Marcelo Ebrard, Porfirio Muñoz Ledo y Mario Delgado, en la reunión con el cuerpo diplomático. Foto Pablo Ramos |
Ana Langner
Ciudad de México.
El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón, instruyó a los representantes de México en el extranjero a diseñar una nueva política exterior que respete el principio de no intervención, sea congruente con la política interna y se enfoque en relaciones bilaterales productivas por regiones y causas.
En la cancillería mexicana ayer empezaron los trabajos de la XXX Reunión de Embajadores y Cónsules (REC 2019), en donde durante cinco días se delinearán las prioridades en materia de política exterior del gobierno para los próximos seis años.
Al dirigirse por primera vez en este sexenio a los representantes diplomáticos de México en el mundo, y de cara a las críticas que surgieron luego que el Estado mexicano determinara no suscribir la declaración del Grupo de Lima –que insta al presidente venezolano, Nicolás Maduro, a no asumir un nuevo mandato–, el canciller reiteró: Defendemos el principio de no intervención, solución pacífica de los conflictos y cooperación para el desarrollo, sin que eso signifique pasividad, sino respeto a los países.
Rechazó que lo anterior signifique asumir una postura de despreocupación sobre los derechos humanos y afirmó que el nuevo gobierno tiene un compromiso con las garantías fundamentales, ya que primero debe atenderse el tema a nivel particular y eso dará autoridad moral para poder opinar a escala mundial del asunto.
Asimismo, expuso a embajadores y cónsules que esta administración aspira a tener la relación más estrecha posible con todos los países. Expresó que las causas globales que animan al gobierno y con las cuales se siente identificado son: derechos humanos, fortalecimiento de valores democráticos, preocupación sobre el cambio climático y las acciones que debemos realizarse para salvaguardar a las futuras generaciones de México.
Expuso que con América del Norte vamos a necesitar nuevas respuestas. No apelamos sólo a la tradición, sino también a la imaginación. Les dijo también que es necesario pensar una relación diferente con Asia, así como con la Unión Europea, pues pese a que con ese bloque se tiene una nueva herramienta en curso, se requerirán nuevos elementos de trabajo.
Explicó que con las nuevas responsabilidades que de la mano con la Secretaría de Hacienda tendrá la de Relaciones Exteriores para promover a México en el mundo, será necesario estrechar la relación con el sector empresarial.
Otra de las prioridades mencionadas fue sobre la región del sur de México y los países de América Central, en particular Honduras y El Salvador: El gobierno mexicano anunció acciones de miles de millones de dólares que en la Cámara de Diputados aprobaron recientemente y ahora se busca que también los países del norte, de Centroamérica, nuestros vecinos inmediatos, participen en el mismo esfuerzo de desarrollo en el que la comunidad internacional pueda ser parte.
En la cancillería mexicana ayer empezaron los trabajos de la XXX Reunión de Embajadores y Cónsules (REC 2019), en donde durante cinco días se delinearán las prioridades en materia de política exterior del gobierno para los próximos seis años.
Al dirigirse por primera vez en este sexenio a los representantes diplomáticos de México en el mundo, y de cara a las críticas que surgieron luego que el Estado mexicano determinara no suscribir la declaración del Grupo de Lima –que insta al presidente venezolano, Nicolás Maduro, a no asumir un nuevo mandato–, el canciller reiteró: Defendemos el principio de no intervención, solución pacífica de los conflictos y cooperación para el desarrollo, sin que eso signifique pasividad, sino respeto a los países.
Rechazó que lo anterior signifique asumir una postura de despreocupación sobre los derechos humanos y afirmó que el nuevo gobierno tiene un compromiso con las garantías fundamentales, ya que primero debe atenderse el tema a nivel particular y eso dará autoridad moral para poder opinar a escala mundial del asunto.
Asimismo, expuso a embajadores y cónsules que esta administración aspira a tener la relación más estrecha posible con todos los países. Expresó que las causas globales que animan al gobierno y con las cuales se siente identificado son: derechos humanos, fortalecimiento de valores democráticos, preocupación sobre el cambio climático y las acciones que debemos realizarse para salvaguardar a las futuras generaciones de México.
Expuso que con América del Norte vamos a necesitar nuevas respuestas. No apelamos sólo a la tradición, sino también a la imaginación. Les dijo también que es necesario pensar una relación diferente con Asia, así como con la Unión Europea, pues pese a que con ese bloque se tiene una nueva herramienta en curso, se requerirán nuevos elementos de trabajo.
Explicó que con las nuevas responsabilidades que de la mano con la Secretaría de Hacienda tendrá la de Relaciones Exteriores para promover a México en el mundo, será necesario estrechar la relación con el sector empresarial.
Otra de las prioridades mencionadas fue sobre la región del sur de México y los países de América Central, en particular Honduras y El Salvador: El gobierno mexicano anunció acciones de miles de millones de dólares que en la Cámara de Diputados aprobaron recientemente y ahora se busca que también los países del norte, de Centroamérica, nuestros vecinos inmediatos, participen en el mismo esfuerzo de desarrollo en el que la comunidad internacional pueda ser parte.
La Jornada
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