lunes, 8 de octubre de 2018

Templo Mayor (Columna).



CUENTAN que a los diputados del flamante Congreso de la Ciudad de México ya no les está gustando eso de la austeridad... especialmente cuando se la quieren aplicar a ellos.

SEGÚN lo que se comenta en el recinto de Donceles, varios legisladores están inconformes porque no pueden contratar a sus cuates y compadres para integrar sus equipos. Y lo que menos les gusta es tener que trabajar con personal de base, pues los consideran poco productivos.

Y ES QUE los sindicalizados cuentan con dos periodos de vacaciones al año de 15 días cada uno -¡un mes de vacaciones!-, más cinco días "económicos" que pueden tomar en cualquier momento, gozan de todos los días feriados del calendario y en el aniversario de su sindicato, pueden tomar otro día o se los pagan doble.

ESAS Y OTRAS prestaciones, obviamente, no se las sacaron de la manga los sindicatos, sino que fueron aprobadas por los mismos partidos políticos en pasadas legislaturas. Así que ahora con eso es con lo que tienen que trabajar. Y a ver si se apuran, pues ya van para un mes y apenas han podido instalar cuatro comisiones legislativas.



ALLÁ en Quintana Roo están sorprendidos con las habilidades acrobáticas de la senadora Marybel Villegas, pues de un salto pasó de ser borgista a convertirse en morenista.

SU HISTORIAL de piruetas políticas incluye chapulinazos que la llevaron de involucrada en el PRI, a pasarse del lado del PAN y del PRD. Y ahora que está con Morena, ya hasta sueña con ser gobernadora.

TAN ES ASÍ que la senadora acaba de emprender una campaña en contra del Congresoquintanarroense y en especial contra su presidente, el panista Eduardo Martínez Arcila, para que no le saquen sus trapos sucios. Resulta que cuando fue diputada local -al servicio de Roberto Borge- avaló concesiones de agua bastante turbias, que hoy están siendo investigadas. Y de eso no quiere acordarse.



A PESAR de ser tan activos en redes sociales, resulta curioso que los morenistas no se hayan tomado la molestia de comentar algo sobre la supuesta cita de Andrés Manuel López Obrador en el Instituto Nacional de Cardiología.

LAS FOTOS comenzaron a circular el fin de semana y se dice que fueron tomadas el martes pasado. Ese día fue la ceremonia por el aniversario del movimiento del 68, y ahí el Presidente electo llevaba la misma ropa que en su presunta visita al hospital.

A MÁS de uno le causa curiosidad el hecho de que no se haya difundido que AMLO acudió a ese centro de salud, dado que su agenda es bastante transparente. Sería bueno saber si realmente estuvo ahí o si es un caso más de fake news.

Reforma

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