Casi 4 millones de pesos del presupuesto fueron gastados y las dependencias responsables no pueden comprobar la entrega de dinero o especificar el domicilio en donde se aplicó el beneficio prometido.
La Delegación Iztapalapa repartió 2.4 millones de pesos y la Secretaría de Desarrolló Social destinó 1.5 a la pinta de bardas, pero ambos programas presentan anomalías en su desarrollo.
Se trata del programa Poder Pasear 2016 que realizó la Administración de la perredista Dione Anguiano para entregar mil 500 pesos a menores de edad para que se fueran de vacaciones.
Según las reglas de operación emitidas por el Gobierno delegacional, se preveía una bolsa de 2.4 millones para apoyar a los beneficiarios.
Sin embargo, en el padrón de beneficiarios hay cientos personas mayores de edad e incluso algunas de éstas no sabían que estaban inscritas.
Además, la Delegación admitió que no hay comprobantes de que se dio dinero.
"A lo anterior manifiesto que el área no cuenta con comprobantes, toda vez que sólo se solicita por oficio el trámite", respondió el Director de Cultura de Iztapalapa, Marcos Gerardo Hidalgo, del 10 de octubre de 2017.
En tanto, la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) pagó mil 500 pesos a una asociación que debía pintar 4 mil poemas en bardas de la Ciudad.
Sin embargo, la dependencia a cargo de José Ramón Amieva desconoce los sitios en donde se realizaron las frases del programa Ciudad y Palabra 2016, cuyo objetivo era mostrar versos que formaran parte de la memoria histórica en las 16 delegaciones, de acuerdo con el convenio obtenido vía transparencia.
Además, la asociación Centro Experimental de Poéticas Transdiciplinarias y Fomento a la Lectura, Escritura, Poesía y Trayecto se quedó corta y solo logró pintar mil bardas.
La asociación armó una carpeta con fotos en un convenio que se les asignó directamente y, sin informar el domicilio en el que se realizó cada pinta, entregó su factura.
"De dicha revisión se desprende que la información con que se cuenta no tiene el nivel de desagregación que requiere en su petición con respecto a la ubicación de los espacios intervenidos", respondió la Sedeso el 5 de septiembre a una petición de transparencia.
La solicitud de información de este diario cuestiona a la Secretaría la dirección de las bardas que formaron parte del programa.
De acuerdo con el convenio, se debía realizar un mapeo lo que implica que debían conocer la ubicación, además de que tenían que pedir permisos.
Israel Ortega/REFORMA
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