Uno es beisbolista declarado, otro es aficionado al futbol y los toros y del tercero se desconoce su pasión deportiva. Así son los precandidatos presidenciales Andrés Manuel López Obrador, José Antonio Meade y Ricardo Anaya, respectivamente.
Sin embargo, sólo AMLO difundió unos extractos de su plataforma electoral en materia deportiva. Ninguno de los aspirantes tiene antecedentes de haber ocupado un cargo vinculado directamente con el deporte.
Pero López Obrador, de la coalición Juntos Haremos Historia, es quien tendría más experiencia debido a sus contiendas presidenciales anteriores y en las que contó con la cercanía de figuras deportivas, como sucedió en el proceso electoral de 2012, cuando la medallista olímpica Ana Guevara lo apoyó en su campaña.
Hasta el momento no se han rodeado de deportistas en activo o retirados, o dirigentes en el rubro, ni hecho pronunciamientos alusivos al deporte.
Juega Meade en el Azteca
Practicar futbol es una de las aficiones del precandidato presidencial por la coalición PRI-PVEM-Panal, José Antonio Meade, quien, además, ha tenido la oportunidad de jugar en el Estadio Azteca.
Como titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, en 2015, Meade organizó dos partidos contra diplomáticos africanos y europeos. El primero se celebró en el Estadio Azul, y el segundo, en el Azteca, ambos con marcador a favor del servicio exterior mexicano.
El otrora Secretario de Hacienda es visitante frecuente de los estadios para presenciar partidos de la Liga MX, destacando aquellos de los Pumas de la UNAM, institución en la que estudió. Pero no sólo es fan del balompié, también le gusta el futbol americano universitario y ha presenciado partidos de la Liga Mayor.
Quizá por su afición al deporte de las patadas, a Meade no se le complicó implementar en mayo de 2016 el programa "Futbol por la Inclusión", cuando fungía como Secretario de Desarrollo Social.
Y también tal vez por ello, en su paso como cinco veces Secretario (en dos ocasiones en la SHCP) en las que ha despachado en los últimos seis años ha hecho analogías entre problemáticas sociales o económicas con planteamientos tácticos o términos futbolísticos comunes.
Sin embargo, se desconoce si alguna otra disciplina individual o de conjunto sea de su agrado aunque sea sólo para verla por televisión, por lo que su contacto con el deporte de alto rendimiento es incierto.
En contraste, el hoy aspirante a la Presidencia es aficionado a los toros y acude regularmente a la Plaza México con su familia o colaboradores más cercanos.
Meade juega futbol, pero su imagen no se asocia con los cánones de un deportista.
Y el beisbol también figura entre sus aficiones.
Practica Anaya yoga
Ricardo Anaya, aspirante presidencial de la coalición Por México al Frente, es un individuo atlético, en parte por su edad, 38 años, y también porque práctica yoga, la única actividad física o afición deportiva que se le conoce.
El precandidato a la Presidencia más joven de los hasta ahora registrados nunca ha revelado sus gustos deportivos ni cómo se mantiene en forma.
Presume en sus redes sociales fotos haciendo posturas complicadas de la milenaria práctica china, la yoga, mientras sus hijos lo observan.
Al queretano no se le ha visto en estadios ni tampoco en contacto cercano con la comunidad deportiva del País. El mayor acercamiento que ha tenido y del que se tiene registro data de 2013.
A fines de ese año, como presidente de la Cámara de Diputados, Anaya encabezó una entrega de reconocimientos a medallistas mundiales, entre quienes se encontraban el ganador de bronce en salto en longitud, Luis Rivera; integrantes de la Sub 17 de futbol, subcampeones del orbe de la categoría, y los niños triqui, sensación entonces en el basquetbol infantil a nivel mundial.
Late AMLO por el beisbol
Su gusto por el beisbol y la experiencia de llevar dos contiendas presidenciales consecutivas han permitido a Andrés Manuel López Obrador un mayor acercamiento con el deporte mexicano.
Y, específicamente para el proceso electoral pasado, el tabasqueño se valió de la imagen de la mejor exponente del atletismo mexicano de todos los tiempos, la hoy ex velocista Ana Guevara.
López Obrador estuvo acompañado en su campaña presidencial de 2012 por la sonorense, quien después se convertiría en senadora por el Partido del Trabajo.
Sin embargo, el ex perredista nunca ha dado profundidad a la política deportiva que pretende implementar de llegar a Los Pinos.
En su plataforma electoral de 2018, en el apartado de Desarrollo Social de su denominado "Proyecto 18", López Obrador hace referencia al deporte y la cultura física en un párrafo, y a diferencia de la presentada en 2012 ahora no hace mención al beisbol.
"Incorporar la cultura física en la ciudadanía. Integrar un Comité Nacional de Cultura Física y Deporte que contribuya transversalmente a las políticas públicas. Fomentar el uso de la bicicleta desde la niñez, incluyendo el desarrollo de infraestructura vial. Crear Centros Deportivos Municipales de desarrollo comunitario".
Apasionado de la pelota caliente, López Obrador no pierde oportunidad de tomar el bat o asistir a partidos de la Liga Mexicana e incluso de las Grandes Ligas a ver a sus amados Dodgers. En 2016 acudió al Juego de Estrellas de la Gran Carpa.
Incluso utiliza términos de beisbol cuando hace política, como en 2012, cuando exhortó a sus simpatizantes a "fildear" durante el proceso electoral de ese año.
Adrián Basilio/REFORMA
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