El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusó a soldados mexicanos de apuntar sus armas en contra militares de la Guardia en la frontera. |
“Soldados mexicanos recientemente sacaron armas de fuego contra nuestros soldados de la Guardia Nacional, probablemente como una táctica de distracción para contrabandistas de drogas en la frontera. ¡ Mejor que no vuelva a suceder! Ahora estamos enviando soldados armados a la frontera. escribió en sue cuenta de Twitter
Trump amenazó con cerrar la frontera sur de su país con México debido a una presunta caravana activa de migrantes que se dirige a Estados Unidos en estos momentos.
"Una caravana muy grande de más de 20.000 personas se inició en México. Se ha reducido en tamaño por México, pero sigue llegando. México debe detener el resto o nos veremos obligados a cerrar esa sección de la frontera y llamar al Ejército", apuntó Trump en su cuenta oficial de Twitter.
Trump no dio más detalles sobre ese posible plan, no dijo cuántos efectivos enviaría ni cuál es el plazo para hacerlo.
"¡Los coyotes y cárteles tienen armas!", agregó el mandatario, en referencia a los traficantes de seres humanos que cobran grandes cantidades de dinero a los migrantes para ayudarles a cruzar el linde entre Estados Unidos y México por caminos o túneles.
Hace dos semanas, Trump insinuó que mandaría a "más soldados" a la frontera con México después de escuchar historias de migrantes indocumentados que mueren durante su trayecto al país, aunque su amenaza no se ha hecho efectiva todavía.
Estados Unidos tiene desplegados ya a unos 6.000 militares en la frontera con México, entre soldados en activo y reservistas de la Guardia Nacional, como consecuencia de la voluntad de Trump de marcar músculo ante la llegada de varias caravanas de inmigrantes indocumentados el año pasado.
Dadas las limitaciones legales de su misión, los soldados se han dedicado a reforzar la valla fronteriza que separa EEUU y México y a ayudar a la Patrulla Fronteriza (CBP, en sus siglas en inglés) en el transporte de suministros.
A principios de abril, Trump cedió en su amago de clausurar la frontera con México, al afirmar que dará al país vecino un año para detener el flujo de drogas, o de lo contrario impondrá aranceles a sus automóviles antes de decidir si clausura la zona limítrofe.
El gobernante reconoció entonces que su amenaza de gravámenes podría interferir con el renovado acuerdo comercial entre EEUU, México y Canadá, conocido como T-MEC y pendiente de ratificación por los poderes legislativos de los tres países.
Trump dio así marcha atrás a su amenaza de cerrar el linde en esa semana, unos días después de exigir que México detuviera "de inmediato" el flujo de inmigrantes indocumentados que atraviesan su país hacia EEUU, o de lo contrario clausuraría esa zona limítrofe.
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