De acuerdo con la ASF, algunas de las pérdidas obedecen a que Pemex o su subsidiarias formalizaron contratos con condiciones fuera de mercado. Foto: Archivo |
Rolando Herrera
Ante las millonarias pérdidas que Petróleos Mexicanos (Pemex) y sus subsidiarias han registrado por una mala administración empresarial, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) pidió revisar el esquema de gobernanza de la empresa productiva del Estado.
En el Informe General Ejecutivo de la Cuenta Pública 2016, entregado en la Cámara de Diputados en febrero pasado, el órgano fiscalizador expuso que uno de los propósitos de la reforma energética era hacer rentable a las empresas paraestatales, sin embargo, esto no se ha cumplido.
"El conjunto de las decisiones de las empresas productivas del Estado ha sido ratificado en niveles de órgano de gobierno, por lo que sugerimos revisar a fondo el esquema de gobernanza de este tipo de empresas", sostuvo la ASF.
REFORMA publicó este lunes que cinco de las seis nuevas subsidiarias que creó Pemex en 2015 tras la aprobación de la reforma energética registraron pérdidas en 2017 por 63 mil 305 millones de pesos.
Las subsidiarias que tuvieron número rojos son Transformación Industrial, Fertilizantes, Etileno, Cogeneración y Logística, y la única que tuvo un balance positivo fue Perforación y Servicios, que reportó un rendimiento neto de mil 734 millones de pesos.
Las pérdidas millonarias son arrastradas desde 2016 y, de acuerdo con la ASF, algunas de ellas obedecen a que Pemex o su subsidiarias formalizaron contratos con condiciones fuera de mercado que perjudican a la empresa productiva del Estado y beneficia a las compañías privadas.
Es el caso del contrato suscrito con Braskem, filial de la empresa brasileña Odebrecht, a la cual se le ofreció la entrega de etano a un precio inferior a su valor real.
"En cuanto a la contratación y suministro de etano, para el complejo petroquímico Etileno XXI (auditoría 1800-DE), la ASF identificó que Pemex Transformación Industrial (PTI) incurrió en pérdidas por más de 1,900 mdp., toda vez que el precio al que vendió el etano fue menor al costo de ventas y al gasto de transportación incurridos", aseveró.
Otro ejemplo de una venta desventajosa para el Estado y beneficiosa para un privado es la comercialización de coque, que es un producto residual obtenido en la refinación del crudo.
"(...) PTI acordó la venta de este producto a una empresa cementera a un precio fijo. La fiscalización practicada muestra que en el 2016, dado que el precio internacional estuvo por encima del precio pactado en más de 700 por ciento, el no haber estipulado dicho valor de referencia mundial en el contrato implicó efectos de 839 mdp. que se relacionan con los ingresos que PTI dejó de percibir por haber contemplado un precio fijo desligado de las condiciones del mercado internacional", estableció la ASF.a
Reforma
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