lunes, 23 de abril de 2018

Titulares de los Principales Medios de Circulación Nacional.

Tunden a AMLO; domina Anaya

Ricardo Anaya, del Frente, y López Obrador, de Morena. Foto: Especial

Claudia Guerrero

Cd. de México 

Una andanada de cuestionamientos contra Andrés Manuel López Obrador sobresalió sobre las propuestas en el primer debate presidencial.

La ventaja la sacó el frentista Ricardo Anaya, quien exhibió datos, citas de libros y fotografías, cuestionando principalmente al tabasqueño.

Con tres moderadores y un formato que permitió una mayor interacción entre candidatos, el primer debate organizado por el INE tuvo -de acuerdo con contabilidad de REFORMA- 88 acusaciones, 50 de ellas dirigidas contra el candidato de la Coalición Juntos Haremos Historia, de las cuales apenas respondió 11.

A López Obrador lo cuestionaron por su propuesta de otorgar amnistía a criminales, por el cargo de sus hijos en Morena y por su alianza con Elba Esther Gordillo y Napoleón Gómez Urrutia, entre otras.

Sobre la amnistía, AMLO respondió que la violencia no se puede enfrentar con violencia.

Ricardo Anaya, de la coalición Por México al Frente, le recordó que en su libro "Fobaproa, Expediente Abierto" criticó a quienes aprobaron el rescate bancario, pero no repara que entre quienes lo avalaron estuvo Miguel Ángel Navarro, candidato a senador por Morena en el Estado de Nayarit.

El panista le recetó a Meade su 7 de 7: "Odebrecht, el socavón, la Estafa Maestra, Javier Duarte, César Duarte, Roberto Borge" y le mostró una imagen donde aparece en un festejo de cumpleaños con el ex Gobernador de Chihuahua cuestionándole: "¿De qué tamaño es la rebanada del pastel que te tocó?".

El frentista Anaya fue cuestionado en dos ocasiones por los moderadores sobre las presuntas operaciones de lavado realizadas en Querétaro en la compraventa de una nave industrial.

Meade acusó a AMLO de tener tres departamentos sin declararlos. López Obrador replicó: "No tengo tres departamentos a mi nombre; si los tengo, se los regalo".

Jaime Rodríguez, "El Bronco", sorprendió con propuestas polémicas, como la de que les cortará las manos a los corruptos si gana.

La independiente Margarita Zavala fue cuestionada por las cuentas de Gobierno que dejó su esposo, el ex Presidente Felipe Calderón.


 Ahora sí debatieron; corrupción, amnistía y revocación calientan la campaña


http://cdn2.excelsior.com.mx/media/styles/imagen_portada_grande/public/pictures/2018/04/23/1904706.jpg
Los candidatos a la Presidencia de la República se reunieron en el Palacio de Minería para el primer debate organizado por el Instituto Nacional Electoral (INE). Foto: Especial
Corrupción, uso de prerro­gativas de los partidos, fis­cal anticorrupción, el caso Odebrecht, la amnistía y la re­vocación de mandato fueron los puntos álgidos durante el primer debate presidencial 2018, realizado en el Palacio de Minería.


CIUDAD DE MÉXICO.

Corrupción, uso de prerrogativas de los partidos, fiscal anticorrupción, el caso Odebrecht, la amnistía y la revocación de mandato fueron los puntos álgidos durante el primer debate presidencial 2018, realizado en el Palacio de Minería.

El formato de este debate, a diferencia de los ocurridos en elecciones previas, permitió un mayor intercambio de señalamientos entre los cinco candidatos.

José Antonio Meade, Ricardo Anaya, Andrés Manuel López Obrador y Jaime Rodríguez entablaron una discusión sobre la propuesta de amnistía del tabasqueño, quien recibió cuestionamientos de todos los candidatos.

Margarita Zavala fue criticada por la gestión de su esposo, el expresidente Felipe Calderón.

A Meade lo acusaron de cargar con el desprestigio del PRI y Jaime Rodríguez fue señalado por llevar firmas falsas para su candidatura.

Mientras que a Ricardo Anaya le señalaron haberse hecho de una nave industrial para la cual no acreditó cómo logró un crédito bancario.

En el debate destacó el momento en el que el candidato independiente propuso cortar la mano a quien robe en el servicio público.

Al concluir el debate, Meade, Anaya y Zavala dieron sus impresiones del encuentro en el programa especial de Imagen Televisión.

-Con información de Andrés Becerril, Vanessa Alemán, Héctor Figueroa, Ernesto Méndez e Iván Saldaña 

PROPUESTAS 
  • Margarita Zavala llamó a los ciudadanos a no conformarse con el menos malo.
  • José Antonio Meade expresó que quiere hacer equipo con quienes apuestan al esfuerzo.
  • Ricardo Anaya señaló que el 1 de julio está en juego el futuro de una generación.
  • Andrés Manuel López Obrador aseguró que hará la cuarta transformación del país.
  • El Bronco dijo que es tiempo de cambiar y se comprometió a contestar los Whatsapp. 

MENSAJE AL SALIR

  • Zavala dijo que fue la oportunidad de hablarles a los mexicanos porque hay una enorme inequidad.
  • José Antonio Meade aseguró que ganó el debate con “ideas”, además de dos departamentos.
  • Ricardo Anaya también se declaró ganador y ofreció hacer un gobierno honesto y de resultados.
  • López Obrador consideró que les fue bien y respondió a señalamientos del panista.
  • Jaime Rodríguez expresó que presentará una iniciativa para que se apruebe la sanción que propuso.
  • El debate prende fuego en Minería
El vetusto Palacio de Minería se convirtió ayer en una abrazadora fragua. En el primer debate presidencial, José Antonio Meade, Ricardo Anaya, Jaime Rodríguez y Margarita Zavala lanzaron fogonazos a Andrés Manuel López Obrador. El tabasqueño se hizo a un lado, aunque lo acusaron de deshonesto, mentiroso, marrullero, títere de criminales y espanta inversiones.

Todos están contra mí, echándome montón”, se defendió López Obrador, candidato de Morena-PT-PES. “Todos me traen en la punta de la lengua”, recalcó después, para evidenciar que lo echaron en medio. “No es montón, es que dices barbaridades”, le dijo El Bronco.

Aunque casi al final del la hora y 54 minutos de debate, López Obrador no aguantó más y a Meade le dijo que quiere “avanzar con calumnias”, porque está en una situación difícil por tener de su lado al gobierno.

Pero la cosa no quedó ahí. Rompió el protocolo, debió salir después de Zavala, pero sin decir adiós y mientras los otros candidatos estaban en su atril, el tres veces aspirante presidencial salió del patio central del Palacio de Minería, donde se montó el set para este debate, en el que los cinco candidatos salieron raspados de distintas formas.

Si la intención de Meade, Zavala, Anaya y Rodríguez era noquear a López Obrador, éste pudo cabecear y momentáneamente librarla.

A Margarita le criticaron ser esposa de Felipe Calderón, a Meade lo acusaron de cargar con el desprestigio del PRI, a Rodríguez de haber llevado firmas falsas para poder ser candidato independiente y a Anaya de haberse hecho de una nave industrial, que no comprobó cómo logró un crédito bancario, y aunque llevó al debate muchas cartulinas y una sentencia a su favor, no llevó el estado de cuenta del crédito.

En los puntos de debate, sobre seguridad, impunidad, corrupción y personas en situación de vulnerabilidad, los cinco aspirantes a la Presidencia de México en realidad no dijeron nada que no hayan dicho en los meses que llevan en campaña.

Anaya le insistió a López Obrador que ¨está muy simpático lo de amor y paz, pero no responde nada”.

Meade le dijo al tabasqueño que más que usar la escoba para barrer la corrupción en el gobierno, como dice, lo que en realidad “le gusta es usar el recogedor, más que la escoba. Está dispuesto a aliarse con lo más corrupto de México, Napoleón Gómez Urrutia, Elba Esther Gordillo”.

Lo que llamó la atención en los señalamientos de corrupción que hizo López Obrador a Meade, como representante del PRI, fue que nunca estuvo en su blanco el presidente Peña Nieto.

López Obrador insistió en que al llegar a la Presidencia venderá el avión José María Morelos y Pavón y toda la flota de helicópteros y aviones del gobierno. Mencionó que ya “hasta se lo ofrecí a (Donald) Trump” A esto, Jaime Rodríguez le reprochó por haber ofrecido lo que no es suyo.

De hecho, el gobernador de Nuevo León con licencia y que entró como candidato independiente se le dejó ir al tabasqueño, preguntándole directamente, “Contesta, ¿eres honesto, honesto, honesto, cuatro veces honesto?”.

La respuesta de López Obrador fue inmediata, “mil veces honesto”. El Bronco le soltó “eres marrullero” y le dijo que no se confiara en las encuestas que presentó ahí dándose como ganador de la elección.

Para subrayar que no es corrupto, López Obrador dijo “si fuese corrupto ya me hubiera destruido la mafia del poder, todos son corruptos, menos el que ya sabes quién¨, dijo echando mano de su spot de campaña.

Meade le argumentó a López Obrador que tenía tres departamentos que no había declarado y éste le respondió que si era cierto se los regalaba, gesto que el exsecretario de Hacienda agradeció.

Pero como todos salieron con algún raspón, Rodríguez le preguntó a Meade si había tenido algo que ver con la triangulación de fondos a los gobernadores que estaban en proceso penal, a lo que respondió, ¨yo tuve que ver para que estén en la cárcel¨. Y mientras mostraba un cartón con las acusaciones en contra del exgobernador de Quintana Roo, Roberto Borge por lavado, con una fotografía de éste, afirmó que hay otros fuera de la cárcel y quitó la foto de Borge para descubrir la de Anaya.

Quien le puso la sal y la pimienta al debate, como lo vaticinó Luis Carlos Ugalde, extitular del desaparecido IFE, fue Rodríguez Calderón. Se aventó la puntada de que le corten la mano al funcionario público que robe.

Entre las acusaciones de Meade a López Obrador, que dejó pasar por estrategia, fue que el tabasqueño ¨hace equipo con los malos¨y que es un ¨títere de los criminales¨. Ahí fue el momento donde Anaya se sumó al representante priista para decir que López Obrador ¨espanta las inversiones¨.

El Bronco dijo que él había podido ser uno de los muertos de la ola de criminalidad que hay en el país. Y mencionó, después de mostrar una bala, que ¨yo le prometí a mi hijo, que lo encontré muerto¨, que lucharía, aunque dijo que ¨no soy superman¨.

En el tema de seguridad, López Obrador se amparó en las estadísticas de cuando fue jefe de gobierno de la Ciudad de México. “Yo he tenido éxito, cuando fui jefe de Gobierno, bajó delincuencia, ahí están los datos”. Por los dichos de López Obrador de que habría amnistía para los delincuentes, como sí lo dijo, todos le pidieron explicaciones. ¨Amnistía no significa impunidad, se ha manejado de manera mal intencionada que quiero sacar de la cárcel a quienes han cometido delitos”.

El tres veces candidato presidencial dijo que siendo Presidente va a combatir la pobreza. Y reeditó su frase de campaña del 2000 “primero los pobres”. Sostuvo que éstos han crecido en el gobierno neoliberal. Y mencionó que el 2 de julio convocaría a expertos para elaborar un plan y definir conjuntamente qué hacer con una amnistía” y volvió a decir que para esto invitaría al papa Francisco.

Meade, en ese contexto le reclamó a López Obrador que quiere perdonar lo imperdonable y Anaya que la amnistía no funcionó en Colombia.

Margarita dijo que el “el eje de mi gobierno será defender a los mexicanos defenderte de los partidos, de López Obrador, de Trump, la sociedad tiene más miedo. Voy a fortalecer la policía. Voy a hacer lo que tenga que hacer para defenderte. Voy a defender a los mexicanos con valores”.

En el tema de combate a la corrupción e impunidad, Meade dijo que lo que más nos indigna es la corrupción y prometió que no habría ni estafas maestras ni ligas ni naves industriales. No más Ministerio Público de consignas y la 7de7 obligatoria. “No tengo componendas con ninguna persona¨. Y sostuvo que hay millones de servidores públicos buenos. Y repitió que “seré presidente sin fuero¨.

López Obrador discrepó con lo que hace tiempo dijo el presidente Peña sobre que la corrupción era cultural. “Gobernaré con el ejemplo, vamos a limpiar el gobierno de corrupción de arriba para abajo como se barren las escaleras”.

Anaya trajo a colación las fotos de Gustavo Ponce, René Bejarano y Carlos Ímaz, cuando recibían dinero de Carlos Ahumada, en la gestión de López Obrador al frente de la Ciudad de México. Y Meade apuntaló esa idea diciendo que Morena, el partido de López Obrador, tiene presupuesto de tres mil millones de pesos y que de ahí viven los hijos del candidato y otros familiares.

Anaya le menciono a López Obrador que en su libro sobre el Fobaproa, acusa de corrupto a Alfonso Romo, y que ahora es su representante con los empresarios y futuro Jefe de Gabinete.

López Obrador sostuvo que él no miente, no roba y no traiciona al pueblo, cosa que Meade le refutó.

En las conclusiones del debate, El Bronco dijo que es tiempo de cambiar, acusó a los partidos políticos a quienes tildó de ser ¨el verdadero cáncer del país¨.

Margarita dijo ¨no te conformes con el menos malo, tú mereces más, mucho más, decide por tus sueños, no por tus miedos. Amo profundamente a México”.

Mientras que Anaya dijo que la del 1 de julio ¨no es una elección más, está en juego el futuro de una generación”.

López Obrador mencionó que vivimos un momento estelar, sólo ha habido tres transformaciones, la Independencia, la Reforma, la Revolución y estamos en la cuarta, la vamos a lograr de manera pacífica, sin violencia, tendrá un gobierno que represente a pobres y ricos.

Y Meade, a quien le tocó cerrar, mencionó que ¨quiero hacer equipo contigo, con quienes apuestan al esfuerzo, quieren dejar algo más de lo que recibieron de sus padres. Creo en un México unido y próspero¨.

ALFOMBRA ROJA


Decenas de integrantes del Estado Mayor Presidencial, todos inconfundibles con su traje negro, corbata roja y su pin en la solapa izquierda, acordonaron las calles de Tacuba, Marconi, dejando libre la puerta del Restaurante El Cardenal, y el legendario callejón de la Condesa.

Por ahí empezó el desfile de invitados y representantes de los medios. León Krauze, uno de los dos moderadores del próximo debate en Tijuana, entró por esa puerta, cargando, para sorpresa de muchos, la silla escalera que requería para trabajar, debajo de la enorme carpa que el INE montó en la Plaza Tolsá, donde está el famoso Caballito del mismo artista Manuel Tolsá.

A las 4:15 de la tarde, uno de los primeros personajes políticos que se apersonaron en las inmediaciones del Palacio de Minería fue la velocista–senadora Ana Guevara, seguidora de López Obrador.

La mayoría de los invitados siguieron el debate desde el Museo Interactivo de Economía (Mide), ubicado a una cuadra del Palacio de Minería.

Dante Delgado, el líder del MC, soporte político e ideológico de Ricardo Anaya, también llegó a buena hora. Su inconfundible boina, que cubre su calva, lo dejó ver cuando pasó frente al Munal.

La caballería pesada del equipo de López Obrador, Esteban Moctezuma, Alfonso Romo y Tatiana Clouthier llegó juntita. El empresario neolonés, con el saco en la mano, no era para menos, el calor estaba a todo lo que daba. Eran las 5:10 de la tarde.

Casi pisándoles los talones llegó muy ufano Santiago Creel, el panista que fue consejero ciudadano del IFE, en la década de los noventa, del brazo de su esposa, sin hacer caso de los llamados de la prensa.

Deslumbrante, la ministra Olga Sánchez Cordero, potencial secretaria de Gobernación si López Obrador gana las elecciones del próximo 1 de julio, dijo a su llegada a la sede del debate , ¨Estoy contenta, contentísima¨, subrayó con una amplia sonrisa.

El dueño de casa, el rector Enrique Graue, llegó al Palacio de Minería, recinto propiedad de la UNAM, faltando 40 minutos para las seis de la tarde. Alguien de los medios quiso saber, ¨Rector, ¿cómo es que prestó su casa para el debate?¨ Y simplemente soltó “Así es, así es¨.

Cuando llegó al lugar del debate el organizador de éste, Lorenzo Córdova, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral, fijó una postura sobre lo que significaba el debate que empezaría en unas horas y respondió cinco preguntas.

Por la pasarela de vallas metálicas pasaron los políticos de chile mole y manteca: Josefina Vázquez Mota, excandidata presidencial, Guadalupe Acosta Naranjo, Horacio Duarte, Yeidckol Polevnsky, Manuel Bartlett, Marko Cortés, Luis Felipe Bravo Mena, Rubén Aguilar, Jorge Castañeda, Marco Antonio Adame, Alberto Anaya, Rubén Moreira, Gustavo Madero, quien dijo ¨a toda madre¨, cuando le preguntaron cómo estaba.

Justo atrás de Claudia Sheinbaum, la candidata de Morena a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, iba con la ceja levantada su archirrival Jesús Ortega, que daba pasos más cortos para no tener que toparse con ella. Aunque la esposa de éste, la senadora Angélica de la Peña, iba platicando con la exjefa delegacional de Tlalpan, muy quitada de la pena.

Uno de los políticos más longevos, sobreviviente del echeverrismo, cuando los debates políticos no estaban ni en los sueños de los más radicales, Augusto Gómez Villanueva, consejero de Meade, llegó partiendo plaza. Atrás de él, otro veterano de mil batallas, con puro en mano, apagado, por cierto, Diego Fernández de Cevallos, a un lado de Salomón Chertorivski.

Alejandra Barrales, la candidata del PRD–PAN–MC a gobernar la capital del país, llegó junto con el líder capitalino del perredismo, Manuel Granados.

Sergio Sarmiento, uno de los tres moderadores, entró con cierto estilo de Luis Miguel: traje negro, camisa negra y corbata negra. Denise Maerker, la conductora del noticiero estelar de Televisa, pasó con cierto bajo perfil. Azucena Uresti, la conductora de Milenio, pasó por la pasarela metálica sola, con enormes lentes oscuros y sin saludar a nadie.

Emilio Gamboa, el líder de los senadores del PRI, llegó junto con Enrique Jackson y Heriberto Galindo, consejeros estos dos últimos de Meade. Muy de cerca llegó el presidente del PRI, Enrique Ochoa. Marcelo Ebrard, el exjefe de gobierno capitalino, fue de los últimos en llegar.

Conforme a las reglas establecidas por el INE, los candidatos a la Presidencia fueron llegando con un orden establecido. Primero lo hizo Margarita Zavala. La expanista dejó en la esquina de Filomeno Mata a su esposo, Felipe Calderón. El expresidente de México se topó con Gamboa y Jackson.

A bordo de un sedán Kia, color blanco, José Antonio Meade llegó en sentido contrario por la calle de Tacuba. El candidato del PRI, Verde y Panal llegó con su esposa Juana Cuevas, muy sonriente. Saludó afable y para no dejar a nadie de la prensa gráfica sin que lo viera, subió a un templete que colocó el INE, por si las moscas.

Ricardo Anaya, de la mano de su esposa, también amable, ahora sí con corbata, hace mucho que no se la ponía, saludó a los representantes de los medios y para hacerle el quite a su jefe, que era demandado, y no el feo a la prensa, Damián Zepeda se acercó al enorme corral de Carlos IV, por eso del Caballito, y donde quedó la sala de prensa.

Jaime Rodríguez Calderón, también del brazo de su esposa, como turista le mostró a ella el esplendor del Palacio de Minería, alzó la mano para llamar su atención y apenas alcanzó a saludar, con una sonrisa de modelo de pasta dental.

López Obrador fue el último en llegar, aunque debió haberlo hecho antes que El Bronco. El conductor que transportó al tabasqueño no paró en la puerta por donde estaba la entrada de los candidatos, ante la hilaridad de los periodistas.

Lo más curioso de esto fue que en cuanto llegó López Obrador, la lluvia primaveral que amenazaba horas antes se soltó con furia. ¨¿Tendrá algún significado?¨, dijo un reportero y la lluvia con truenos y relámpagos siguió.


 Debate: propuestas, ataques... chistoretes - Grupo Milenio


De izquierda a derecha: Margarita Zavala, José Antonio Meade, Ricardo Anaya, Andrés Manuel López Obrador y Jaime Rodríguez Calderón.

 Fernando Damián y Carolina Rivera
México

Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Anaya, José Antonio Meade, Margarita Zavala y Jaime Rodríguez protagonizaron anoche el primer debate entre los candidatos a la Presidencia de la República y durante dos horas confrontaron ideas, cruzaron acusaciones, delinearon propuestas, intercambiaron chistoretes y hasta deslizaron alguna ocurrencia.

Bajo un nuevo formato en este tipo de ejercicios, los cinco aspirantes presidenciales centraron sus baterías en temas como la amnistía a líderes del crimen organizado, el combate a la corrupción y la impunidad, así como la revocación de mandato en caso de incumplir las promesas de campaña.

Durante el debate moderado por los periodistas Azucena Uresti, Denise Maerker y Sergio Sarmiento, el candidato independiente Jaime Rodríguez, El Bronco, sorprendió con su propuesta de “mocharle la mano” a los funcionarios corruptos.

“Yo presentaré una iniciativa al Congreso, a ver si los diputados de ellos (los demás candidatos) se atreven a aprobarla; necesitamos mocharle la mano al que robe en el servicio público. Eso no es malo, países que han salido de esa corrupción lo han hecho, la única forma de lograrlo es poniendo ejemplos”, dijo.

—¿No habla literalmente o sí, candidato? —le inquirió Uresti.

—Sí, claro —respondió.

—¿Mocharle la mano literalmente? —insistió la moderadora.

—¡Literalmente! —reviró el gobernador neoleonés con licencia.

Durante el bloque en materia de seguridad, Anaya, Meade, Rodríguez y Zavala cuestionaron a López Obrador y lo emplazaron a esclarecer si efectivamente tiene la intención de perdonar a los delincuentes.

El aspirante de la coalición Juntos Haremos Historia sostuvo que la amnistía no significa impunidad y acusó a sus adversarios de “echarle montón”.

“Voy a convocar a expertos y definir un plan conjuntamente, qué vamos a hacer y, en ese marco, definir cómo se va a llevar a cabo una amnistía; estoy invitando hasta al papa Francisco a participar en este foro”, abundó.

No obstante, el candidato de la coalición Todos por México, José Antonio Meade, afirmó que el planteamiento de la amnistía pone a López Obrador del lado de los delincuentes: “¡Te has convertido en un títere de los criminales; yo los voy a meter a la cárcel!”, expresó.

Zavala, aspirante independiente, expresó un categórico “no” a la amnistía a criminales, por respeto a la ley y a las víctimas del delito.

El abanderado de Por México al Frente, Ricardo Anaya, y Jaime Rodríguez emplazaron a su vez a López Obrador a definir su ofrecimiento de perdón a los capos, sin conseguir un “sí” o “no” tajante de AMLO.

En el segmento correspondiente a corrupción e impunidad, Meade subrayó que el PRI eligió por primera vez en su historia a un ciudadano honesto y capaz como candidato presidencial y dijo: “En mi gobierno no habrá ni estafas maestras ni moches, ni ligas ni escándalos ni naves industriales”.

En ese contexto acusó a López Obrador de poseer tres departamentos en Ciudad de México, sin mencionarlos en su declaración patrimonial, e insistió en señalar a Anaya como beneficiario de un esquema de lavado de dinero mediante operaciones inmobiliarias en Querétaro.

“En el caso de Andrés Manuel, dice no tener nada y en el Registro Público de la Propiedad aparecen tres departamentos; en el caso de Ricardo, dice vivir con poco y tiene una vida de magnate”, abundó.

López Obrador negó la propiedad de los departamentos e incluso se declaró dispuesto a regalarlos a Meade, en caso de que le compruebe dichas posesiones.

Anaya negó categóricamente la existencia de una imputación penal de la PGR en su contra y contraatacó a Meade con una fotografía en la que el ex secretario de Hacienda aparece con el ex gobernador chihuahuense César Duarte partiendo un pastel.

“Y miren, aquí está con su amigo, el ex gobernador César Duarte, por cierto, hoy prófugo de la acción de la justicia. Esta es la 7de7; la pregunta es: ¿de qué tamaño fue la rebanada del pastel que te tocó?”, agregó.

El candidato de la alianza PAN-PRD-MC puso también en entredicho la congruencia de AMLO y como ejemplo de ello señaló el nombramiento anticipado del empresario Alfonso Romo como jefe de gabinete del tabasqueño, cuando este lo identificó en uno de sus libros como beneficiario del extinto Fondo de Protección al Ahorro Bancario (Fobaproa).

Con excepción de Meade y Zavala, los demás candidatos coincidieron con matices en la propuesta de establecer la figura de la revocación del mandato presidencial por el incumplimiento de los compromisos de campaña.

“En efecto, el pueblo pone, el pueblo quita. Se necesita una reforma constitucional y voy a enviar esa iniciativa tan luego lleguemos a la Presidencia para que se permita la revocación del mandato”, aseguró López Obrador.

Anaya se declaró a favor de la propuesta, siempre y cuando se establezca un procedimiento constitucional claro, sin que se decida a mano alzada, pues a su juicio eso sería “peligrosísimo para una democracia”.

En contraste, Meade expresó su rotundo rechazo al planteamiento: “¡Por el amor de Dios, no!, si ya de por sí la elección nos tiene, yo creo, a todo mundo cansados de estar escuchando a los políticos, la verdad es que volvernos a escuchar cada dos años le da al país poca certidumbre y poca capacidad de planear”.

Zavala desestimó en su turno la revocación de mandato, por considerar que esa figura no es esencial en este momento para la democracia mexicana.

“El problema de la democracia no es si hay o no revocación, sino si los beneficios llegaron a todos, a las comunidades indígenas, a los campesinos, a los inmigrantes, a los jornaleros, a lo que trata este segmento de grupos en condiciones de vulnerabilidad”, indicó.

López Obrador reafirmó durante el debate con sus adversarios que, de ganar la elección, venderá el avión presidencial, lo que le valió un llamado de atención de El Bronco.

“Pues nada más preguntarle a Andrés: ¿y cómo estas vendiendo y ofreciendo lo que todavía no es tuyo? Todavía no ganas la elección y faltan más de 70 días como para que estés ofreciendo lo que todavía no es tuyo; eso implica y se dan cuenta los mexicanos que la soberbia de las personas va más allá de eso”, reclamó el neoleonés.

—Pues esta es la última encuesta, no es para presumir, pero humildemente pobremente, 48 por ciento —reviró AMLO.

—Ivonne (Álvarez) tenía 42 y le gané —acotó Rodríguez, en referencia a su triunfo electoral sobre la abanderada priista al gobierno de Nuevo León.

—Sí, tiene que pasar algo terrible y yo creo que este debate lo vamos a ganar y vamos a subir —respondió el puntero en las encuestas.

Al diablo... los protocolos

A lo largo del debate, los cinco candidatos contaron con un total de 16 minutos garantizados para participar en cada uno de los temas que se presentaron; además de tres minutos de réplicas adicionales para los tres bloques.

Los aspirantes comenzaron a llegar al Palacio de Minería a partir de las 16:30 horas, tres antes del inicio del debate.

De acuerdo con el protocolo previsto por el INE, Margarita Zavala fue la primera en llegar al recinto; su esposo, el ex presidente Felipe Calderón, ingresó por separado, fuera del alcance de los reflectores.

Quien rompió el protocolo fue El Bronco, quien no esperó el horario que le correspondía según el sorteo realizado previamente por el INE y llegó media hora antes.

Su abrupta llegada generó que López Obrador fuera el último en llegar, además de que la lluvia lo obligó a ingresar en un Jetta blanco hasta la puerta principal del recito académico, mientras que el resto caminó sobre Tacuba.

A las afueras, detrás del cerco de seguridad que llegó hasta Eje Central, se apostó un grupo de manifestantes, quienes expresaban abiertamente su rechazo a AMLO; sin embargo, durante el transcurso del debate, llegaron al lugar simpatizantes del tres veces candidato presidencial.

Con el arranque del encuentro, que inició con Rodríguez Calderón, se escuchó la rechifla de quienes permanecían a las afueras del cerco de seguridad instalado por el Estado Mayor Presidencial desde tempranas horas.

A la salida, una vez más se rompió el esquema previsto por el INE al modificarse el orden en que se retiraron los candidatos, a quienes esperaban ya sus automóviles justo frente a la puerta principal del recinto.

La primera en retirarse fue Zavala, seguida de Anaya.

Incluso durante un momento los carros de Meade y Rodríguez permanecieron juntos a la espera de cada uno de ellos, ante la incertidumbre de quién sería el primero en salir.

El Bronco se adelantó y a su salida ofreció un mensaje a los medios de comunicación, lo que obligó al candidato de la coalición Todos por México a esperar al interior del Palacio de Minería para poder retirarse.

No obstante, al salir no quiso quedarse atrás y decidió ofrecer un mensaje de último minuto en compañía de su esposa Juana, para después retirarse en su vehículo.


 Todos contra AMLO, en debate ágil




El primer debate entre los candidatos a la Presidencia de la República tuvo como eje el constante ataque contra Andrés Manuel López Obrador por parte de sus cuatro contrincantes.

El Palacio de Minería fue la sede del debate en el que Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Anaya Cortés, José Antonio Meade Kuribreña, Margarita Zavala Gómez del Campo y Jaime Rodríguez Calderón El Bronco, estrenaron un nuevo formato para confrontar sus ideas y proyectos con miras la contienda por la Presidencia de la República, impulsado por el Instituto Nacional Electoral (INE). Los moderadores fueron los periodistas Sergio Sarmiento, Azucena Uresti y Denise Maerker.

Durante el intercambio, el candidato de la coalición Todos por México, Meade Kuribreña, se fue contra López Obrador, a quien acusó de corrupto al igual que a Anaya Cortés.

Del tabasqueño, expuso que tiene tres departamentos reflejados en el Registro Público de la Propiedad, y de los cuales no ha dado cuenta. Además, señaló que utiliza a Morena como un partido de 3 mil 500 millones de pesos y en donde cobran sus hijos y algunos de sus hermanos.

López Obrador le respondió más tarde que no existen esos departamentos, y que si fuera así, se los regalaba.

Meade Kuribreña equiparó a Anaya Cortés con el ex gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge: “Compró y vendió terrenos que eran del gobierno, tuvo una empresa fantasma, lavó dinero, usó prestanombres y el flujo llegó de vuelta”, dijo.

Meade se opuso a la revocación de mandato para el Presidente de la República, en caso de que no cumpla a la sociedad con las promesas hechas en campaña.

Aseveró que el mecanismo para evaluar las acciones y cumplimientos del Ejecutivo federal, y del Congreso, son los procesos electorales.

A Meade Kuribreña se le expuso como una incongruencia el que recién haya sumado a su campaña a Armando Ríos Piter, a quien se le negó la candidatura presidencial independiente por presentar más de 900 mil apoyos simulados. El presidenciable defendió al ex perredista e incluso culpó a la autoridad electoral.

Tras los señalamientos de Meade Kuribreña sobre el presunto lavado de dinero cometido por el empresario queretano Manuel Barreiro y en el cual se vincula, Anaya Cortés respondió: “Tú sabes que no existe ninguna acusación en mi contra, aquí está la sentencia del tribunal [electoral] que acredita que ustedes utilizaron de manera ilegal y facciosa a la PGR para dañar mi imagen.

“Yo ya te contesté. Ahora te pido que tú contestes sin rodeos, con claridad, ¿tu jefe Enrique Peña Nieto ha gobernado con honestidad, sí o no?”, exclamó.

El panista pidió explicar un 7de7 que consiste en hablar de Odebrecht, el socavón del Paso Exprés, la llamada estafa maestra, los ex gobernadores priístas César y Javier Duarte, y Roberto Borge.

“Está la 7de7, la pregunta es: ¿de qué tamaño es la rebanada del pastel que te tocó?”, arremetió.

Ante la pregunta de si está a favor de un gobierno transparente, el panista respondió que sí, y que por ello ha hecho pública la información sobre la compra-venta de la nave industrial, y solicitó a su equipo subir a su página de internet el crédito hipotecario sobre esta operación.

Anaya Cortés reiteró que no basta con el ejemplo para acabar con la corrupción como lo señala López Obrador, pues basta con ver a sus más cercanos colaboradores que no lo hicieron así, y ahora están en su campaña y no en la cárcel.

“Si su ejemplo es tan potente, por qué no pudo contagiar a sus secretarios particular [René Bejarano], y de Finanzas [Gustavo Ponce], al delegado de Tlalpan [Carlos Imaz]”, increpó.

Dijo estar de acuerdo en la revocación de mandato, siempre y cuando se establezca en la ley, a fin de evitar que sea a través de una consulta a mano alzada como lo propone su opositor de Morena, Andrés Manuel López Obrador.

Revire. López Obrador esquivó ataques de sus contrincantes en el debate y resaltó que realizará un plan para desterrar la corrupción del país y del gobierno, en el que incluye un acuerdo para conseguir la paz, donde se haga de todo, incluso la amnistía a quienes cometan delitos.

El candidato de Juntos Haremos Historia, con láminas en mano, las cuales sacó en cuatro ocasiones, recordó que redujo la violencia en la Ciudad de México cuando fue jefe de Gobierno, pero luego comenzó a defenderse por los embates de sus candidatos: “Desde luego, todos están aquí contra mí, echándome montón”.

Fue duramente criticado por el tema de la amnistía, donde respondió que esa propuesta no significa impunidad, ya que “tenemos que hacer de todo para conseguir la paz”, incluido un dialogo donde participe el papa Francisco y expertos, a fin de conseguir una estrategia contra la corrupción, la violencia y la inseguridad: “No voy a permitir corrupción de nadie. Voy a terminar con todos los privilegios que hay en el gobierno”, afirmó.

Respondió a su rival independiente Rodríguez Calderón, que es mil veces honesto: “Si fuese yo corrupto ya me hubiesen destruido los de la mafia del poder”.

Aunque esquivó los embates de Anaya Cortés, se tomó unos segundos para decir que Meade Kuribreña está en una situación bastante difícil, “porque tiene todo el apoyo del gobierno, no ha levantado, y está queriendo avanzar con calumnias”.

Coincidió con algunos candidatos en un fiscal anticorrupción independiente, electo por el Congreso de la Unión, pero a propuesta del Presidente, a través de una terna. También adelantó que una vez que llegue a la Presidencia propondrá la revocación del mandato cada dos años, puesto que “el pueblo pone y el pueblo quita”.

Uno de los moderadores lo cuestionó sobre si aceptaría la derrota el 1 de julio, López Obrador contestó que sí, siempre y cuando no hubiera fraude electoral: “En la democracia se gana o se pierde”, asintió.

“No lucho por ser presidente, es un medio, no es un fin, lo que busco es la transformación del país. No es el cargo”, dijo.

La candidata independiente a la Presidencia, Zavala Gómez del Campo criticó a López Obrador por su propuesta de darle amnistía a los delincuentes y a Anaya Cortés por la venta de su nave industrial y su declaración patrimonial.

La ex panista fue cuestionada por el gobierno de su marido, Felipe Calderón, pero ella lo defendió y rechazó que si llega a ser Presidenta haya una “reelección”.

Propuso construir una cárcel especial donde estén en las mismas celdas los integrantes del crimen organizado y los políticos corruptos.

También criticó las propuestas de López Obrador y de Anaya Cortés de “regalar” dinero a los ciudadanos y a los jóvenes, más bien lo que ella planteó es generar las condiciones para que los mexicanos puedan emprender negocios y ganen hasta 300 mil pesos o lo que su talento les dé.

El Bronco criticó a sus adversarios políticos, pero en especial a López Obrador, a quien llamó “marrullero”, por eludir las preguntas que le hizo al tabasqueño.

Para combatir la corrupción, propuso “mocharle la mano” al funcionario público que robe.

Dijo que de llegar a la Presidencia de la República presentará la propuesta para el Congreso, para que los diputados del Morena, PAN, PRI, PRD, PVEM, PT y Panal, la aprueben, “sí se atreven”.

Afirmó que para combatir a la corrupción es necesario que haya un fiscal general autónomo, que no sea electo por los partidos, sino por la sociedad, como ocurrió en Nuevo León.

Retó a los candidatos de las coaliciones a firmar un compromiso para renunciar a su financiamiento público y competir en igualdad de circunstancias, pero nadie suscribió el documento.

Cuántas veces eres honesto, le preguntó al tabasqueño: “No soy corrupto, soy mil veces honesto”, le reviró el aspirante presidencial de Morena.

También cuestionó al ex jefe de Gobierno de la Ciudad de México que quiera vender el avión presidencial, “si todavía no es tuyo, primero gana la elección, todavía faltan más de 70 días como para que estés ofreciendo lo que todavía no es tuyo”, pero el tabasqueño le mostró una encuesta donde va en primer lugar: “Esa es mi respuesta”, contestó el morenista.


 Evaden y se acusan en el primer debate

http://www.elfinanciero.com.mx/uploads/2018/04/23/ef452c63f81524462732_standard_desktop_medium_retina.jpeg

 Víctor Chávez

CIUDAD DE MÉXICO.- El primer debate de los candidatos presidenciales terminó en evasivas a los ataques, acusaciones y cuestionamientos.

Los rivales no lograron sacar de su guión al puntero de las encuestas, Andrés Manuel López Obrador, quien evitó contestar los cuestionamientos sobre la postulación de sus polémicos candidatos de Morena, como Napoleón Gómez Urrutia; de su pacto con Elba Esther Gordillo; la contratación de la aeronave para su campaña; el nepotismo con su familia en el partido; su pasado priista; su propuesta de amnistía, entre otros.

El tabasqueño tampoco se enganchó y evadió las recriminaciones de Ricardo Anaya, en torno a que calificó de corrupto, en su libro sobre el Fobaproa, a su hoy coordinador de campaña, el empresario Alfonso Romo.

En medio de una guerra de culpas por la inseguridad, la corrupción y la impunidad, tampoco el priista José Antonio Meade cayó en la provocación y evitó dar respuesta a los cuestionamientos sobre la presunta responsabilidad del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto en los casos emblemáticos: Odebrecht, la “estafa maestra”, César Duarte, Javier Duarte y el socavón.

Lo que alcanzó a ofrecer fue que de ganar la Presidencia en su gobierno no habrá “estafas maestras”, y exigió a López Obrador y a Ricardo Anaya que “para ser honesto no basta con decirlo”, sino –les reprochó– comprobarlo con declaraciones completas y correctas.

Tampoco el candidato de Por México al Frente, Ricardo Anaya –el más duro contra AMLO y Meade–, dio respuesta a los cuestionamientos del candidato de la coalición Todos por México, y toreó la exigencia de explicar con precisión la operación financiera y el presunto lavado por su nave industrial en Querétaro.

Al regio Jaime Rodríguez Calderón 'El Bronco' también lo reprendieron por no haber explicado la operación ilícita para la recolección de firmas, y sólo argumentó que “le enviaron traviesos” para encargarse del operativo irregular.

El independiente sólo sorprendió con su propuesta de “mocharle las manos” a todo aquel servidor público que robe dinero del erario. Incluso adelantó que enviaría al Congreso de la Unión una iniciativa para legalizar esta práctica.

Ante los cuestionamientos de la moderadora sobre esta propuesta, reconoció que “ninguno de nosotros somos expertos” en el tema del combate a la inseguridad. “Yo no soy Santa Claus, ni soy Superman”.

La también independiente Margarita Zavala eludió dar respuesta concreta a la pregunta de si en su campaña defenderá al gobierno de su esposo, el expresidente Felipe Calderón, y sólo dijo que “defenderé todo aquello que se hizo bien”.

Otro de los temas de mayor controversia sobre la mesa fue el de la revocación de mandato cada dos años, que propone López Obrador. Ricardo Anaya expuso que está abierto a la propuesta, pero aclara que siempre y cuando esté legislada.

Argumentó que “eso de que el pueblo pone y el pueblo quita a mano alzada es engañar al pueblo, y ese cuento de las consultas fue de Hugo Chávez, quien se quedó 15 años en el poder. Eso es muy peligroso”.

Sobre el tema, Meade Kuribreña rechazó la iniciativa al argumentar que es cansar a la gente con elecciones, campañas y spots cada dos años. Jaime Rodríguez admitió la sugerencia y consideró que sería positivo “explorar esta alternativa”.

Para Margarita Zavala, la revocación de mandato “es sólo una patraña” de López Obrador.


http://graficos.elfinanciero.com.mx/infografias/2018/los_trancazos.jpg


 Corrupción confronta a aspirantes presidenciales 


https://s3.amazonaws.com/heraldobucket/wp-content/uploads/2018/04/MEade2-640x400.jpeg

NAYELI CORTÉS

El tema de la corrupción marcó el primer debate entre los candidatos presidenciales.

José Antonio Meade, Jaime Rodríguez, Ricardo Anaya, Margarita Zavala y Andrés Manuel López Obrador se lanzaron acusaciones sobre presuntos malos manejos y también propusieron medidas para combatirla como la revocación del mandato, el fortalecimiento del sistema anticorrupción, la muerte civil y hasta cortar las manos a quien robe dinero público.

El formato definido por el INE permitió que los abanderados fueran cuestionados por los moderadores Denise Maerker, Sergio Sarmiento y Azucena Uresti sobre los temas que los han perseguido en la campaña durante las dos horas que duró el ejercicio realizado en el Palacio de Minería de la Ciudad de México.

A Anaya, de Por México al Frente, le pidieron explicaciones sobre la nave industrial que vendió en 54 millones de pesos y cuya ruta del dinero no ha podido explicar con documentos.

“La gente puede verme a los ojos”, respondió, y se comprometió a subir a internet los documentos que prueban que obtuvo un crédito hipotecario. Como medida para combatir la corrupción desde el gobierno propuso decretar muerte civil para un ciudadano que la cometa, es decir, ya no permitirle participar en el servicio público.

También planteó que el Presidente pueda ser juzgado por hechos de corrupción. Se manifestó en favor de la revocación del mandato para castigar a los gobiernos corruptos, pero con reglas claras.

“En mi gobierno no habrá moches, ligas, ni naves industriales”, reviró Meade de Todos por México y propuso incluir en el Sistema Nacional Anticorrupción al INE, al SAT y a la Secretaría de Hacienda.

Para Meade, el combate a la corrupción no pasa por la revocación del mandato: “Por el amor de Dios, no. Si ya de por sí la elección nos tiene a todo mundo cansados de estar escuchando a los políticos”.

López Obrador de Juntos Haremos Historia, avaló someter a consulta la permanencia de un gobernante, cada dos años.

También afirmó que, de llegar al gobierno, propondrá un “gran pacto por la honestidad”. Luego de que Meade, Anaya y los candidatos independientes, Margarita Zavala y Jaime Rodríguez lo acusaran de querer pactar con criminales, de postular al ex líder minero, Napoleón Gómez Urrutia como candidato a senador, de tener tres departamentos no reportados en su 3 de 3, de vivir de Morena y de ser un “marrullero”, el tabasqueño respondió:

“Si fuese corrupto ya me hubieran destruido los jefes de la mafia del poder de estos candidatos… de todos, menos de ya saben quién”, reviró.

Quiere mochar manos

Jaime Rodríguez El Bronco, pro – vocó el asombro de sus compañeros cuando propuso una me- dida no escuchada, hasta ahora, para castigar la corrupción.

“Hay que mocharle la mano al que robe en el servicio público”, aseguró el gobernador con licencia de Nuevo León. Rodríguez Calderón también se manifestó en favor de la revocación de mandato para combatir ese fenómeno.

Más ortodoxa, Margarita Zava – la propuso la creación de una fiscalía General de la Nación “que sirva” y del fomento de la cultura de la legalidad.

“Voy a ser implacable en el combate a la corrupción”, aseguró. Rechazó la revocación del mandato pues, para ella, “es una artimaña” de los partidos para gastar nuevamente en elecciones.

Durante el debate, a El Bronco también se le pidió una expli- cación por las firmas simuladas que entregó al INE para convertirse en candidato presidencial independiente.

Reiteró sus acusaciones al INE pero, cuando le preguntaron sobre si la mentira era una forma de corrupción, comenzó a incurrir en contradicciones.

“Sí totalmente”, respondió. “¿Ha mentido?”, reviró uno de los moderadores. “A veces”, respondió.

Luego aclararía que había mentido a su esposa cuando prometió llevarla al cine y, también, cuando dijo que se quedaría a gobernar seis años.


 Acorralan a AMLO… y él no contesta

Acorralado. Deja en el aire explicar la amnistía a narcos, la corrupción dentro de su equipo y el fiscal general autónomo. Reclamo. Anaya, Meade, Zavala y El Bronco logran que el tabasqueño se queje de que le “echaran montón”

http://www.cronica.com.mx/nimagenes/1/2018-04-23_02-04-57___5327.jpg

El puntero en prácticamente todas las encuestas rumbo a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador, fue objeto anoche de cuestionamientos casi unánimes de sus adversarios, quienes literalmente lo ­acorralaron en cada uno de los temas del primer debate entre los cinco candidatos, como el de su propuesta de amnistía a los narcotraficantes, la corrupción en su equipo más cercano, la revocación de mandato, y su idea de nombrar él mismo al Fiscal General Autónomo.

Ricardo Anaya, abanderado de la alianza PAN-PRD-Movimiento Ciudadano; José Antonio Meade, del PRI-PVEM y Nueva Alianza, y los independientes Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, y Margarita Zavala, lograron que el tabasqueño resintiera la embestida al grado que, antes de la primera mitad del encuentro, López Obrador reclamó que todos le estuvieran “echando montón”.

De inmediato, El Bronco le respondió: “No es que te echemos montón, es que dices puras barbaridades”, como aquélla, le recordó, de que “vas a vender el avión presidencial, pues ni que fuera tuyo o que ya fueras Presidente”.

De hecho, López Obrador se negó a responder prácticamente todas las preguntas directas de sus adversarios.

SEGURIDAD. AMLO afirmó que ha tenido éxito porque disminuyó incidencia delictiva en la capital cuando la gobernó. Dijo que la amnistía que ofrece no significa impunidad y refirió que hay que atender la causa central de la criminalidad que es la existencia de pobreza.

Fue cuestionado: José Antonio Meade le dijo que su alianza con los narcotraficantes, a través de esa amnistía, “te pone del lado del hampa y te convierte en títere de la delincuencia”.

Anaya recordó que la amnistía en Colombia fue un fracaso y subrayó que López Obrador había espantado las inversiones y que eso había acarreado desempleo.

Lo que más pudo responder el tabasqueño es que “hay que hacer todo para poder traer la paz y no descartar ninguna opción”.

En uno de los temas en que coincidieron los candidatos, excepto Margarita Zavala, fue en que la estrategia de seguridad, al menos en los dos últimos sexenios, definitivamente “ha fallado”, lo cual negó la candidata independiente al señalar que, al menos en la administración de su esposo Felipe Calderón, “se hizo lo que se pudo, con lo que se tenía y se enfrentó al crimen organizado de manera frontal”.

CORRUPCIÓN. En el tema de ­corrupción, el debate tendió a las acusaciones cruzadas.

En el tema del nombramiento de un fiscal autónomo, Andrés Manuel se llevó la refriega por su postura de nombrar directamente desde presidencia al fiscal general, mientras el resto de los candidatos preferían que esta figura gozara de autonomía e independencia.

Las alianzas de López Obrador también salieron a relucir: la hecha con la exlideresa Elba Esther Gordillo y la de Napoleón Gómez Urrutia.

AMLO regresó a su discurso de campaña: si el Presidente es honrado, todos sus colaboradores lo serán.

Ricardo Anaya lo cuestionó: si esto era verdad, era inexplicable que su equipo cercano, meses atrás, tuviera “corruptos”como Bejarano, Ponce e Ímaz.

Además, el panista señaló que López Obrador había acusado, en un libro, al empresario Alfonso Romo de corrupto, y hoy es prácticamente su segundo de abordo.

José Antonio Meade subrayó que hay millones de servidores públicos limpios y que en su gobierno no habrá estafas maestras, ni moches, ni ligas, ni naves industriales.

Meade Kuribreña le pidió “ser honesto y declarar en su 3de3, los tres departamentos de su propiedad que aparecen en el Registro Público de la Propiedad”.

“Si tengo esos departamentos, te los regalo”, le respondió López Obrador después de pasado un buen rato.

No conforme, el candidato ciudadano del PRI, dijo que a su adversario de Morena, que tanto pregona el uso de la escoba para barrer las escaleras de arriba abajo, “más bien le gusta usar el recogedor”, en alusión directa a quienes ha incorporado a su equipo más cercano.

En realidad, hubo pocas escaramuzas entre Anaya y Meade: a la mención de la famosa nave industrial, Anaya ennumeró distintos escándalos de corrupción en el entorno priista.

El Bronco, quien puso al debate la sal y pimienta con sus intervenciones, le dijo a Andrés Manuel que era “un marrullero” porque no respondió a las preguntas directas: “Siempre evades, Andrés Manuel, jamás respondes a nada y eso se llama marrullería”, le soltó.

El debate, inédito por su formato, además de la participación de dos candidatos independientes, no fue como aquellos acartonados y sin contacto entre los contendientes, pero por el escaso tiempo de que éstos dispusieron, se limitó a ligeros choques o enfrentamientos entre los aspirantes presidenciales.

El Bronco dio una sorpresa al proponer cortar la mano al que robe y señaló que eso había funcionado en otros países.

La periodista Azucena Uresti, una de las moderadoras del debate, le preguntó a El Bronco si estaba hablando metafóricamente, a lo que respondió que no, que era en serio aquello de “mocharles la mano”, y para ello enviaría una iniciativa de ley, como Presidente de la República.

Margarita Zavala también aportó a esta situación y pidió al tabasqueño “no criminalizar la pobreza”, debido a que sostiene que el narcotráfico se genera a partir de las escasas o nulas posibilidades de desarrollo que tienen los jóvenes en México: “Los narcotraficantes, le dijo, están llenos de dinero”.

Entre los aspectos que resaltaron durante el debate, se cuenta el que Ricardo Anaya planteó “cárcel y muerte pública” para el servidor público corrupto, mientras que Rodríguez Calderón dijo que “hay que mocharles la mano”.

DEMOCRACIA. Otra de las propuestas emblemáticas del tabasqueño, la revocación de mandato cada dos años, fue también duramente criticada por el resto de los candidatos y en este sentido, ­Ricardo Anaya dijo estar de acuerdo, pero mediante una legislación, “no con sus ocurrencias (las de Andrés Manuel), de asambleas a mano alzada. Con ese mismo mecanismo, Hugo Chávez se quedó 15 años en el gobierno de Venezuela”, recordó.

Tanto Anaya como Meade, El Bronco y Zavala, lanzaron duros embates contra la propuesta central de López Obrador para su gobierno: la honestidad.

“Responde Andrés Manuel: ¿eres honesto, honesto, honesto?”.

“Sí. Soy honesto, honesto, honesto”, respondió el tabasqueño.

“Entonces, devuelve el dinero que te robas con tu partido familiar, Morena, porque de ahí vives, tú y tus hijos y parte de tu familia, y es dinero del pueblo”, reviró el gobernador con licencia de Nuevo León.

También hubo roces, en ocasiones muy duros, entre el resto de los candidatos —si bien la peor parte se la llevó López Obrador—, como los que acusó el panista Ricardo Anaya, quien fue cuestionado de manera severa por el asunto de la nave industrial y las acusaciones de lavado de dinero que ello implica.

Finalmente, Ricardo Anaya le reclamó a López Obrador que no respondiera a ninguno de los cuestionamientos, ni de los moderadores ni de los candidatos, y lo acusó de decirle a cada público lo que quiere oír, “pero ahora que están todos, no sabe qué decir”.


 Dos horas de propuestas y ataques 



Margarita Zavala, José Antonio Meade, Ricardo Anaya, Andrés Manuel López Obrador y Jaime Rodríguez Calderón, ayer. Foto: Cuartoscuro
María Cabadas

En el primer debate de los cinco presidenciables, organizado por el Instituto Nacional Electoral (INE), el candidato de la coalición Todos por México, José Antonio Meade, se presentó al Palacio de Minería con más de una decena de propuestas; Ricardo Anaya, de la alianza Por México al Frente, dispuesto a atacar a sus contrincantes; Andrés Manuel López Obrador, evasivo, pues de 43 cuestionamientos que le hicieron sólo respondió 13, y los independientes: Margarita Zavala, con un discurso centrado en los valores, y el gobernador de Nuevo León con licencia, Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, con ocurrencias, como cercenarle una mano a los funcionarios que incurran en actos de corrupción. Gráfico: La Razón de México

Desde la tarde de ayer, los simpatizantes de quienes aspiran a Los Pinos se concentraron a las afueras del Palacio de Minería para apoyarlos. Los únicos que no lo hicieron fueron los seguidores de Zavala y de El Bronco.

Al interior del recinto cultural, el tres veces candidato y exjefe de Gobierno capitalino, Andrés Manuel López Obrador, mostró un rostro seco y su promesa de no mencionar más la palabra “mafia del poder” fue quebrantada, ya que, a lo largo de las dos horas que duró el debate, la utilizó en tres ocasiones.

“Ya no les puedo llamar mafia del poder, porque ahora estamos en una temporada de amor y paz”, dijo el tabasqueño el pasado 2 de abril, durante un mitin que realizó en Nuevo León.

Y es que al hablar de las comodidades de la clase política, el morenista señaló que “vamos también a terminar con todos los privilegios que hay en el gobierno, para que el gobierno esté al servicio de la mafia del poder les pagan muy bien, gratifican muy bien a los altos funcionarios públicos que se dan la gran vida”, expuso.

Además, presumió con gráficas en carteles que durante su administración se redujeron los índices delictivos:

“En mi gobierno reduje en 38 por ciento el delito de secuestro, mientras que a nivel nacional, en el gobierno del PAN, se triplicó, y a las pruebas me remito. Como Jefe de Gobierno reduje la incidencia delictiva, robo de vehículo con violencia y homicidios a la baja. Sólo en 2005 se registraron en la capital 684 homicidios y en 2017 mil 84”, aseguró el oriundo de Macuspana. Gráfico: La Razón de México

Rodríguez Calderón sacó una bala y señaló que una de ellas le había quitado la vida a uno de sus hijos:

“Esta es una bala que guardé. No la había sacado nunca, hoy la traje precisamente porque miles de balas están tiradas en muchas partes del país, es una parte que a mí me mueve y por eso estoy aquí, porque le hice una promesa a mi hijo, que lo encontré muerto, y la autoridad no me ayudó, como ninguna autoridad ayuda a aquellos que pierden la vida”.

Al respecto, Meade le replicó a López Obrador qué había hecho durante su gestión cuando su esposa Juana Cuevas fue víctima de la delincuencia, al tiempo que propuso que a los 100 días de su gobierno, en caso de ganar los comicios del próximo 1 de julio, impulsará un código penal único para que delitos, como robo, extorsión, feminicidio y homicidio, se castiguen igual en todo el país.

“A Juana, mi esposa, la han asaltado dos veces. La última cuando iba en el coche. Andrés Manuel, tú eras el Jefe de Gobierno, mientras haya impunidad, no puede haber seguridad”.

El cinco veces secretario de Estado se mostró a favor de la Ley de Seguridad Interior, porque se requiere dar certidumbre jurídica a la participación de las Fuerzas Armadas en el combate al crimen organizado.

“Si le damos a las Fuerzas Armadas certeza jurídica, el ciudadano tendrá calidad de modo, tiempo, y circunstancia en el que las Fuerzas Armadas están actuando; le hemos pedido mucho a nuestro Ejército y a nuestra Marina, merecen que les demos seguridad en su actuación, y el ciudadano merece tener absoluta claridad cuando ve al Ejército y a la Marina, de qué se espera de ellos, por cuánto tiempo, por qué modo y por qué circunstancia”, expuso el abanderado del PRI, PVEM y Nueva Alianza.

Anaya, por su parte, argumentó: «Es falso que cuando fuera Jefe de Gobierno disminuyera la seguridad, por cada 100 casos en el país los secuestros crecieron 88 por ciento en la Ciudad de México. Él va a decir que no es cierto que son los números de la mafia del poder, entonces, ¿por qué salieron medio millón de personas a manifestarse contra la inseguridad cuando era Jefe de Gobierno?

En las 31 intervenciones de Margarita Zavala se mostró emotiva, pero no presentó ninguna propuesta. Su mensaje estuvo centrado en los valores, pero le faltaron los cómos.

El Bronco, por su parte, sacó a relucir algunas ocurrencias, como cercenarle una mano a los servidores públicos corruptos.

“Presentaré una iniciativa al Congreso, a ver si los diputados de ellos se atreven a aprobarla, necesitamos mocharle la mano al que robe en el servicio público. Eso no es malo, países que han salido de esa corrupción lo han hecho, la única forma de lograrlo es poniendo ejemplos. Creo que esta es una parte importante, tenemos que ir más allá de lo que ya hicimos”, indicó.

En otra de sus intervenciones, el neoleonés les propuso a los demás presidenciables a renunciar a los recursos que les proporciona el INE, para que se “rasquen con sus propias uñas”.

“12 mil millones de pesos que, si aquí los candidatos están de acuerdo, regresárselo a los mexicanos en la iniciativa que presentaremos para que ya no tengan los partidos políticos dinero, que cada quien se rasque con sus propias uñas, serán destinados precisamente a toda la zona indígena del país que lo merece, que no les hemos dado gran cosa, que le podamos quitar a los migrantes mexicanos toda esa ambición que tienen los partidos políticos porque les deberíamos de hacer un monumento, están trabajando en el otro lado y luego cuando vienen para acá nos lo fregamos”, propuso.

El Dato: En el segundo debate, en Tijuana, habrá 50 ciudadanos asistentes, elegidos a través de una muestra representativa en esa ciudad fronteriza.

Y no titubeó en dirigirse a Andrés Manuel López Obrador ni a ninguno de los otros candidatos para que le firmaran esa propuesta, a lo que el tabasqueño, haciéndose a un lado, se limitó a decir: “pásalo para allá”, señalando a José Antonio Meade y a Ricardo Anaya.

Tampoco faltó la queja del tabasqueño al decir que “todos están aquí contra mí, echándome montón, ¡miren!”. 

Todos se proclaman ganadores del debate

José Antonio Meade, Margarita Zavala y Ricardo Anaya se declararon “ganadores” del primer debate presidencial; mientras que Andrés Manuel López Obrador se limitó a decir que el triunfador de este ejercicio fue “ya saben quién”. Y Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, prefirió no proclamarse victorioso y dejar esa decisión a la ciudadanía.

Con estas afirmaciones, los candidatos y la candidata a la Presidencia dejaron el Palacio de Minería, no sin antes saludar a la prensa con la mano y regalar una sonrisa que los dejó ver satisfechos en el primero de los tres encuentros que el INE programó.

Después de acelerar su arribo a la sede del debate, por la lluvia que durante la mayor parte de la noche ambientó el evento, los presidenciables tomaron su tiempo para escuchar las consignas a favor o en contra de grupos que aguardaban afuera del Palacio de Minería, en especial los dirigidos a Anaya y a AMLO.

Los cinco participantes continuaron su camino a sus respectivas casas de campaña para celebrar con sus simpatizantes “la victoria” que cada uno asumió al término del panel.

Con información de Laura Arana


 #DebateINE Las propuestas de López Obrador, Anaya, Meade, Zavala y El Bronco, en el primer debate

Una diferencia marcada de este debate presidencial con respecto a los de otros procesos fue que en cada uno de los bloques temáticos, los cuatro candidatos a la zaga de López Obrador cuestionaron al morenista su propuesta más controversial relacionada con el bloque en turno, lo que hizo que en el formato pareciera por momentos que habían siete moderadores y no los tres dispuestos por el INE.


Redacción El Economista 

No hubo novedad en el primer debate entre los candidatos a la Presidencia de México realizado en el edificio del Palacio de Minería de la Ciudad de México. En una reproducción de lo que sucede con la regulación electoral, que pareciera estar equipada más para evitar ardides de los partidos que vulneren el juego democrático antes que para dar confianza en los procesos a los ciudadanos, el formato del primer debate que buscaba obligar al examen del ideas, no pudo evitar que los candidatos encontraran formas de hacer uso de las reglas para evadir lo incómodo y buscar asentar golpes efectistas sobre los adversarios.

Las cámaras, no obstante, registraron puntualmente fortalezas y debilidades de los contendientes. Así, se pudo ver a una Margarita Zavala que se comunicaba con atropellos ocasionados por una oratoria enérgica y desbordada, pero que ponía en su condición de mujer —en un país con graves problemas en equidad de género— su diferenciación con el resto de los candidatos; a Ricardo Anaya, apurado por que los números de las encuestas no le ayudan a salir de la segunda posición desde el arranque de su campaña, pero el más dotado en oratoria; con Andrés Manuel López Obrador, evadiendo respuestas a cuestionamientos incómodos y claramente contenido para no prodigar descalificativos a sus adversarios por —seguramente— recomendaciones encarecidas de su esquina, pero con ventaja en ser puntero y el único en este debate con tres elecciones por la presidencia en su currículum; a un José Antonio Meade, que al plantearse como la opción clara ante las actuales zozobras del país debía aludir al gobierno del partido que lo postuló, pero con una eficiencia en el decir digna de un alto funcionario de oficio y su condición de no militante partidista o un Jaime Rodríguez sin más plataforma de la sola consigna que el sistema de partidos es el origen de todo mal, que es su fortaleza hasta que plantea una propuesta clara.

A casi 24 años del primer debate entre candidatos a la Presidencia de la República, se reitera que la actuación del entonces candidato del PAN, Diego Fernández de Cevallos, marcó el derrotero de estos eventos en México. Para el histórico debate del 12 de mayo de 1994 se esperaba una confrontación de propuestas, replicando las formas de los debates presidenciales en Estados Unidos. Esta no fue la vía adoptada por Fernández de Cevallos. En su lugar, echó mano de ataques personales y descalificaciones. Y la opinión pública lo proclamó vencedor de aquél debate, por encima de Ernesto Zedillo y Cuauhtémoc Cárdenas.

Una de las diferencias marcadas de este debate presidencial con respecto a los anteriores fue que en cada uno de los tres bloques temáticos en que se dividió el diseño de este debate —maquinaria compleja que los moderadores no supieron operar con fluidez—, los cuatro candidatos a la zaga de López Obrador cuestionaron al morenista su propuesta más controversial relacionada con el bloque en turno, lo que hizo que en el formato pareciera por momentos que habían siete moderadores y no los tres dispuestos por el INE. Pero hay que señalar que por lo menos en las últimas tres procesos electorales no se había presentado una diferencia en las encuestas tan abultada, y que tiene al candidato de Morena, y que según sus dichos, es de 48% en las preferencias del electorado.

Si bien se echó en falta la confrontación de ideas —en la que los argumentos y contraargumentos fueran los protagonistas—, los candidatos presentaron entre recarga y recarga de descalificaciones y cuestionamientos, sus propuestas, que van como siguen:
Seguridad pública y violencia

Margarita Zavala, candidata por la vía independiente

La candidata Zavala reiteró sus propuestas en materia de seguridad presentadas ya en su campaña. No hubo novedad. Las propuestas fueron fortalecer a la policía, haciendo uso —sin dar detalles— de la tecnología, y prometió mano dura contra la impunidad.

Dijo que en su mandato eliminaría la violencia a través de los valores, la educación, el deporte y la cultura. Siguiendo la estrategia de los últimos dos sexenios, dijo que dará continuidad al uso de fuerzas armadas en tareas del combate al crimen. Añadió que creará una Secretaría de Seguridad Ciudadana, para involucrar a la población en la política pública en materia de seguridad.

Ricardo Anaya, candidato de la coalición Por México al Frente

Desmantelar a las organizaciones criminales, no descabezarlas, fue el posicionamiento del candidato Anaya, crítico frente a la estrategia actual, y que inició con el gobierno de Felipe Calderón.

Para lograrlo, expuso que duplicará número de policías, que someterá a procesos de certificación. Su estrategia contempla el apoyo de la Marina y el Ejército, mientras se avanza en el proceso de depuración y conformación de la Policía.

Andrés Manuel López Obrador, candidato de la coalición Juntos haremos historia

“Amnistía no significa impunidad”, dijo el candidato de Morena, ante los cuestionamientos de los otros candidatos y de la moderadora sobre su propuesta de ofrecer amnistía a los miembros del crimen organizado. No obstante, explicó el mecanismo; en su lugar, dijo que convocará a un panel de expertos internacionales —entre los que se encuentran el Papa Francisco, según dijo— a un Foro para definir la forma a adoptar para este proceso. Otra de sus propuestas es combatir la inseguridad por sus causas, y entre las que identificó a la pobreza.

José Antonio Meade, candidato de la coalición Todos por México

El candidato Meade propuso un Código Penal único para que —explicó— los crímenes reciban las mismas penas en todos los estados de la Federación. Habló también de la creación de una Agencia de Investigación Especializada en los delitos de mayor incidencia, prometió cuadruplicar la capacidad de investigación del Estado, y de impedir que lleguen armas y dinero al crimen organizado.

Jaime Rodríguez Calderón, candidato por la vía independiente

Para el independiente Rodríguez Calderón, la inseguridad se abatirá con la contratación de expertos en la materia, la creación de una Policía cibernética y de una Agencia de Investigación semejante —dijo— al FBI, institución que dependa directamente del presidente. Propuso también un Mando único, mejorar la percepción de los policías entre la ciudadanía y escuelas militarizadas a nivel medio superior.
Combate a la corrupción e impunidad

Margarita Zavala, candidata por la vía independiente

La principal propuesta de Zavala en este rubro temático fue el fortalecimiento de la cultura de legalidad. Su paquete de propuestas contempló también consolidar el Sistema Nacional Anticorrupción, una Fiscalía General independiente y una Fiscalía Anticorrupción.

Ricardo Anaya, candidato de la coalición Por México al Frente

Para combatir la corrupción en el país, el otrora presidente del PAN prometió “cárcel y muerte civil a corruptos”, eliminar el fuero del Presidente de la República reformando el artículo 108 de la Constitución, la eliminación del uso de efectivo por parte del gobierno. Como parte del conjunto de sus propuestas están comprendidas una Fiscalía General y de Anticorrupción autónomas.

Andrés Manuel López Obrador, candidato de la coalición Juntos haremos historia

López Obrador prometió terminar con privilegios de funcionarios, reducir los sueldos de los altos mandos del gobierno, vender el avión presidencial y las flotillas aéreas del gobierno federal, medidas todas para abatir la corrupción. Aseveró que acabar con la corrupción y la impunidad es una cuestión de voluntad política del presidente. Ante los cuestionamientos, que le exigieron posicionarse frente al tema, aseguró que el Fiscal General Anticorrupción sería propuesto por el Presidente al Congreso para su consideración, como parte de una terna de personas de probada calidad moral.

José Antonio Meade, candidato de la coalición Todos por México

Meade hizo también eco de la propuesta de acabar con el fuero a presidente, para que pueda ser procesado en caso de haber caído en corrupción. Propuso también la autonomía de los Ministerios Públicos, la declaración patrimonial 7de7 para los funcionarios y que el SAT y el INE formen parte del Sistema Nacional Anticorrupción. Añadió al paquete de propuestas que los contratos celebrados por el gobierno sean abiertos y transparentes, y recuperar lo robado por actos de corrupción.

Jaime Rodríguez Calderón, candidato por la vía independiente

Ecuánime, el exgobernador de Nuevo León propuso un Fiscal autónomo, electo por la ciudadanía. Luego cambió a un estilo prepotente, proponiendo el cortar las manos a funcionarios que roben del erario público, como forma de castigo ejemplar. 

Democracia, pluralismo y grupos en situación de vulnerabilidad

Margarita Zavala, candidata por la vía independiente

Para fiscalizar el cumplimiento de sus propuestas de campaña durante su gobierno, Zavala propuso la creación de un Observatorio ciudadano que evaluara su gestión. No obstante, evadió hablar de sanciones en caso de incumplimiento.

Ricardo Anaya, candidato de la coalición Por México al Frente

Prensa libre, fortalecimiento de la sociedad civil y revocación de mandato, fueron las propuestas para asegurar el cumplimiento puntual de su plataforma de campaña.

Andrés Manuel López Obrador, candidato de la coalición Juntos haremos historia

Someterse a una consulta a la ciudadanía para la revocación del mandato cada dos años, prometió López Obrador.

José Antonio Meade, candidato de la coalición Todos por México

Meade aseguró que el sistema actual en el que el Ejecutivo y el Legislativo vigilan el cumplimiento de las programas de gobierno, es más que suficiente.

Jaime Rodríguez Calderón, candidato por la vía independiente

No tuvo propuesta en este rubro.


Cuestionar a AMLO, consigna del debate 



Ricardo Anaya, abanderado de Por México al Frente, aseguró que se requiere un gobierno de coalición donde el presidente rinda cuentas al Congreso. Imagen tomada de la transmisión del encuentro
Para Andrés Manuel López Obrador, de la alianza Juntos Haremos Historia, el reto principal es acabar con la corrupción y gobernar con el ejemplo. Imagen tomada de la transmisión del encuentro
Margarita Zavala, candidata de sus propuestas es que haya independiente, dijo que una igualdad para las mujeres. Imagen tomada de la transmisión del encuentro
El aspirante presidencial de Todos por México, José Antonio Meade, indicó que entre sus prioridades está que ningún niño nazca en pobreza extrema. Imagen tomada de la transmisión del encuentro
Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, afirmó que se debe cambiar el sistema en materia de seguridad y que el fiscal general debe ser electo por la sociedad. Imagen tomada de la transmisión del encuentro
Con un nuevo formato aprobado por el Instituto Nacional Electoral, ayer se llevó a cabo en el Palacio de Minería el primer debate entre los candidatos a la Presidencia. Imagen tomada de la transmisión del encuentro

Enrique Méndez y Alonso Urrutia

El primer debate presidencial se definió ayer entre la ausencia de nuevas propuestas para poner fin a la inseguridad y la violencia en México, y lo recurrente de las críticas al peligro que representan las ideas de Andrés Manuel López Obrador, quien terminó por reprochar a sus opositores: me están echando montón.

Los cinco candidatos presidenciales presentaron visiones distintas sobre las medidas a aplicar para resolver los altos índices de criminalidad: de la ocurrencia de Jaime Rodríguez Calderón, de integrar una FBI a la mexicana, a la necesidad –expresada con sus matices por José Antonio Meade, Margarita Zavala y Ricardo Anaya– de continuar con el respaldo de las fuerzas armadas, y la insistencia de López Obrador de hacer todo para garantizar la paz.

También se discutió cómo responder a una ciudadanía cansada de que, en campaña, los políticos prometan y en el poder se olviden de sus ofertas a los electores.

Ricardo Anaya, candidato de Por México al Frente, consideró viable la revocación de mandato, pero no a mano alzada, porque eso es peligrosísimo y si se garantiza la no relección del presidente, pero El Bronco Rodríguez Calderón convino en que debe explorarse esa vía, y en contraste, José Antonio Meade, candidato de la coalición Todos por México, expresó: ¡Por el amor de Dios, no!

López Obrador, centro de la crítica por su propuesta de un referéndum bianual, insistió: el pueblo quita y el pueblo pone.

Durante dos horas, como sede el Palacio de Minería, los candidatos y los tres conductores del debate, Denise Maerker, Azucena Uresti y Sergio Sarmiento, cuestionaron sobre sus puntos débiles y sus cargas: a Meade, por la corrupción del PRI; a Margarita Zavala, la guerra contra el narco de su esposo, Felipe Calderón; a Ricardo Anaya, el presunto lavado de dinero; a López Obrador su ambición por la Presidencia, y al Bronco sus trampas para hacerse candidato independiente.

El formato, que permitió preguntas de los periodistas a los candidatos, buscó agilizar una práctica que intenta contrastar las propuestas de los aspirantes a la Presidencia, pero que no ha resultado en México.

La primera pregunta, de carácter general para los cinco candidatos, fue: ¿Qué medidas tomará para combatir la violencia y qué le hace pensar que tendrá éxito, donde todos los demás han fracasado?

El sorteo previo le permitió comenzar al ex gobernador de Nuevo León y ahora independiente gracias al voto de cuatro magistrados electorales.

Rodríguez Calderón mostró una bala. Yo pude ser uno de esos muertos, dijo, y preguntó a sus contrincantes: ¿Meade, te han secuestrado? Ricardo, ¿alguna vez has sufrido un atentado? ¿Y tú Margarita? ¿Andrés, alguien te ha matado un hijo, por ser víctima de los malos gobiernos? Hay que cambiar el sistema de seguridad, contratar a los expertos.

Según él, la violencia ya no se combate con pistolitas, sino con el uso de tecnología. Formar la primera policía cibernética. Los gobernantes no somos expertos. ¡No soy Santoclós y no quiero ser Supermán!

En su turno, López Obrador defendió los resultados durante su mandato como jefe de Gobierno de la capital: Reduje la incidencia delictiva. Existen los datos oficiales que respaldan mi dicho. En mi último año de gobierno había 684 homicidios, y el año pasado en la ciudad se registraron mil 84, dijo.

Se le preguntó por su declaración, en una gira por Guerrero, de abrir la posibilidad de otorgar amnistía a los delincuentes.

–¿Quiénes serían los beneficiarios? ¿Los campesinos que siembran la amapola? ¿Los halcones? ¿Los jefes de la delincuencia? –interrogó Maerker.

–La amnistía no significa impunidad. Porque se ha manejado, desde luego de manera malintencionada, que quiero sacar de la cárcel a todos los delincuentes que han cometido ilícitos. Al triunfo del movimiento voy a convocar a expertos a definir conjuntamente cómo se llevará a cabo una amnistía. Estoy invitando al papa Francisco –respondió López Obrador.

Mientras Anaya reiteró que esa propuesta ya se intentó en Colombia, Meade sostuvo: Tu amnistía te pone del lado de los delincuentes. ¿Cómo explicarás a las familias de los policías víctimas de la masacre en Guerrero que, en tu ambición de poder y tu miedo a perder, te has convertido en títere de los criminales?

López Obrador reviró que la estrategia de los gobiernos de PRI y PAN no ha funcionado, porque aumentó el número de homicidios y desaparecidos.

Tenemos que cambiar la estrategia, pero la amnistía no es la solución. Yo sí tengo cómo enfrentar el problema, con dos ejes: prevención y desmantelar a las mafias, no sólo descabezándolas, profesionalizar a las policías y seguir apoyándonos en el Ejército y la Marina.

A la pregunta hecha a Meade, el candidato de PRI, PVEM y Nueva Alianza contestó: Para mí, lo más importante es tu seguridad. A Juana (Cuevas, su esposa), la han asaltado dos veces, la última con mi hijo en el coche. Tú eras el jefe de Gobierno, Andrés. Propongo un código penal único, cuadruplicar la capacidad de investigación del Estado. De la seguridad de tu familia me hago cargo yo.

–Se registró un repunte de homicidios en el gobierno de Enrique Peña Nieto. ¿Qué falló? ¿Dónde se perdió el éxito? –le preguntó Sarmiento.

–De 2012 a 2014 cayó, para volver a subir. Nos hemos quedado cortos en prevención, disuasión e impunidad.

En su postura sobre la Ley de Seguridad Interior, a revisión en la Suprema Corte de Justicia, indicó que las fuerzas armadas merecen que se les dé seguridad en su actuación, pero también a los ciudadanos respecto de qué se espera de los militares, cuánto tiempo y en qué instancia.

Margarita Zavala sostuvo que su prioridad sería defender a los mexicanos de corruptos y delincuentes, pero también de Donald Trump y hasta de López Obrador. En su candor y en el discurso que ya tenía ensayado, planteó fortalecer a las policías para que una madre pueda decir a su hija si tienes miedo, ve con la policía.

En su réplica, Meade aprovechó para insistir en su oferta de campaña: que no lleguen armas ni dinero a los criminales, y también recuperar los valores familiares. “La otra alternativa es el que hoy está al servicio de los narcos”, soltó. El ex jefe de Gobierno capitalino sostuvo que en su mandato se redujo el secuestro. Y a las pruebas me remito, presumió.

En su afán de cuestionar a López Obrador, Anaya afirmó que en su gobierno las inversiones cayeron 40 por ciento y aumentó el desempleo, porque él espanta las inversiones y eso es enemigo de la seguridad del país.

Más candela

Pero también hubo candela entre los otros candidatos. El Bronco se burló de Margarita Zavala por defender a Felipe Calderón y ella sostuvo que, durante la guerra declarada por él contra el narco, vio a Tijuana, Monterrey y Ciudad Juárez reducir sus niveles de violencia, porque hubo presencia del Estado. Llevada a ese punto anticipó que su política sería intervenir con valentía, enfrentar a la delincuencia.

Anaya no soltó a López Obrador. Propone una amnistía, está en el punto 10 de su plan de seguridad. Plantear el perdón es una locura que generaría una enorme violencia en el país, porfió.

Rodríguez Calderón le hizo segunda: Andrés, ya di si sí o si no. Si propones liberar a los delincuentes. Así como eres, contesta.

El candidato de la coalición Juntos Haremos Historia avanzó: El problema de inseguridad y violencia se originó por la falta de crecimiento económico, empleo y bienestar, y no se puede enfrentar a la violencia con la violencia. El mal hay que enfrentarlo haciendo el bien. Tenemos que hacer todo para garantizar la paz.

Anaya se desesperó: “Andrés. ¿Amnistía para perdonar a los criminales, sí o no? Responde sin rodeos.

–Se trata de que nos reunamos, a partir del primero de julio y convocar a personalidades que conocen de la materia, que nos ayudarán a elaborar un plan, y no descartar ninguna opción, ninguna alternativa. Están aquí contra mí echándome montón.

En el uno dos con Anaya, El Bronco insistió: “No es montón. Es que dices cada barbaridad y hay que cuestionarlo. ¿También vas a convocar a los narcos?

José Antonio Meade, en el tiempo de su réplica criticó la propuesta del ex jefe de Gobierno capitalino: A ver, Andrés Manuel, no hay duda de que haces equipo con los malos, a los que lastiman a la sociedad. Ellos deben estar en la cárcel. Tú gestión en la ciudad fue un desastre.

Una vez más, Ricardo Anaya señaló que las evasivas de López Obrador tienen su origen en que trata de engañar a la gente, a cada público le dice lo que quiere oír y, como hoy tiene a todos los públicos, no quiere responder.

Los cinco candidatos también difirieron en la forma en que darían cuenta a los electores si no cumplen sus ofertas de campaña.

Para Meade, basta con que, en el equilibrio de poderes, el Ejecutivo rinda cuentas ante el Legislativo y se evalúe al gobierno en la elección intermedia. La principal consecuencia es la elección de medio periodo. Si el Ejecutivo cumplió se verá recompensado en las urnas, indicó.

Ante la duda de por qué es un candidato del partido que más rechazo tiene en los ciudadanos, reviró que es el primer abanderado ciudadano que puede ver a la cara a los electores, sin más compromiso que con México.

Incluso defendió la adhesión de Armando Ríos Piter, a quien definió como un político talentoso y con emotividad.

El Bronco no respondió a la pregunta, trató de hacer firmar a los otros candidatos un compromiso para renunciar al financiamiento público y argumentó que las propuestas las recibe de los ciudadanos y por eso colocó, en su podio, el teléfono para que la gente le envíe ideas. ¡Márquenme, raza! A la pregunta sobre los matrimonios igualitarios, respondió con una frase que causó hilaridad: Tan creo en el matrimonio que me he casado tres veces. Cada quien se casa con quien quiera.

Meade insistió en las críticas a López Obrador, que había dejado pasar la denuncia del ex secretario de Hacienda respecto de que tiene tres departamentos y tiene en la nómina de Morena a sus hijos y sus hermanos.

Ante las preguntas sobre la revocación de mandato, el tabasqueño reiteró que sería un presidente que no le fallará al pueblo. Y cuando Sarmiento le preguntó si no compite por el cargo, entonces por qué es su tercera vez como candidato, indicó: No es el cargo. Es conducir un movimiento de millones para transformar a México.

–¿Si pierde aceptaría que fue derrotado? –dijo el conductor.

–Desde luego que sí. En democracia se gana o se pierde, lo que buscamos es que no haya compra de votos, fraude, porque los de la mafia del poder son especialistas en trampas.

Ricardo Anaya le dijo que tanto critica a la denominada mafia del poder, que ya no eres opositor del sistema, pactaste con Elba Esther Gordillo y Napoleón Gómez Urrutia y ya ofreciste perdón a Salinas y Peña Nieto. No sé si es tu obsesión por el poder o el cansancio, pero lo debes explicar.

En la ruta final, Meade dijo que en dos décadas López Obrador no ha aportado su voz para sumar, sino para dividir, y el candidato de Morena señaló que el ex canciller no levanta ni con calumnias; si dice que tengo tres departamentos y existen, se los regalo al señor Meade.

Declarado el fin del debate, López Obrador se retiró del podio antes de que se cerrara la señal. Al salir del Palacio de Minería, Anaya dijo que sólo los electores dirán quién ganó el debate. Meade se asumió triunfador, pero también indicó que ganó México. Antes de subir al Jetta blanco, López Obrador cerró la noche: ganó ya saben quién.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario