. Ella vestía enagua amplia en color azul panista, blusa blanca, trenzas postizas y huaraches. Bailaba el Fandango Miahuateco.
Héctor Pablo llevaba porra: Los promotores de Liconsa, que desde las gradas lo animaban. Terminado el baile, los miahuatecos aventaron bolsitas de café, pan serrano y botellitas de buen mezcal.
Entró luego la Delegación de Tehuantepec, presidiendo Martín Vázquez Villanueva quien la semana pasada dejó la representación federal de la Secretaría de Desarrollo Social y Humano para buscar la candidatura al Senado o para enrolarse en el eventual equipo de campaña de José Antonio Meade Kuribleña, prospecto para candidato del PRI a la Presidencia de México.
Sofía Castro Ríos, Secretaria de Asuntos Indígenas, acompañaba a Martín bailando el son Sandunga. Curiosamente, ella, quien lucía el hermoso traje regional de gala con resplandor y zapatilla negra de tacón alto, también aspira a la candidatura al Senado. Quizá primera y segunda fórmula.
“Si al cielo subir pudieras, Sandunga, ay mamá por Dios…Sandunga tú eres tehuana”, cantaba una de las integrantes de la Delegación de Tehuantepec, donde también venían varios aspirantes a un escaño, pero por otros partidos políticos. Por ejemplo, venía Carol Antonio Altamirano y José Antonio Estefan Garfias, del PRD; ambos vestidos de pantalón y camisa blanca, huaraches, paliacate al cuello y sombrero de terciopelo rojo.
Ellas dando pasos pequeños de un lado a otro, agarrando de punta a punta su enagua, y ellos con las manos cruzadas hacia atrás. “Sandunga tú amor me mata…”, seguía la cantante. Y Carol y Estefan, con sigilo, se ponía el pie uno al otro mientras bailaban en medio de foro.
En la Delegación de Tehuantepec también participaba la diputada local Eufrosina Cruz Mendoza, del PAN, ataviada con el traje regional de terciopelo con flores bordadas en varios colores; bailaba con garbo, sin zancadillas en la pista por su rival en la búsqueda de la candidatura al Senado, pues Juan Iván Mendoza Reyes integraba la Delegación de Pochutla con sus chilenas y picosos versos, de la región de la Costa oaxaqueña.
Ahí venía Juan Iván (muy atrás de Eufrosina en la competencia electoral) de pantalón y camisa blanca, paliacate rojo al cuello, huaraches y sombrero de palma. Las mujeres lucen anchas faldas de colores abajito de la rodilla, huaraches, blusa blanca cruzada con su rebozo negro y sobrero de palma. En parejas zapatean y se mueven cadenciosamente.
“¡Ay, ay india del alma, ahora les voy a contar, lo que dice el pueblo pochutleco, que si Juan va a la senaduría, a la elección le hacen un hueco!”, dijo una de las costeñitas mientras el público asistente se carcajeaba. Esta Delegación ofreció bolsitas de café, pencas de plátano y limones.
Luego salió la delegación de Huautla de Jiménez de la región de la Cañada, encabezada por Manuel Pérez Morales y Lupita González Murillo de la organización “Shuta Yoma”, que anda en trámites para la constitución otra vez de un partido político local, pues el que fundaron previamente, el Social Demócrata (PSD), perdió el registro en el 2016.
Ella venía ataviada con el huipil blanco bordado y con listones color rosa; él, de pantalón y camisa de manta; ambos de huaraches. Manuel dio la bienvenida a visitantes nacionales y extranjeros, y aprovechó para anunciar su otra vez su candidatura a diputado local. Ella, en tanto, bailaba tirando pétalos de rosa en el piso.
El público gritaba de alegría mientras intentaba cachar la ofrenda de tal Delegación: Jícaras, pan, café y hongos alucinógenos, como los que consumía María Sabina. Todo mundo pedía honguitos. “¡Aquí, aquí!”, clamaban.
Además de la Diosa Centéolt (de la fertilidad y del maíz), en el palco principal acompañaban al gobernador, su esposa Ivette Morán, y el presidente municipal de la capital oaxaqueña, José Antonio Hernández Fraguas, aspirante a reelegirse; se veían contentos disfrutando del mágico encuentro étnico. En tanto, personal ex profeso pasaba agua de horchata con tuna, de chía y de tamarindo; y en algún momento repartió sombreros de palma con un listón con la leyenda “Guelaguetza 2017”.
En ese momento, el presentador anunciaba la entrada de otra Delegación costeña: La de Santiago Llano Grande con la Danza de los Diablos, en esta ocasión integrada por los dirigentes de la Sección 22 de la CNTE. Eloy Hernández y comité, vestían de negro y huaraches, y portaban máscara con cuernos y largas barbas; bailaban jorobados y como zapateando, los acompañaba un hombre vestido de mujer que bailaba al centro mientras uno de ellos azotaba un látigo.
Es una representación que data de la época de la Colonia donde los diablos, protagonizados por afromexicanos, confrontaban a los españoles, por eso cuando éstos tenían dios blanco, ellos tenían su Dios Negro Ruja.
Ahora los mentores protagonizaban a los diablos, que año con año toman como rehén a la Guelaguetza. La Danza gustó al público asistente porque forma parte de la historia de México. Pero no gustó que los líderes de la Sección 22 bailaran. “¡Sáquenlos!”, gritaba el público muy enojado por los desmanes y acciones de boicot de la gremial. Tanta protesta puso en aprietos al Comité de Autenticidad.
En seguida salió la Delegación de Ejutla de Crespo, encabezada por Natividad Díaz Jiménez ataviada con amplia falda color azul con listones negros, blusa blanca con bordado en rojo, huaraches, rebozo negro, ceñidor rojo y el cabello trenzado en forma de rodete. Los hombres vestían pantalón y camisa de manta, huaraches, jorongo al hombro y sombrero negro.
“Saca tu machete shunco, vámonos pa’ la barranca, a ver si contigo sale, esa culebrita blanca; que te pico el rabo culebra, y no me haces nada culebra…”, cantaba Naty con dedicatoria a su rival en la competencia a la presidencia estatal del PAN, Luis de Guadalupe Martínez Ramírez.
En esta delegación bailaban los aspirantes a la candidatura panista a la Presidencia de México: Margarita Zavala, Rafael Moreno Valle, Juan Carlos Romero Hicks y Ricardo Anaya; los cuatro enseñando por entre los huaraches los dedos güeros de sus pies. También bailaban los aspirantes a la postulación priista: José Antonio Meade, Osorio Chong, Manlio Fabio Beltrones y Aurelio Nuño.
Al ritmo de la culebrita ejuteca a machetazos se disputaban la candidatura en medio del foro del Auditorio Guelaguetza. Aunque horas antes ya estaban sacando de la jugada a Meade al pretender mandarlo de la Secretaría de Hacienda a Banxico; cambios en los que como intentaban darle más juego a Chong al planear moverlo de Gobernación a la Secretaría de Desarrollo Social.
El público asistente a la máxima festividad de los oaxaqueños ni se fijaba en las lecturas políticas; solo atendían los bailes, tradiciones, costumbres, trajes regionales y comida de las delegaciones étnicas. Los de Ejutla ofrecieron al público bolsitas de chile de agua, tortillas, bolsitas de salchicha ejuteca y botellitas de mezcal.
Andrés Manuel López Obrador venía en la Delegación de Putla de Guerrero entre “Los Viejos” del Carnaval de Putleco; ataviado con un traje de pies a cabeza confeccionado con tiras de tela y un gran sombrero de palma que se confunde con el rostro. Le hacían segunda ex líderes de la Sección 22 como Rubén Núñez Ginés.
En el Carnaval Putleco bailaba también Enrique Ochoa Reza y Claudia Ruiz Massieu, presidente y secretaria general del PRI nacional. Pero no en “Los Viejos”, sino como parte de los jóvenes que zapateaban las alegres chilenas; él vestido de pantalón, camisa de manta, zapatos negros y sombrero de palma, y ella de amplia falda satinada color rojo hasta la rodilla, blusa blanca, cabello suelto y zapatillas negras.
Claudia se veía muy pendiente de los pasos de Ochoa, lista para ocupar su lugar en el foro en un descuido. Aunque Emilio Gamboa, igualmente integrante de la Delegación Putleca, casi le pisaba los talones para sustituirlo en la danza hacia el 2018. Con ellos bailaban los dirigentes priistas locales, Germán Espinoza y Julieta Famania.
Los danzantes putlecos pegan brincos y se mueven a grandes pasos por todo el foro. Esta Delegación traía como ofrenda productos de palma como sopladores y sombreros, que regalaron al público, que coreaba pidiendo aventaran productos donde estaban: “Aquí, aquí”.
Los danzantes se apearon por un pasillo central para llevar su ofrenda al gobernador y a los invitados especiales a la Guelaguetza 2017.
En ese momento, salía al foro otra Delegación del Istmo de Tehuantepec: La de Ciudad Ixtepec, encabezada por dos cuadros priistas como Mariana Benítez Tiburcio, quien lucía el hermoso traje regional de gala, de terciopelo negro y flores bordadas en varios colores. La diputada federal se presentaba así lista para competir por la candidatura por la primera fórmula al Senado.
Bailando un son istmeño, Mariana Benítez ofreció al público totopos, bolsitas de camarón seco, mangos y panqué de elote. La Delegación Ixtepecana gustó mucho al público, que aplaudió prolongadamente.
El presentador anunció la entrada de la delegación de Tuxtepec, integrada por bellas mujeres luciendo huipiles multicolores, sandalias, el cabello trenzado con largos listones de colores y una piña al hombro. Mientras ellas entraban balanceándose de un lado a otro sobre sus pies, Eviel Pérez Magaña, de calzón y camisa de manta, decía al micrófono el tradicional verso…ahora algo estilizado:
“Buenas noches visitantes nacionales y extranjeros, solo les vengo a decir que acabamos de llegar. Medio viaje fue subir, medio viaje fue bajar, la montaña atravesamos y la friega política-electoral ha sido inclemente. Pero que tal, ya llegamos, ¡Nos han querido sacar pero Tuxtepec sigue estando presente!...” Lo acompaña en la delegación, el ex gobernador Ulises Ruiz Ortiz.
Eviel se quedó junto al micrófono mientras ellas bailaban la Flor de Piña. El público de pie ovacionaba a esta delegación, sobre todo cuando las chicas hacían el paso conjunto y homogéneo hacia delante. Tiraron como ofrendas piñas, plátanos y costalitos de azúcar.
En seguida se presentó la Delegación de la Mixteca: Hombres de calzón y camisa de manta, huaraches; sombrero de palma, paliacate al cuello y jorongo al hombro. Y las mujeres de amplísima falda agarrada de extremo a extremo con las manos y que abanican mientras bailan el inigualable y difícil Jarabe Mixteco.
En la presentación, es solo una pareja la que baila mientras los demás la rodena. En esta ocasión la pareja de bailarines eran nada menos y nada más que Narcedalia Ramírez Pineda y Margarito Luviano, Directora General del INAES y funcionario de la misma dependencia.
Narcedalia aprendió el Jarabe Mixteco de don Heladio Ramírez, y le heredó su trato amable y vocación de servicio. Por cierto, ella es otro prospecto a la candidatura al Senado.
La Delegación de la Mixteca, concretamente de Huajuapan de León, tiró pitayas, sombreros de palma y tortillas de trigo.
Entró seguidamente la última Delegación: Valles Centrales con su mágica y esplendorosa Danza de la Pluma, donde venían como danzantes dos prospectos al Senado: Raúl Bolaños Cacho Cué (PRI) y Francisco Martínez Neri (PRD). Eran los danzantes principales portando gran penacho de plumas multicolor. Daban saltos con destreza sonando unas maracas prehispánicas.
Con esta Delegación cerró la primera presentación. Muchos políticos se quedaron con las ganas de bailar, pero ya será en la Octava de la Guelaguetza.
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Queridos lectores y queridas lectoras espero que les haya gustado esta crónica imaginaria, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
Correo: rosyrama@hotmail.com
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