El uso de la dinamita causó derrumbes en las tierras de los ejidatarios. |
En los primeros meses del 2014, a través de una empresa filial, personal de Petróleos Mexicanos (Pemex) se presentó a diferentes comunidades zapotecas de Santiago Yaveo, perteneciente a la región de la Cuenca del Papaloapan, a convencer a los ejidatarios para que permitieran el desarrollo de estudios sísmicos.
Aunque, la realidad fue otra, porque lo que hizo fueron estudios sismográficos para la búsqueda o localización de yacimientos de petróleo, mediante la perforación y detonación de decenas de pozos con cargas de dinamita.
Pero la filial de Pemex no solamente engañó a los ejidatarios, sino también provocó graves daños por las explosiones en casas, en parcelas y hasta en pozos, arroyos y manantiales.
“Llegaron y nos dijeron que harían un estudio sísmico, incluso, hasta ofrecieron hacer algunas obras para rehabilitar escuelas y los caminos, pero nos mintieron y no cumplieron”, afirmó Gabriel Ángeles Pérez, originario de la comunidad de San Juan Jaltepec.
A principios de abril de ese año, personal de la Compañía Mexicana de Exploraciones S.A. de C.V. (Comesa), domiciliada en el kilómetro 66 de la carretera Loma Bonita-Sayula –filial de Pemex–, acudió a las asambleas ejidales en San Juan Jaltepec, Dolores Hidalgo y Francisco Villa, para obtener la autorización de los titulares de diferentes parcelas y así poder desarrollar el Estudio Sismológico Loma Bonita-Ixcatlán 3D3C (Bloque Jaltepec).
En el convenio de permiso, signados en su mayoría por los jefes de gestoría, Salomón Clemente Sánchez y Mario Fernando Gómez Padilla, la sucursal de Pemex describió que los trabajos consistían en apertura y acondicionamiento de líneas de fuente de dos metros de ancho y líneas receptoras de un metro, levantamiento topográfico, orificios para puntos fuerte, tendido y retendido de cables y receptoras para la obtención de datos sísmicos.
Uso de dinamita
“Para eso se les autorizó, aunque después empezaron las dudas, pues por qué una empresa dedicada a la exploración y producción petrolera estaba haciendo un estudio sísmico”, asentó.
En realidad, lo que hizo Comesa fue perforar decenas de pozos, donde colocaron dinamita, a través de tubos.
“Cuando nos dimos cuenta que hacían, fue por la explosiones en los pozos, pero no sabíamos cuál era la intención”, añadió.
Ante los efectos de la explosiones, los dueños de las tierras reclamaron al personal de la filial de Pemex los daños en parcelas y en viviendas.
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“Por las detonaciones, hubo muchos deslaves en terrenos, principalmente de árboles frutales, y cuarteaduras en casas”, anotó.
Se secaron los pozos
Aunque después notaron que las explosiones también habían provocado afectaciones en los mantos acuíferos.
“De pronto se acabó el agua, se secaron pozos, arroyos y manantiales”, refirió.
Por esta situación, los ejidatarios reclamaron a Comesa su salida de las comunidades, pero tampoco recibieron alguna explicación.
“No dieron ninguna información, ni cuándo se iban a ir. Solamente nos dimos cuenta cuando desaparecieron de un día para otro, en el 2016”, asentó.
Sin embargo, la empresa filial de Pemex se marchó sin pagar los daños y sin recoger los materiales y objetos que utilizaron para la perforación de los pozos.
“Dejaron mucha basura, tubos, metales, plásticos”, contó.
Dicen que hay dinamita
Pero lo más grave fue que algunos de los pozos no los hicieron estallar y aún permanecen con la dinamita.
“Ya no quieren ir los ejidatarios a sus parcelas, porque tienen miedo que exploten cuando ellos estén trabajando. No saben qué hacer, ni cómo actuar”, externó.
Ante la interrogante dejada por los trabajos realizados por Comesa, los indígenas zapotecos se comenzaron a informar y descubrieron realmente que había realizado la filial de Pemex.
“Buscamos en la página web de la Secretaría de Economía y nos dimos cuenta que nuestro territorio está contemplado en las asignaciones petroleras. Estamos dentro de los polígonos para la explotación de petróleo y gas. Aunque desconocemos si ya se adjudicó nuestro territorio a una empresa”
Para enfrentar esta situación, los ejidatarios intentaron organizarse con el propósito de reclamar la reparación de los daños, pero han desistido por ahora, al estar en riesgo su vida.
Bajo amenaza
“Hace unos meses, recibimos amenazas de muerte en María Lombardo de Caso (San Juan Cotzocón), para que no nos organizáramos y manifestáramos. Fue de un grupo del crimen organizado que opera en Playa Vicente (Veracruz), ligado a la Asociación Ganadera de ese estado; nos dijeron claramente que nos atuviéramos a las consecuencias si hacíamos algo”, terminó.
Pemex quebrantó la ley
Por carecer de alguna asignación de la Secretaría de Energía (SE), Pemex quebrantó la ley al realizar exploraciones en la búsqueda de hidrocarburos en las comunidades de Santiago Yaveo, afirmó el especialista de la Alianza Mexicana en contra del Fracking, Francisco Cravioto Lagos.
“Sin un contrato o asignación, como dispone la Ley de Hidrocarburos, la empresa está impedida en hacer este tipo de exploraciones”, asentó.
De este modo, el activista en defensa del territorio sostuvo que Pemex operó en la ilegalidad porque necesariamente debió contar con un contrato o asignación para la exploración y en su caso, la extracción de hidrocarburos.
“Así de sencillo”, señaló.
No obstante, observó que ninguna de las comunidades indígenas zapotecas de Santiago Yaveo, aparecen inscritas en las Rondas México, donde la Comisión Nacional de Hidrocarburos, reporta la información sobre los contratos para la exploración y extracción de hidrocarburos.
“Quizá lo hizo porque Yaveo está cerca de las zonas de Veracruz que comprenden las rondas uno y dos”, indicó.
Explorón, no solo realizó estudios
Sin embargo, destacó que Pemex actuó con dolo por haber mentido a a las comunidades de Santiago Yaveo, porque hizo actividades exploratorias y no un estudio sismológico.
“Hay dolo de la empresa, porque engañó a los habitantes, al no informar plenamente sobre sus actividades”, indicó.
Ante esto, resaltó que Pemex incurrió en violaciones a los derechos de las comunidades indígenas, pues no se realizó una consulta libre, previa e informada y con esto, se violentaron sus derechos a la libre determinación y autonomía.
“Muchos derechos fueron violados”, apuntó.
Dentro de esto, enlistó sus derechos al medio ambiente sano, al derecho al acceso al agua y a la salud, porque las perforaciones y detonaciones de explosiones provocaron afectaciones en arroyos y pozos, ante la modificación de los mantos acuíferos.
Frente a ello, Cravioto Lagos dijo que las comunidades indígenas zapotecas de Santiago Yaveo pueden no solamente presentar la denuncia pública, sino también presentar un caso jurídico.
Derrumbes y cuarteaduras por la dinamita
“Hay muchos derrumbes en mi terreno, porque la tierra se aflojó por las explosiones. También, hay varias cuarteaduras en la casa y en el piso. Se los hice ver, pero no me hicieron caso, me dijeron que los daños ya estaban, pero fue por la dinamita que usaron los trabajadores de Comesa. Hasta los tubos me dejaron en los 20 pozos que perforaron en mi terreno. Queremos que paguen los daños, porque los árboles de limón están enfermos, por las detonaciones y los químicos que utilizaron. También un manantial se secó y la tierra se sigue sumiendo; prometieron que iban a arreglar los caminos cosecheros, pero no cumplieron”: Marcelo Almendra Chávez, ejidatario afectado de Nuevo Ocotlán.
Se secó el manantial, se fue el agua
“En mi terreno hicieron 12 perforaciones, con las explosiones, la tierra se está sumiendo, hay una gran grieta. Como había un manantial, tenía ganado, pero se secó con la dinamita, se fue el agua. Entonces, tuve que vender mis vacas, porque ahí tomaban agua. Y de eso, mantenía a mi familia. También afectó los árboles de limón; cuando vino el ingeniero de Comesa le enseñé los daños, pero me dijo que ya estaban enfermos, pero no fue así, la hoja se arrugó y se puso amarilla a los dos meses que vinieron a perforar. De los derrumbes y las grietas, dijo que era por una falla geológica, pero tampoco es cierto, porque se dieron al año y medio de las explosiones”: Salvador Medina Silva, ejidatario afectado de Dolores Hidalgo.
Dinamita para buscar petróleo
Los estudios sismográficos para la búsqueda o localización de yacimientos de petróleo consisten en hacer estallar cargas de dinamita en pozos de poca profundidad, normalmente hasta 10 metros.
Las ondas producidas por la explosión atraviesan las capas subterráneas y regresan a la superficie. Los geófonos las captan y las envían a la estación receptora, donde son recibidas por equipos especiales de cómputo.
Se puede medir el tiempo transcurrido entre el momento de la explosión y la llegada de las ondas reflejadas, pudiéndose determinar así la posición de los estratos y su profundidad, describiendo la ubicación de los anticlinales favorables para la acumulación del petróleo.
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