Apoyos sociales y remesas alivian crisis económica; encuesta del Inegi, ingresos y gastos
Subsidios han sido un soporte. Sólo 10% de los hogares con menos recursos, que dependen de programas de gobierno y otras transferencias, no vio caer su ingreso en la pandemia
CIUDAD DE MÉXICO. Si bien la pandemia desplomó el ingreso de los hogares en México, los más pobres libraron el impacto debido, en parte, a transferencias como apoyos sociales, pensiones y remesas.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2020 (ENIGH) del Inegi, el ingreso promedio de los hogares cayó 5.8% real entre 2018 y 2020. Sin embargo, el 10% de la población con menores ingresos reportó un aumento de 1.3% real en su ingreso por hogar.
Édgar Vielma, director general de Estadísticas Sociodemográficas del Inegi, destacó el alza de las trans-ferencias de 8.3% real en dicho periodo; el ingreso por programas gubernamentales creció 50.4% real y 15.1% el de pensiones. En suma, los ingresos por transferencias representaron 31.7% de los ingresos de los hogares más pobres.
A pesar de la caída de 12.9% real en el gasto de los hogares, debido a la pandemia el rubro donde más se incrementó fue salud, con 40.5% real. Los rubros con más ajuste a la baja fueron educación y esparcimiento, con 44.8 por ciento.
La ENIGH reveló que en 22 estados se redujo el ingreso promedio de los hogares. Las más afectadas fueron Quintana Roo, con un desplome de 23.7% real entre 2018 y 2020, la Ciudad de México con 20.5%, y Jalisco con 14.1 por ciento.
SUBSIDIOS, EL SOPORTE DE LOS MÁS POBRES
La pandemia de covid-19 trajo consigo una caída generalizada de los ingresos de los hogares en México entre 2018 y 2020, pero los únicos que libraron el impacto fueron los hogares más pobres debido, en parte, a las distintas transferencias que recibieron.
La Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH 2020) del Inegi reportó que el ingreso promedio de los hogares cayó 5.8% real entre 2018 y 2020, con afectación al 90% de los hogares, que tuvieron reducciones entre el 2.7 y 9.2% real.
Esto obedeció a la caída de 10.7% del ingreso laboral, que no pudo ser contrarrestado por otras fuentes de ingreso.
Sin embargo, el 10% de la población con menores ingresos (decil uno) reportó un aumento de 1.3% real en su ingreso por hogar.
Édgar Vielma, director general de Estadísticas Sociodemográficas del Inegi, destacó el alza de las transferencias de 8.3% real en el periodo, y en su interior, el ingreso por programas gubernamentales creció 50.4% real y el de pensiones, 15.1%. Dijo que la ENIGH reportó 12.5 millones de hogares, 30% del total, como beneficiarios de un programa social. Los ingresos por transferencias representaron 31.7% de los ingresos del decil más pobre.
Vielma agregó que el ingreso del decil uno no cayó porque las zonas rurales lograron sostener sus ingresos, y porque hubo hogares de otros deciles que cayeron al uno por causa de la pandemia.
SE REDUJO LA DESIGUALDAD
El 10% más pobre del país vio crecer su ingreso promedio en 1.3% real entre 2018 y 2020, en tanto que el 10% de los hogares más pobres vio caer su ingreso en 9.2%, reveló el Inegi a través de la ENIGH 2020.
Esto significó que entre 2018 y 2020, el ingreso de los más ricos en el país de 18 veces el de los más pobres a 16 veces, lo que significó una reducción de la desigualdad en el periodo de referencia.
Esta situación se vio reflejada en el coeficiente de Gini, indicador que mide el grado de concentración del ingreso, pues en el periodo de referencia pasó de 0.426 a 0.415.
Este coeficiente se mide entre cero y uno, y conforme más cercano esté a uno, más concentrado está el ingreso en pocas personas y si se acerca a cero, el ingreso está mejor distribuido.
LA CIUDAD DE MÉXICO, DE LAS MÁS AFECTADAS
La ENIGH 2020 reveló que en 22 entidades federativas se redujo el promedio de los hogares. Las más afectadas fueron Quintana Roo, con un desplome de 23.7% real entre 2018 y 2020, la Ciudad de México con 20.5%, y Jalisco con 14.1%.
Quintana Roo y CDMX, al ser estados con alta concentración en servicios que implican interacción física, fueron perjudicados a nivel laboral y en su ingreso” expresó Julio Santaella, presidente del Inegi. Entre los 10 estados que vieron crecer su ingreso, destacaron Zacatecas, Durango y Oaxaca.
Resalta que los cuatro estados con menor ingreso por hogar (Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Veracruz) tuvieron aumentos entre 2018 y 2020. Esto puede obedecer a que como la pandemia afectó en gran medida a centros urbanos, estos estados pudieron salir con balance positivo porque son menos urbanizados que el resto”, añadió Santaella.
La ENIGH 2020 reportó que mientras el ingreso en zonas urbanas retrocedió 8.0% real en el lapso de referencia, en zonas rurales se incrementó en 3.6% real.
Debido a la afectación que tuvo la capital del país, Nuevo León la desplazó como la entidad con los ingresos promedio más altos en el país.
HOGARES INCREMENTARON EL GASTO EN SALUD
El gasto de los hogares también registró una caída entre 2018 y 2020, de una magnitud de 12.9% real debido a la contracción del ingreso de los hogares, pero debido a la contingencia, el rubro que más se incrementó fue el de salud con 40.5% real, reportó el Inegi en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2020.
Estos resultados son totalmente congruentes con lo que uno esperaría del impacto de una contingencia sanitaria como la que vivimos” expresó Édgar Vielma, director de estadísticas sociodemográficas del Inegi.
Con esto, el gasto en salud pasó de representar 2.6% del gasto en hogares en 2018 a 4.2% en 2020.
Los rubros que más ajuste sufrieron fueron educación y esparcimiento con 44.8%, vestido y calzado con 42.0%, y transporte y comunicaciones con 18.9%.
El gasto en alimentos retrocedió 5.9% en dos años y perdió participación en el gasto total de los hogares, pues pasó de 38% del total en 2018 a 35.2% del total.
Remesas, planes sociales y pensión, los salvavidas
FUENTE: Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares del Inegi . GRÁFICO: Alfredo San Juan
En 2020, cuando comenzó la pandemia, los ingresos de los hogares cayeron 5.8 por ciento respecto a 2018 pese a las transferencias sociales como la pensión de los adultos mayores, mientras que el gasto cayó 12.9 por ciento especialmente en alimentos y bebidas, transporte, educación, y vestido y calzado, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Lo que sí aumentó 40.5 por ciento fue el gasto en salud, y quienes padecieron las mayores caídas de ingresos fueron los de mayor preparación académica.
En conferencia, el presidente del instituto, Julio Santaella, destacó que las transferencias, que incluyen jubilaciones, indemnizaciones, transferencias de otros hogares y países, así como beneficios de los programas sociales, representaron 17.6 por ciento del ingreso corriente de las casas.
“El aumento en las transferencias fue insuficiente para compensar la caída en los ingresos del trabajo, de tal manera que el ingreso corriente total disminuyó… los programas sociales, los programas de gobierno, alcanzan a llegar a 30 por ciento de los hogares”, apuntó.
El total de transferencias fue de 317 mil 100 millones de pesos; 266 mil 300 mdp se dieron en zonas urbanas y 50 mil 800 mdp en rurales.
Resaltó que en 90 por ciento de los hogares del país hubo una disminución del ingreso corriente, solamente en el primer decil (aquel de menores ingresos) el ingreso no cayó y “eso es una buena noticia”.
Al presentar la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (Enigh) 2020, Santaella indicó que en términos económicos, el Inegi reportó una caída del producto interno bruto de 8.5 por ciento el año pasado y eso impactó en la ocupación y el empleo, disminuyó la fuerza laboral y la población ocupada con 12 millones de personas “en el periodo más álgido de la pandemia y estos fenómenos se ven reflejados directamente en los ingresos y gastos de los hogares”.
En 2020 el promedio del ingreso corriente trimestral por hogar fue de 50 mil 309 pesos, menor al promedio de 53 mil 418 pesos de 2018 (año de la encuesta previa), lo que representa una disminución de 5.8 por ciento.
En 2020 la principal fuente de ingreso fue por empleo (65 por ciento del total), con 32 mil 106 pesos, pero presenta una baja de 10.7 por ciento respecto a 2018.
Por regiones, el Inegi encontró que en el ámbito urbano, donde radica 78 por ciento de los hogares, el ingreso cayó 8 por ciento y en el rural (el restante 22 por ciento) aumentó 3.8 por ciento.
Los habitantes de Quintana Roo, CdMx, Baja California Sur, estados especializados en servicios como alojamiento y preparación de alimentos, también vieron mermados sus entradas económicas de forma importante.
Ajuste salarial
La encuesta reveló que las personas con posgrado completo o incompleto tuvieron en 2020 ingresos trimestrales de 69 mil 332 pesos, 26.2 por ciento menor a lo que ingresaban en 2018. Este grupo tenía una entrada promedio de 94 mil 40 pesos, pero por la crisis sus ingresos bajaron 24 mil 708 pesos en términos reales.
En la mayoría de las empresas hubo ajustes salariales en altos puestos para paliar las pérdidas económicas provocadas por el cierre comercial que se dio entre marzo y junio de 2020.
La encuesta anual de remuneración total de la consultora Mercer señala que los directores de empresas y el personal ejecutivo tuvo una reducción de sueldo de entre 18 y 21 por ciento. La entrada económica de quienes tienen licenciatura completa o trunca bajó 12.9 por ciento.
Desviaron a espionaje dinero de medicinas
En la mitad de esas contrataciones quien firmó a nombre de la institución federal fue Rodrigo Alcántara Fernández, entonces director general de Recursos Materiales de la PF y quien hasta el año pasado laboraba en el gobierno federal de la 4T como director de Administración del Oadprs.
El mayor de los contratos hecho por la PF fue asignado en 2018 a la empresa Artículos Textiles, Equipo y Accesorios MV, SA de CV. Se trata de un supuesto encargo de uniformes por la suma de 464 millones de pesos.
Entre los contratos fachada resalta el registrado como OADPRS/DGA/A/030/2018, cuyo objetivo era la “adquisición de medicamento para los Centros Federales del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social”, cuyo monto fue de 145 millones 154 mil 706 pesos con 65 centavos.
El contrato fue firmado con la empresa Comercializadora Antsua, SA de CV, e incluía la entrega de medicamentos en 17 centros federales de readaptación social, Almoloya e Islas Marías entre ellos.
Por sus montos sobresalen los contratos firmados por el Oadprs con la empresa BSD Security Systems, de la cual figuraba como socio el empresario israelí Avishay Samuel Neriya, personaje cercano a Tomás Zerón, hoy prófugo de la justicia y quien se sospecha se oculta en Israel.
BSD Security Systems obtuvo otros dos contratos, uno por 43 millones 470 mil 124 mil dólares y otro por 599 millones 998 mil 980 pesos, para la actualización de los sistemas de circuito cerrado de televisión en cárceles federales.
También más de 5 millones de pesos destinados para el mantenimiento preventivo y correctivo de equipos y sistemas contra incendios del edificio sede de la PF y de su centro de inteligencia, habrían sido desviados mediante tres contratos firmados en 2012 con la empresa Comercializadora de Soluciones Integrales Mecale.
Según la denuncia presentada por la titular de la SSPC, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, todos estos recursos fueron desviados para pagar Pegasus.
Contagios de Covid-19, al alza y no ven estrategia para frenar tercera ola
Si bien desde el 12 de mayo se contabilizaban más de mil contagios al día, fue el 1 de julio cuando el alza empezó a registrarse de manera exponencial, puesto que se dieron a conocer 6 mil 81.
Tan sólo en los últimos 28 días, México reportó 271 mil 605 nuevos casos positivos al coronavirus, es decir, 9 mil 700 en promedio al día. El número de muertes se ha mantenido sin repunte y en este mes se han sumado 6 mil 569, lo que significa que en promedio ocurren 234 diarias.
En lo que va de julio se han reportado “récords” en el número de nuevos casos, tan sólo del 14 al 17 de julio se registraron 49 mil 988, es decir, un promedio de 12 mil 497 por día, en tanto que en la semana del 20 al 24 la cifra de contagios osciló entre los 15 mil 507 y ayer se notifició la más alta en lo que va de la tercera ola, con un total de 19 mil 28.
A pesar de estos números, hasta el momento no se ha rebasado el máximo de nuevos contagios reportados en 24 horas, que fue de 22 mil 339 y ocurrió el 21 de enero pasado.
Al respecto, especialistas consultados por EL UNIVERSAL señalaron que el gobierno no se debe confiar en la vacunación como único elemento para contener al virus, ni a los llamados constantes de mantener las medidas de higiene y sana distancia, sino que además es necesario incrementar el número de pruebas para detectar el virus y así romper las cadenas de contagios.
Enfatizó que la sociedad también tiene la responsabilidad de cuidarse y a su vez proteger a los demás, si en todo momento mantiene las medidas de higiene y sana distancia.
“El gobierno ha adoptado esta posición de prohibido prohibir y no es que esté mal, sin duda no se le puede obligar a alguien a hacer algo que no quiere y menos ejercer la fuerza para que alguien obedezca, por eso es importante que asumamos nuestro papel, la responsabilidad de cuidarnos y proteger a los que están a nuestro alrededor, si no disminuimos la movilidad, si salimos sin medidas sanitarias, si nos reunimos en lugares cerrados, esto no va a parar”, remarcó.
A su vez, Alejandro Macías, infectólogo excomisionado para la atención de la influenza en 2009 y actual integrante de la Comisión Covid de la UNAM, señaló que si bien el gobierno debería acelerar aún más la cantidad de vacunas que aplica al día, la sociedad también juega un papel muy importante para apagar esta tercera ola.
“Aquí la gente se quiere vacunar, de eso no hay duda, y aunque a veces las jornadas son más lentas de lo que quisiéramos, en lo que las autoridades deben poner atención es en incrementar el ritmo de inmunización, se debe acelerar en todo lo que se pueda la vacunación Covid, eso ayudará a salir un poco antes de la pandemia, pero la vacunación no va a evitar en este momento que haya un tercer pico de la pandemia, es bueno promoverla, conviene descentralizarse, es decir, que manden más vacunas y se aplique más rápido”, dijo.
El infectólogo llamó al gobierno a promover las mismas medidas preventivas como el uso del cubrebocas, la sana distancia, hacer desde casa lo que se pueda, evitar tumultos de personas, ventilar espacios cerrados y reiteró en la importancia de acelerar la aplicación de las vacunas anticovid; agregó que las autoridades locales tendrán que orientar a sus habitantes con respecto a la ocupación hospitalaria y decidir si se tomarán acciones más extremas como reducción de aforos en diversos sitios o cierre completo de algunas actividades.
“Más que una tercera ola, yo diría que es un tercer pico de una epidemia que ha estado sostenida y que ha vuelto a los niveles basales y, en ese sentido, hay que promover lo mismo, se ha hecho, pero resaltar que ahora le tocará a los gobiernos estatales tomar las decisiones pertinentes para reducir los contagios en cada entidad, esto porque la epidemia se comporta diferente en el país”.
Pandemia desfonda a 90% de familias; llevaron alta carga de gasto en salud
Se atiende 57.5% en sistema privado
Encuesta del Inegi revela que hogares desembolsaron 40% más para afrontar problemas médicos por el Covid; en éstos, 114 millones asumen costos; baja 5.8% ingreso promedio; para compensar echan mano de retiro de inversiones, tandas, piden préstamos a personas o a instituciones
La pandemia de COVID-19 provocó una caída de 5.8 por ciento en el ingreso corriente promedio en México durante el año pasado respecto a 2018, así como que más hogares bajaran a niveles de menores ingresos, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el gasto de los mexicanos en el cuidado de la salud fue el único que aumentó durante 2020, ya que el monto para atenderse de las consecuencias sanitarias de la pandemia se elevó de 901 pesos trimestrales por hogar en 2018 a mil 266 pesos durante el año pasado.
Los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2020 muestran que el golpe para las familias mexicanas por el Covid-19 se reflejó en el desplome de 5.8 por ciento del ingreso corriente trimestral promedio por hogar, de 53 mil 418 pesos en 2018 a 50 mil 309 pesos el año pasado.
Para compensar esta caída de los ingresos corrientes, los mexicanos echaron mano de ahorros y préstamos por casi tres mil 500 pesos trimestrales de las llamadas percepciones financieras y de capital, las cuales incluyen retiro de inversiones, ahorro, tandas, cajas de ahorro, préstamos recibidos de personas ajenas al hogar o instituciones, entre otras.
“Esto es el impacto de la pandemia sobre los ingresos”, agregó, al referir que disminuyó el ingreso en 90 por ciento de los hogares durante el año pasado, mientras que el 10 por ciento de la población de menores ingresos no experimentó disminución, “lo cual es una buena noticia”.
No obstante, precisó, hubo una recomposición en los hogares de menores ingresos, “es muy posible que algunos hogares que antes estaban en segundo decil tuvieron un impacto en sus ingresos y pasaron al primer decil”.
Apuntó que esto se refleja en el hecho de que ahora hay una mayor proporción de hogares en el primer decil (el 10 por ciento de menores ingresos) con activos como vehículos o con niveles educativos que típicamente estaban asociados a deciles superior, o de mayores ingresos.
“Es posible que en el interior de los otros deciles haya movimientos similares; ya distinguíamos cómo el impacto de la pandemia en materia de ingresos es más pronunciado en el ámbito urbano que en el ámbito rural y eso a nivel nacional también pudo haber cambiado la configuración de algunos deciles en nuestro país”.
El presidente del Inegi reportó que el ingreso por el trabajo, el obtenido por los integrantes de los hogares y que aporta el 64 por ciento del total, cayó 10.7 por ciento, al pasar de un promedio de 35 mil 951 pesos trimestrales en 2018 a 32 mil 106 pesos en 2020, con un ingreso diario de 158.8 pesos por perceptor.
Señaló que las transferencias, que incluyen jubilaciones, indemnizaciones, transferencias de otros hogares y países, así como los beneficios de los programas sociales y que representan 17.6 por ciento del ingreso corriente de los hogares, aumentaron 8.3 por ciento, de ocho mil 191 pesos en 2018 a ocho mil 871 pesos en 2020.
Santaella Castell resaltó que también disminuyó la desigualdad, ya que ahora la diferencia entre los ingresos del 10 por ciento de los hogares más ricos en México, con respecto al 10 por ciento de menor ingreso es de 16.4 veces, mientras que en 2018 era de 18.3 veces.
Informó que la ENIGH 2020 reportó una disminución también en el gasto corriente monetario promedio trimestral por hogar, el cual ascendió a 29 mil 910 pesos, con una disminución de 12.9 por ciento respecto a 2018, cuando fue de 34 mil 329 pesos.
En dicho periodo, apuntó, hubo una caída en el gasto que los hogares destinan a alimentos y bebidas en 5.9 por ciento, transporte y comunicaciones en 18 por ciento, a cuidados personales en 5.8 por ciento, educación y esparcimiento en 44.8 por ciento y vestido y calzado en 42 por ciento menos.
- El dato: En 2020 sólo aumentó el gasto en el rubro de cuidados de la salud y los de mayor caída fueron los de educación y esparcimiento con 44.8%, vestido, 42% y transporte en 18.9%.
Pandemia ‘tiró’ 5.8% los ingresos de los hogares
De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) del Inegi, el ingreso por hogar pasó de 17 mil 806 pesos al mes, en promedio en 2018 a 16 mil 770 pesos en 2020 y además se ubicó en su menor nivel desde 2014.
El ingreso cayó en 90 por ciento de los hogares, con el mayor retroceso en el 10 por ciento de mayores recursos, con 9.2 por ciento, mientras que en el 10 por ciento más pobre se reportó un incremento de 1.3 por ciento.
De acuerdo con las estadísticas de la ENIGH, los hogares más ricos registraron 16.4 veces más ingresos que los hogares más pobres durante el año pasado, con 54 mil 427 pesos al mes, contra 3 mil 313 pesos. En 2018 la relación fue de 18.34 veces.
Por entidades federativas, aquellas que se están fuertemente ligadas al sector servicios registraron las mayores caídas, como Quintana Roo, con 23.7 por ciento; la Ciudad de México, con un descenso de 20.5 por ciento y Baja California Sur, con una disminución de 12.80 por ciento.
Por escolaridad, se observó un descenso en los ingresos de la población con nivel de posgrado completo o incompleto, de 26 por ciento respecto al datos del 2018. Al otro extremo, los que tienen primaria completa registraron un alza de 15 por ciento.
Entre el ámbito urbano y rural, la encuesta del Inegi reveló que en el urbano se tuvo una caída de 8 por ciento del ingreso, mientras que en el rural el ingreso subió 3.8 por ciento.
“En términos económicos el Inegi reportó una caída del PIB de 8.5 por ciento del año pasado y esto tuvo un impacto en distintas dimensiones, por ejemplo, en términos de ocupación y empleo tuvimos una disminución de la fuerza laboral, la población ocupada perdió 12 millones de personas en el periodo más crítico de la pandemia”, indicó Julio Santaella, presidente del Inegi en videoconferencia.
Agregó que “estos fenómenos se ven reflejados directamente en los ingresos y en los gastos de los hogares, además la ENIGH nos muestra que en promedio hubo una disminución en los integrantes del hogar que perciben ingresos”.
Pandemia (Especial)
Mayor impacto en más ricos
“La ENIGH 2020 muestra cambios que no se reducen a la pandemia. Hay una gran caída del ingreso laboral, más en los hogares ricos que en los de menos ingreso. Saber el efecto compensador de las transferencias gubernamentales ante esto requerirá examinar su distribución” señaló Rodolfo de la Torre, director especialista en desarrollo social con equidad del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), en su cuenta de Twitter.
Luis Monroy-Gómez-Franco, economista por la UNAM y Colmex, señaló que “viendo los resultados agregados de la ENIGH, sospecho que vamos a ver una reducción en la población en pobreza extrema por lo que ocurrió en el ámbito rural, y un incremento en la población en situación de pobreza (por la catástrofe en el sector urbano)”.
“Podemos observar que la desigualdad, medida a través del coeficiente de Gini, se redujo debido a la caída más pronunciada del 10 por ciento más rico. A pesar de que la desigualdad se redujo, es probable que la pobreza aumentó, ya que muchos hogares perdieron ingresos”, publicó Oxfam México en su cuenta de Twitter.
Repunta 40.5% gasto en salud
El gasto corriente total de los hogares fue por 13 mil 137 pesos al mes, lo que representó una caída de 9.7 por ciento respecto a la ENIGH del 2018. De dicho total, 9 mil 970 pesos fue gasto monetario, que reflejó una caída de 12.9 por ciento.
La pandemia reconfiguró el gasto de las familias. Entre 2018 y 2020 se registró un repunte en el gasto en cuidados de la salud con 40.5 por ciento; fue el que más aumentó, seguido de alimentos diversos, con 21.1 por ciento, y comunicaciones, con 11.3 por ciento.
En contraste, se desplomó 50.1 por ciento el
gasto de los hogares en esparcimiento, y un 44.9 por ciento en los
alimentos consumidos fuera del hogar. Otras bajas considerables se
observaron en transporte público (43.1), educación (39.3), vestido
(39.2) y combustible para vehículos (17.2).
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