lunes, 18 de diciembre de 2017

Elba pasa de rechazada a pilar de El Peje.


José Ureña/Teléfono Rojo

Elba Esther Gordillo ha regresado a su G-7.

Así conoce la clase política su penthouse en Polanco, Galileo 7.

Un lugar por donde desfilaban y desfilarán personajes públicos en busca de consejo, favores, su bendición y su respaldo para hacer carrera y ascender en la escalera del poder.

Como referencia, va una historia de junio de 2006:

Elba Esther y su equipo habían establecido contacto con Andrés Manuel Lópezpara una eventual alianza a fin de hundir más a su archienemigo, Roberto Madrazo.

Nadie como su paisano de Macuspana para acabar con quien la defenestró como coordinadora de los diputados y le impidió llegar a la presidencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Avanzaron las pláticas y estaban a punto del arreglo final, o eso creía La Maestra.

El intermediario fue un hombre de plena confianza para ella: Manuel Camacho Solís, bajo cuya intercesión el ex presidente Carlos Salinas arrebató el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) a Carlos Jonguitud para entregarlo a Elba Esther Gordillo.

Camacho Solís la llevó a Los Pinos en 1989 y, tras escuchar la propuesta, dio su aceptación condicionada:

-Sí, Presidente, pero no lo encarcele ni lo persiga como a Joaquín Hernández Galicia, La Quina.

Salinas honró su palabra: nada más lo sacó del Senado y lo exilió en Estados Unidos, para lo cual tuvo dos horas y ni derecho a despedirse de su familia ni recoger su ropa.

LA ARROGANCIA DE EL MESÍAS TROPICAL

Sigamos con la historia de junio de 2006:

Manuel Camacho Solís, héroe de muchas caras y mil traiciones, como lo definía Ernesto Zedillo, llevaba y traía mensajes de Andrés Manuel López a Elba Esther Gordillo.

Avanzadas las pláticas, sólo se faltaba la palabra final del tabasqueño.

La Maestra esperaba en G-7 con sus principales asesores: Francisco Yáñez, Miguel Ángel Yunes, Fernando González, Héctor Hernández, Rafael Ochoa Guzmán…

Llegó Camacho Solís y un propio lo subió hasta el penthouse.

Elba Esther preguntó:

-¿Cuál es la respuesta?

-Que se ven después del 6 de julio.

Un insulto semejante altanería para quien recibía pleitesía de todos y coqueteos de los demás frentes políticos para fortalecer sus campañas y asegurar la victoria contra el peligro para México, como definían y definen sus adversarios a López.

El Peje selló su suerte con su soberbia.

CESIONES DE CALDERÓN A GORDILLO

Todavía no salía Manuel Camacho Solís de Galileo 7 cuando Elba Esther Gordillo instruyó:

-Comuníquenme con (Felipe) Calderón.

En enlace fue inmediato:

-¿Cómo está, mi candidato? Los maestros estamos entusiasmados con su candidatura. ¿Cuándo nos presenta su proyecto de gobierno y sobre todo en política educativa?

Y en horas se armó el encuentro y Calderón fue a la sede del SNTE en Santa Fe y consumaron su alianza y ganaron y Gordillo tuvo muchas posiciones en la administración pública: la Subsecretaría de Educación, el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), la Lotería Nacional (Lotenal), el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE)…

Todo por culpa de El Peje.

Y lo que fue posible hace 12 años, hoy se da por el pragmatismo, la ambición presidencial de López y la venganza de La Maestra contra Enrique Peña y el PRI.

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