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| Hospital rural de Miahuatlán del IMSS |
En Miahuatlán de Porfirio Díaz tres estudiantes de nivel bachillerato, diez de nivel secundaria y otros diez de primaria reportaron cuadros de hepatitis virica A.
El brote obligó a la delegación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a implementar un cerco epidemiológico.
La dependencia consideró que el contagio puede tener su origen en el consumo de agua contaminada, por lo que se informó que solicitaría a la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris) verificar las empresas que la embotellan y comercializan en ese municipio.
Los primeros casos se presentaron a partir del pasado viernes 29 de marzo. Aunque en el municipio existe un Hospital Rural del IMSS ninguno fue atendido ahí, sino en el servicio médico particular.
A la semana número 12 de este año, la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud Federal tiene reportados 107 casos de esta enfermedad hepática que rara vez es mortal, pero causa síntomas que debilitan a quien la padece y puede desencadenar en una hepatitis fulminante, es decir una insuficiencia hepática aguda que si se asocia a una alta mortalidad.
Después de Guerrero, Guanajuato y Sinaloa, actualmente Oaxaca se encuentra en cuarto lugar a nivel nacional. En comparación con la semana 12 del año 2018 que se registraron 93 casos, la enfermedad ha registrado un repunte del 15 por ciento.
La Organización Mundial de la Salud refiere que es una epidemia asociada al consumo de alimentos o agua contaminados y suelen aparecer de manera "explosiva", sobre todo a la falta de agua salubre, saneamiento deficiente y una mala higiene personal.
La demora que conlleva a las y los pacientes a recuperarse puede traer consecuencias económicas y sociales graves en las comunidades, ya que a falta de cuidados la persona puede demorar semanas o meses en reincorporarse a las actividades escolares, laborales o cotidianas.
Los costos
El ex secretario de la Confederación Nacional de Pediatría, Carlos Pacheco Skidmore, calculó que por cada paciente se gasta de entre 5 mil pesos a 10 mil pesos, tanto por consultas, exámenes, vitaminas y revisiones extradomiciliarias durante seis meses de monitoreo, sin contar la vacuna que debe recibir la familia para evitar contagios.
La vacuna cuesta entre 700 a mil pesos y no se aplica en el sector salud porque no es parte del programa nacional de vacunación, a pesar de que es una enfermedad degenerativa que se adquiere en instituciones de salud, escuelas o cualquier población cercana a tiraderos a cielo abierto y otros focos de contaminación como ríos, arroyos o alimentos contaminados durante su preparación.
Alertó de la importancia de que las autoridades sanitarias implementen los cercos sanitarios, ya que es una enfermedad infecciosa que baja las defensas del aparato inmunológico y representa un problema de salud pública.
Noticias Oaxaca.
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