domingo, 11 de marzo de 2018

Triplica uso de drogas en sector estudiantil.



El consumo y la oferta de drogas ilícitas entre los estudiantes mexicanos van en aumento.

De 2011 a 2016, el número de estudiantes que consumieron alguna droga ilícita se triplicó, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco, levantada en 2016 y dada a conocer por la Secretaría en Salud en junio de 2017.

Según la encuesta, los jóvenes de 12 a 25 años de edad que habrían consumido alguna droga ilícita pasaron de 2.2 millones en 2011 a 3.8 millones en 2016, lo que implica un incremento del 71.8 por ciento.


El aumento es mucho mayor si se considera solamente a estudiantes, pues éstos pasaron de 577 mil en 2011 a 1.5 millones en 2016, un incremento de casi 170 por ciento.

La droga ilegal más consumida es la mariguana, cuya oferta entre estudiantes de 18 a 25 años, principalmente universitarios, creció en un 45.8 por ciento en cinco años, al pasar de 2.3 millones de casos a 3.3 millones.

En los estudiantes de secundaria y bachillerato, la oferta de mariguana regalada o vendida creció 38.3 por ciento.

Mercado potencial

Con una matrícula de casi 9 millones de estudiantes en 25 mil planteles de universidades y bachilleratos -públicos y privados-, los estudiantes se han convertido en un público objetivo del narcomenudeo.

Después del asesinato de dos presuntos narcomenudistas en las instalaciones de Ciudad Universitaria de la UNAM, el pasado 23 de febrero, creció la alerta por la presencia de traficantes que incluso se disputan este centro educativo.

A partir de ese hecho, la UNAM y la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) trabajan con la Secretaría de Gobernación en el diseño de una estrategia que haga frente al incremento del consumo y la distribución de drogas entre la población estudiantil, y la posible violencia derivada del narcomenudeo.

Representantes de la ANUIES informaron que la estrategia en la que trabajan las instituciones educativas tiene como base el Manual de Seguridad de la ANUIES creado en 2011, que establece protocolos de actuación y la necesidad de que cada institución cuente con un diagnóstico específico de la situación en sus campus.

La estrategia será presentada por los representantes de las seis regiones en que están aglutinadas las 191 instituciones educativas de la asociación, incluida la UNAM.

Jaime Valls, secretario general de la ANUIES, refirió que es fundamental que cada institución educativa cuente con su propio diagnóstico de seguridad, y advirtió sobre la importancia de trabajar en coordinación.

"La autonomía no es autarquía, la autonomía no es aislamiento", señaló.

'El problema es la complicidad'

Manuel Gil Antón, investigador de El Colegio de México, destaca que si las drogas llegan a un campus universitario es porque, previamente, existió complicidad de alguna autoridad con los traficantes.

"El problema que puede ser muy grave, no sólo en las instituciones de educación superior sino en cualquier parte, es la violencia asociada con la persecución y también por la disputa de terrenos, en lo que casi siempre hay una complicidad gubernamental", afirma.

El especialista en educación superior enfatiza que para que las drogas lleguen a las instituciones educativas deben pasar por una cadena que involucra a autoridades de todos los niveles.

"Sin la complicidad de las autoridades federales, estatales y locales, la promoción, distribución y venta de droga no sería posible en ninguna escuela. Lo que hace que esto haya crecido de cierta manera no es el producto que se trafica, sino la corrupción y la impunidad. El que se encargaría de que se aplique la ley es parte del negocio. Somos muy hipócritas".

En el caso de la UNAM, Gil Antón afirma que la discusión no debe girar en torno a la autonomía -que impide la intervención policial en sus instalaciones-, sino alrededor del problema mayor, que es la probable participación de corporaciones policiacas en el tráfico de drogas.

Ante el aumento del consumo de drogas entre la población estudiantil, el académico sugiere abrir espacios de discusión sobre las políticas públicas implementadas para su combate, no sólo dentro de los campus universitarios, sino en la sociedad mexicana, ya que lo que ocurre en las universidades refleja la relación generalizada de los jóvenes con las drogas en México, cuyo combate estatal basado en la fuerza policial ha fracasado.

"Es un problema que excede a la UNAM, a las universidades públicas e incluso a las privadas. Tenemos que generar espacios para discutir la problemática general de las drogas, porque probablemente una perspectiva preventiva y de cuidado sea más eficaz que la actual alternativa de represión", añade.

¿Qué proponen las universidades?

Autoridades de distintas instituciones de educación superior coinciden en que la clave para combatir el crecimiento del consumo de drogas entre la comunidad estudiantil está en la prevención. Convocados por Revista R, explican cómo han lidiado con la presencia de drogas y violencia en sus instalaciones y proponen medidas para atajar el problema.

UACM: 'discutir la legalización'

En las instalaciones de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México sí se han presentado problemas por consumo de drogas, como la violación a una estudiante o agresiones físicas a los alumnos, reconoce el rector Hugo Aboites Aguilar.

Cuarto rector de esta universidad fundada en 2001, el investigador elegido para el periodo 2014-2018 enlista una serie de recomendaciones para atender el problema: el primero, no ser omiso y reconocer la realidad; el segundo, recuperar los espacios físicos en los que los estudiantes se reúnen para el consumo y convertirlos en espacios deportivos; el tercero, discutir la legalización; el cuarto, mejorar las oportunidades para los jóvenes en lugares para estudiar y trabajar.

Sin embargo, la solución, advierte, debe ir al fondo del problema.

"No se puede tratar o avanzar en su resolución mediante golpes de mesa y medidas únicas y aparentemente contundentes, como sólo la criminalización. Pasa por la discusión a fondo de la posible legalización de las drogas; por una iniciativa público-privada de grandes alcances que ofrezca empleos abundantes y bien remunerados para los jóvenes", destaca.

UAM: 'campañas de orientación'

Para combatir el consumo de drogas en sus instalaciones, la Universidad Autónoma Metropolitana firmó un convenio con el Instituto para la Atención y Prevención de las Adicciones de la Ciudad de México, del que se desprendió la creación del "Observatorio Universitario de Adicciones", que busca captar y dar seguimiento a casos relacionados con esas sustancias.

El rector, Eduardo Peñalosa Castro, propone la creación de campañas contra el abuso de drogas y garantizar su difusión dentro de las instituciones educativas, y hacia afuera; además de establecer áreas especializadas de atención gratuita a los jóvenes con problemas de adicción.

"La UAM se encuentra preocupada por el incremento en el consumo de drogas que aqueja a nuestra sociedad, lo que generalmente se asocia con conductas violentas, inseguridad y criminalidad; está convencida que esta situación también es resultado de la pobreza, el desempleo, la insatisfacción de nuestros jóvenes y el limitado acceso a la educación en que la gran mayoría de nuestros connacionales están sumidos y es en la atención de estos factores donde debemos ocuparnos y centrar nuestra atención para superar el problema", refiere.

UIA: 'información, no castigo'

La postura de la Universidad Iberoamericana ante la presencia de drogas entre sus estudiantes prioriza una resolución formativa sobre la imposición de castigos. A través de su Centro de Atención a Estudiantes, implementa un programa informativo de prevención y ofrece apoyo psicológico.

Para revertir la tendencia de consumo de estas sustancias entre los jóvenes, la UIA propone atender su salud emocional, generar mejores condiciones en el mercado laboral, impulsar proyectos profesionales e incentivar su participación en actividades solidarias.

"Esto les daría un sentido de vida, un para qué de su existencia. Los ayudaría a salir del egocentrismo, a disminuir la ansiedad que experimentan ante una sociedad de consumo, efímera y poco estable como la que viven", señala Georgina Tepale Palma, coordinadora del Centro de Atención Estudiantil Universitaria.

UIC: 'advertir sobre los efectos'

En la Universidad Intercontinental, la principal medida para evitar la circulación de drogas en el campus es restringir el acceso a personas ajenas a la comunidad, señala el rector Bernardo Ardavín Migoni.

Adicionalmente, la institución trabaja en la realización de campañas de advertencia sobre los efectos colaterales del uso de drogas.

Para el rector de esta universidad católica fundada en 1976, lo principal es mantener un enfoque social del desarrollo económico, en el que se incluya el fomento al deporte y el esparcimiento.

"Una economía que favorezca el desarrollo de oportunidades para el trabajo, una educación de calidad en todos los niveles, el estímulo del deporte y el fomento de la cultura aprovechando los espacios, físicos y temporales, de ocio y entretenimiento, que también deben ser procurados", señala.

UNAM: 'incentivar debate multidisciplinario'

La Universidad Nacional Autónoma de México busca atacar el consumo de drogas entre los jóvenes con campañas de prevención. Ofrece apoyo psicológico y médico, y busca combatir el estigma negativo de la atención psiquiátrica y del tratamiento contra las adicciones.

Dos semanas después del asesinato de dos presuntos narcomenudistas en Ciudad Universitaria, la UNAM inauguró la Clínica de Atención Integral para las Adicciones (CLIA), en la Facultad de Medicina.

La UNAM propone invertir más recursos públicos para ampliar espacios en educación y garantizar la permanencia de quienes están matriculados, generar políticas públicas que fomenten la Ciudades Saludables, donde haya condiciones favorables para el desarrollo de los jóvenes. También, que haya un debate multidisciplinario que abarque prevención, consumo uso y legalización de las drogas.

"El combate a esta problemática tiene que ser revisado constantemente, incluir innovaciones y ajustes que respondan a lo cambiante de los escenarios a los que nos enfrentamos y los que nos enfrentaremos", señala Javier de la Fuente, secretario de Atención a la Comunidad Universitaria.

UVM: 'cada quien su parte'

En la Universidad del Valle de México se trata de cerrar el paso a las drogas con el uso de perros especializados en detección de estupefacientes en los 38 campus que tiene en la Ciudad de México y 18 estados, revela el rector Bernardo González-Aréchiga.

Adicionalmente, la universidad realiza pruebas antidoping a los estudiantes que marcaron positivo en la detección de las "unidades caninas", y al resto de los estudiantes de forma aleatoria.

Esta universidad atiende a unos 130 mil estudiantes en preparatoria, licenciatura y posgrado, por lo que sus estrategias también son masivas; como la difusión de campañas y la recuperación de espacios públicos. Además, de los programas de becas.

"La facilidad de acceso a sustancias prohibidas, junto con la falta de oportunidades y de atención, facilita que los jóvenes tomen decisiones equivocadas. Ciertamente, la orientación y la prevención inicial deben de venir desde la casa, con un involucramiento directo de los padres de familia. Cada quien debe aportar su parte", valora.

UABC: 'Prevención antes que la guerra'

Para reducir la demanda de drogas entre estudiantes, la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) trabaja en tres niveles de prevención: universal, selectiva e indicada, asegura el rector Juan Manuel Ocegueda Hernández.

La UABC busca involucrar a los familiares en esa labor e incentivar el compromiso de los estudiantes.

Además, el rector propone el impulso de mayores ofertas de empleos dignos, facilidades de emprendimiento, acceso a posgrados e intercambios académicos e involucramiento estudiantil con las comunidades.

"Favorecer la prevención antes que la guerra contra las drogas o la legalización", destaca.

UAEH: 'políticas públicas para bienestar social'

La Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo previene el consumo y venta de drogas entre sus estudiantes con una materia llamada Vida Saludable, y da de baja a los alumnos involucrados en problemas de drogas.

Recientemente, la institución educativa reforzó las medidas de acceso a sus planteles y lanzó una campaña para promover la cultura de la denuncia entre sus 55 mil alumnos.

El rector, Adolfo Pontigo Loyola, propone que las autoridades gubernamentales implementen programas de prevención del delito para reforzar el tejido social.

"Lo que tendríamos que hacer es exigir a nuestras autoridades que las políticas públicas estén destinadas al bienestar social", señala.

UAS: 'cambio en la cultura'

La Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) creó un diplomado de valores para evitar el consumo y narcotráfico en sus campus. De acuerdo con Juan Eulogio Guerra Liera, rector de la UAS, el diplomado inició en 2013 y a la fecha se tiene el registro de mil 500 personas que lo cursaron, entre docentes y personal administrativo.

El rector descarta la existencia de alguna red de narcomenudeo, pero reconoce la existencia de personas adictas a las drogas, a quienes canalizan a Centros de Atención Estudiantil.

Más que legalizar el uso de la mariguana como alternativa, el rector dice que su apuesta es por el desarrollo humano.

"Apostamos por un cambio a la cultura. Es difícil en una población de más de 164 mil jóvenes plantear solamente el aspecto normativo, que merezca una amonestación o un castigo", resalta.

UV: 'invertir en educación'

La Universidad Veracruzana (UV) combate el consumo de drogas estudiantil con un programa preventivo y la aplicación de un examen integral a los estudiantes de primer ingreso, además del funcionamiento de los Centros Centinela, donde se realiza vigilancia epidemiológica, capacitación y asesoría sobre temas relacionados con consumo de alcohol, tabaco y drogas ilícitas, entre otros.

La UV no ha detectado narcomenudeo dentro de sus instalaciones, pero reconoce que es un problema presente en el ámbito social en el que se inserta la actividad universitaria.

Para combatir el consumo de drogas, la UV propone apuntalar la inversión en educación y atender las necesidades específicas de este sector poblacional.

"La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo", afirma Octavio Ochoa Contreras, secretario de Desarrollo Institucional de la UV.

UAZ: 'las universidades no están preparadas'

El rector de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), Antonio Guzmán Fernández, reconoce que las instituciones educativas no están preparadas para enfrentar la venta y consumo de drogas.

Después de los recientes casos de violencia en la UNAM, la UAZ comenzó a elaborar un diagnóstico para identificar los puntos de consumo y tráfico de drogas en sus campus, e instaló 12 cámaras de vigilancia.

Cuando se detectan consumo o venta de estas sustancias entre alguno de sus 40 mil estudiantes, éstos son canalizados a un Centro de Atención psicológica y educativa.

Para evitar que los campus se conviertan en puntos de narcomenudeo, el rector hace un llamado a los gobiernos a crear oportunidades de educación y empleo.

Andro Aguilar y Octavio Ortega/REFORMA

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