A los 26 años de edad, Samuel decidió irse a Estados Unidos y probar suerte como trabajador en la construcción. Originario de Ocotlán de Morelos, el hombre de 32 años cuenta que su familia fue la que lo animó a regresar a su estado natal, pese a tener ingresos fijos en aquel lugar donde había pensado radicar.
Desde el aeropuerto internacional de Santa Cruz Xoxocotlán, Samuel espera el arribo del vuelo procedente de la ciudad de México, donde su sobrino decidió tomar el vuelo hacia Oaxaca, horas después de haber salido de Estados Unidos.
“Hace muchos años que no lo veo; no sé exactamente cómo luce”, señala Samuel al lado de su esposa y sus dos hijos, mientras aguardan la llegada de su sobrino que ya les avisó de su arribo.
Mientras esperan, Samuel expresa que en Estados Unidos no sufrió discriminación, pero la mayoría de los migrantes desea retornar luego a sus comunidades de origen porque extrañan a la familia.
“Yo por eso me regresé. Estaba solo ahí y extrañaba a mis hijos”, señala el hombre de Ocotlán, luego de reconocer que en su estado hace falta más oportunidades de empleo y mejores salarios.
Con apenas dos maletas, el joven que proviene de Estados Unidos ya los ve de lejos y con titubeos se acerca hacia ellos con la esperanza de no confundirlos. Arturo nació en ese país y cuenta con los documentos para poder salir y entrar a México las veces que él así lo requiera.
Con 18 años de edad, Arturo abraza a sus tíos y primos y se dirige hacia el estacionamiento de la terminal. Aunque sus padres llegaron al país vecino de manera irregular, él es ciudadano estadunidense y realiza sus estudios sin contratiempo alguno, según lo expuesto por su tío ante la timidez del joven para hablar.
A unos pasos también llega de Estados Unidos María Luisa, una joven de 28 años que hace 10 años cruzó la frontera de manera ilegal y trabajó como niñera por cinco años.
“Me casé allá y mi esposo y mis hijos ahí se quedaron. Yo vine a ver a mis papás y a mis hermanos porque en estas fechas es cuando todos podemos reunirnos. Ahorita no tengo problemas con los documentos y pues el trabajo allá es igual de pesado que aquí, solo que ahí te pagan más”, expresa la mujer originaria de Tlacolula de Matamoros.
Para María Luisa, las políticas migratorias y los discursos xenófobos del presidente Donald Trump no han tenido repercusiones en ella o en alguno de sus familiares.
“En California, donde residimos no hay algo así como persecución, de hecho ahí hay mucho migrante; el problema son los que provienen de otros estados y que ni documentos tienen”, expuso la mujer que apresura el paso para poder llegar al vehículo donde ya la esperan.
Arturo y María Luisa son algunos de los más de 5 mil migrantes que se esperan durante esta temporada vacacional por Semana Santa, y por los cuales autoridades del Gobierno del Estado implementaron operativos para vigilar y prevenir que no sean objeto de abusos o algún contratiempo en la entidad.
El Imparcial Oaxaca
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