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Sin delegado en Oaxaca, el Instituto Nacional de Migración (INM) sortea la problemática migratoria proveniente de la frontera sur, en las calles de la capital algunos centroamericanos piden cooperación para continuar su camino al norte del país.
De acuerdo a la Unidad de Política Migratoria (UPM) de la Secretaría de Gobernación (Segob), Oaxaca, Guerrero y Chiapas son los estados con más porcentaje de migrantes indocumentados en tránsito.
En la entidad, al pasar cuatro meses de la administración federal, el INM sigue sin titular y únicamente designaron a Anabel Lorenzo Robles como encargada de despacho, pero sin poder de determinación.
Cabe señalar que desde hace un año, se han registrado fenómenos migratorios como las llamadas “caravanas migrantes”, las cuales han sido asistidas por autoridades estatales y de derechos humanos.
Pero derivado de una redada a la caravana que había arribado a la región del Istmo de Tehuantepec, obligó a los hombres y mujeres de diversos países de Centroamérica a volver a utilizar “La Bestia”, el tren de carga que corre desde Chiapas, pasa por Oaxaca y se dirige a Veracruz.
Pese a los peligros, pero para no ser presa de las autoridades migratorias, los indocumentados que van al norte del país y buscan cruzar a los Estados Unidos vuelven a subirse al carguero, aún y cuando cientos de personas han muerto o perdido extremidades al caerse del tren.
Y es que decenas de puntos de revisión migratorios y policiales se han ubicado a lo largo de las carreteras desde Chiapas, no obstante hombres y mujeres lo consideran como la forma más segura, aunque riesgosa, para llegar a la frontera con Estados Unidos.
“Otra vez están volviendo a subir al tren, este es un hecho”, afirmó Alejandro Solalinde Guerra, coordinador del Albergue Hermanos en el Camino, ubicado en la región del Istmo de Tehuantepec.
“Todo volvió a ser como era antes, el gobierno no quiere que se vean. Si los migrantes van como una hilera de hormiguitas, en silencio, los van a permitir, pero no los van a dejar si es en forma masiva ni muy pública”, como lo hicieron con las grandes caravanas que comenzaron en octubre”, enfatizó.
“El flujo migratorio nadie lo va a detener”, advirtió Solalinde Guerra.
De acuerdo a la Unidad de Política Migratoria (UPM) de la Secretaría de Gobernación (Segob), Oaxaca, Guerrero y Chiapas son los estados con más porcentaje de migrantes indocumentados en tránsito.
En la entidad, al pasar cuatro meses de la administración federal, el INM sigue sin titular y únicamente designaron a Anabel Lorenzo Robles como encargada de despacho, pero sin poder de determinación.
Cabe señalar que desde hace un año, se han registrado fenómenos migratorios como las llamadas “caravanas migrantes”, las cuales han sido asistidas por autoridades estatales y de derechos humanos.
Pero derivado de una redada a la caravana que había arribado a la región del Istmo de Tehuantepec, obligó a los hombres y mujeres de diversos países de Centroamérica a volver a utilizar “La Bestia”, el tren de carga que corre desde Chiapas, pasa por Oaxaca y se dirige a Veracruz.
Pese a los peligros, pero para no ser presa de las autoridades migratorias, los indocumentados que van al norte del país y buscan cruzar a los Estados Unidos vuelven a subirse al carguero, aún y cuando cientos de personas han muerto o perdido extremidades al caerse del tren.
Y es que decenas de puntos de revisión migratorios y policiales se han ubicado a lo largo de las carreteras desde Chiapas, no obstante hombres y mujeres lo consideran como la forma más segura, aunque riesgosa, para llegar a la frontera con Estados Unidos.
“Otra vez están volviendo a subir al tren, este es un hecho”, afirmó Alejandro Solalinde Guerra, coordinador del Albergue Hermanos en el Camino, ubicado en la región del Istmo de Tehuantepec.
“Todo volvió a ser como era antes, el gobierno no quiere que se vean. Si los migrantes van como una hilera de hormiguitas, en silencio, los van a permitir, pero no los van a dejar si es en forma masiva ni muy pública”, como lo hicieron con las grandes caravanas que comenzaron en octubre”, enfatizó.
“El flujo migratorio nadie lo va a detener”, advirtió Solalinde Guerra.
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