Cuatro gasoductos, con inversiones millonarias, están detenidos por unos cuantos kilómetros.
Al Ramal de Tula sólo le falta un kilómetro, pero está frenado, desde octubre de 2015, por amparos de ejidatarios en Hidalgo.
Este proyecto de la canadiense Atco mide 17 kilómetros para llevar gas natural a la planta "Francisco Pérez Ríos" de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
El gasoducto Guaymas-El Oro, que cruza de Sonora a Sinaloa, le falta sólo unos metros porque fueron vandalizados.
Miembros de la comunidad yaqui de Loma de Bácum desenterraron parte del ducto con el apoyo de un grupo que utilizó herramienta especial.
Este ducto está frenado desde agosto de 2017, lo que ha impedido a la CFE y a empresas de la región recibir gas natural.
IEnova, que está a cargo del ducto, no ha podido ingresar a hacer las reparaciones, debido a una suspensión que le otorgó un juez a la comunidad, así como por la seguridad de los trabajadores de la firma energética que pueden ser agredidos.
Otro caso es el gasoducto Tuxpan-Tula, al cual sólo le faltan 19 kilómetros, y en Topolobampo hay 14 kilómetros en conflicto.
Norma Zúñiga/REFORMA
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