lunes, 10 de diciembre de 2018

Nahle: laboran refinerías a sólo 38% de su capacidad.


La titular de la Secretaría de Energía, Rocío Nahle, dio a conocer el Plan Nacional de Refinación. Foto Carlos Ramos Mamahua / Archivo

Alma E. Muñoz - Enviada

Paraíso, Tab. La modernización de las seis refinerías –que en promedio trabajan a una capacidad de 38 por ciento, lo que ha generado la importación de 80 por ciento de las gasolinas que se consumen en México–, dará comienzo en 2019, al igual que la construcción de la séptima en el puerto marítimo de Dos Bocas, en este municipio.

Al dar a conocer el Plan Nacional de Refinación, la titular de la Secretaría de Energía, Rocío Nahle, aseguró que actuarán en forma inmediata, porque al final del presente año México tendrá el mayor déficit de su historia en la balanza comercial petrolera. De un superávit de 15 mil millones de dólares que tuvimos en 2008, pasamos a un déficit de 24 mil millones de dólares en este año, dijo.

Además de que la importación de petrolíferos fue por 55 mil millones de pesos, mientras el reporte de exportación fue de 31 mil millones de dólares.

Nahle señaló que la capacidad de refinación instalada de Petróleos Mexicanos (Pemex) permite cubrir 70 por ciento del consumo nacional, aunque la falta de mantenimiento, inversión y deficiencias operativas han tenido como resultado un alto índice de paros no programados, baja utilización y, en consecuencia, bajos rendimientos.

Frente a ello, dijo que Pemex estableció un programa con un adecuado balance de materia para que sea capaz de extraer y procesar el petróleo producido, y así abastecer de carga a las refinerías, conforme se vayan rehabilitando los equipos críticos en cada centro de trabajo, mediante mantenimiento, remplazo de piezas, equipo nuevo, tecnología de punta y más.

Detalló que en una primera etapa, en la refinería de Salamanca, se hará mantenimiento al tren de proceso para que al final de 2019 sea capaz de recibir carga y producir de 70 a 75 por ciento de su capacidad. En la de Minatitlán se dará atención esencial al cambio de catalizador y se rehabilitará la planta Mina 1 para que aumente la carga a mediados del siguiente año.

Por contar con la infraestructura más crítica, al estar más de un año fuera de operación, en la de Madero se empezará a trabajar en enero y se pondrá en operación el tren de refinación número 2 en noviembre del año próximo.

Los equipos dinámicos de la refinería de Cadereyta recibirán mantenimiento profundo, y la de Salina Cruz contará con un programa intenso para reconstruir el sistema de recibimiento de crudo y distribución de plantas primarias. La meta es alcanzar para diciembre del próximo año una producción de hasta 70 por ciento de su capacidad.

En tanto, en la refinería de Tula se intervendrá una planta abandonada, indispensable para aumentar la producción de gasolinas.

Como segunda estrategia se construirá la refinería en Dos Bocas, en un terreno de 566 hectáreas de propiedad federal, con una capacidad de procesamiento de 340 mil barriles por día, manejará un crudo de 22 grados API, tendrá una tecnología de alta eficiencia energética, 17 plantas de proceso, 93 tanques y esferas de almacenamiento. 
 
La Jornada

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