En el último informe de Finanzas Públicas elaborado por José Antonio Meade el gasto en obra pública mostró la mayor caída de los últimos 22 años.
Este gasto retrocedió 24.6 por ciento real anual para el periodo de enero a octubre.
La pronunciada disminución de la inversión física, rubro que incluye las erogaciones para construir, conservar o adquirir bienes de capital para la obra pública, ha sido uno de los factores que más han marcado las finanzas públicas en 2017.
De enero a octubre de 2017, el gasto de inversión física sumó 479 mil 65 millones de pesos, monto inferior a lo destinado al pago de pensiones, que consume parte importante de los recursos y sumó 577 mil 13 millones.
Con esto, la reducción anual de la inversión física en los primeros 10 meses del año es la más pronunciada después de la de 1995, cuando se redujo 30.3 por ciento.
Este gasto, de gran importancia para el desarrollo económico del País, comenzó su tendencia negativa en 2015, al caer 9.5 por ciento real, para el periodo que va de enero a octubre, y posteriormente, en 2016, retroceder 11.7 por ciento frente al mismo periodo del año anterior.
El resultado ha permitido que el superávit primario avance y se perfile para cerrar el año de acuerdo con las metas del Gobierno federal.
Al cierre de octubre, la balanza primaria, que registra los ingresos menos los gastos del sector público sin considerar el costo financiero de la deuda, tuvo un saldo positivo de 480 mil 826 millones de pesos, tres veces superior al del año pasado.
REFORMA
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