María Luisa Albores, titular de la Secretaría de Bienestar, presentó a su equipo de trabajo en Oaxaca.
Alonso Pérez Avendaño
La población de Oaxaca –y del sureste en general- se presenta como uno de los máximos retos de la Secretaría de Bienestar, la dependencia que el presidente Andrés Manuel López Obrador reformuló para atender uno de los objetivos de más larga data y en los que mayores fracasos ha encontrado el Estado mexicano, la disminución de la pobreza y de la pobreza extrema.
En la sede de lo que serán las oficinas nacionales de la secretaría, su titular, María Luisa Albores, presentó a su equipo de trabajo y resaltó el mensaje que implica que esta dependencia se fije en Oaxaca, “es un mensaje fuerte”, aseguró y presentó cifras que permanecen marcadas férreas en el presente de este estado:
“532 municipios viven en situación de pobreza en un 50%. Los últimos datos que nos da Coneval, del 2012 al 2016, nos hablan de 418 mil personas en situación de pobreza y 170 mil en pobreza extrema, en este sentido planteamos que esté la Secretaría de Bienestar acá, es justo empezar a sembrar algo diferente que nos ayude a los mexicanos y las mexicanas, a los oaxaqueños, a las oaxaqueñas a ir saliendo de esa pobreza”, dijo la funcionaria.
Esa pobreza, si bien no es exclusiva del estado sí encuentra dinámicas distintas, abismales cuando se compara con la de otros estados. En Nuevo León, la entidad que encabeza muchos de los rubros de productividad nacional, el porcentaje de población en pobreza se redujo entre 2010 y 2016 6.8 puntos porcentuales, llegando a 14.2% desde 21%; en ese periodo, en Oaxaca el porcentaje de pobladores en pobreza aumentó de 67 a 70.4%. Por eso, en el estado y en aquellos donde haya población indígena, la Secretaría aplicará medidas compensatorias.
A través de la Subsecretaría de Bienestar –que dirigirá dos de los programas asistenciales más importantes de la Cuarta Transformación- quitará en Oaxaca candados a apoyos que entregará en el resto del país con restricciones de edad.
El apoyo a personas con discapacidad, mil 270 pesos mensuales, que en poblaciones urbanas se entregará a la población comprendida entre 0 y 28 años, en comunidades originarias lo recibirán desde los 0 a los 64 años. A partir de los 65 años los beneficiarios entrarán al esquema de adultos mayores.
Albores anunció además que el proyecto de la nueva secretaría es incluyente y diverso en los frentes que atenderá, desde la reforestación con el proyecto Sembrando Vida, hasta el impulso a la economía local, los adultos mayores, los jóvenes y con una estrecha relación con el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI).
Ante el reto de combatir una pobreza generalizada en estados como Chiapas, Albores asumió que “no va a ser fácil, pero podemos iniciar, comenzar a tejer”.
El equipo de Bienestar
La población de Oaxaca –y del sureste en general- se presenta como uno de los máximos retos de la Secretaría de Bienestar, la dependencia que el presidente Andrés Manuel López Obrador reformuló para atender uno de los objetivos de más larga data y en los que mayores fracasos ha encontrado el Estado mexicano, la disminución de la pobreza y de la pobreza extrema.
En la sede de lo que serán las oficinas nacionales de la secretaría, su titular, María Luisa Albores, presentó a su equipo de trabajo y resaltó el mensaje que implica que esta dependencia se fije en Oaxaca, “es un mensaje fuerte”, aseguró y presentó cifras que permanecen marcadas férreas en el presente de este estado:
“532 municipios viven en situación de pobreza en un 50%. Los últimos datos que nos da Coneval, del 2012 al 2016, nos hablan de 418 mil personas en situación de pobreza y 170 mil en pobreza extrema, en este sentido planteamos que esté la Secretaría de Bienestar acá, es justo empezar a sembrar algo diferente que nos ayude a los mexicanos y las mexicanas, a los oaxaqueños, a las oaxaqueñas a ir saliendo de esa pobreza”, dijo la funcionaria.
Esa pobreza, si bien no es exclusiva del estado sí encuentra dinámicas distintas, abismales cuando se compara con la de otros estados. En Nuevo León, la entidad que encabeza muchos de los rubros de productividad nacional, el porcentaje de población en pobreza se redujo entre 2010 y 2016 6.8 puntos porcentuales, llegando a 14.2% desde 21%; en ese periodo, en Oaxaca el porcentaje de pobladores en pobreza aumentó de 67 a 70.4%. Por eso, en el estado y en aquellos donde haya población indígena, la Secretaría aplicará medidas compensatorias.
A través de la Subsecretaría de Bienestar –que dirigirá dos de los programas asistenciales más importantes de la Cuarta Transformación- quitará en Oaxaca candados a apoyos que entregará en el resto del país con restricciones de edad.
El apoyo a personas con discapacidad, mil 270 pesos mensuales, que en poblaciones urbanas se entregará a la población comprendida entre 0 y 28 años, en comunidades originarias lo recibirán desde los 0 a los 64 años. A partir de los 65 años los beneficiarios entrarán al esquema de adultos mayores.
Albores anunció además que el proyecto de la nueva secretaría es incluyente y diverso en los frentes que atenderá, desde la reforestación con el proyecto Sembrando Vida, hasta el impulso a la economía local, los adultos mayores, los jóvenes y con una estrecha relación con el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI).
Ante el reto de combatir una pobreza generalizada en estados como Chiapas, Albores asumió que “no va a ser fácil, pero podemos iniciar, comenzar a tejer”.
El equipo de Bienestar
Javier May Rodríguez, exsenador por Tabasco, quien fungirá como subsecretario de Inclusión Social, tendrá a su cargo el proyecto Sembrando Vida, con el objetivo de reforestar un millón de hectáreas y generar 400 mil empleos permanentes.
A los beneficiarios de este programa, con el que se busca reactivar la producción agraria en 19 entidades (ocho en 2019), se pagará al propietario de 2.5 hectáreas cinco mil pesos mensuales, de los cuales el 10% ingresarán a un fondo de ahorro de donde se obtendrán créditos.
Luz Beatriz Rosales, será la directora del Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol), que buscará favorecer la cohesión social con la participación de organizaciones de la sociedad civil en temas como la trata de personas y la erradicación de la violencia de género.
Guillermo Santiago Rodríguez, será el titular del Instituto Nacional de la Juventud; en el Instituto Nacional de Personas Adultos Mayores (Inapam), la directora será Elsa Julita Veites Arévalo; y el Instituto Nacional de la Economía Social (INAES) estará a cargo de Juan Manuel Martínez Luria.
El Imparcial Oaxaca
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