Paraliza a industria sabotaje en Orizaba
El sabotaje a un tren que se partió en 3 en Orizaba, paralizó 300 mil toneladas de mercancía que deben ser transportadas al Valle de México. Foto: Especial
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Benito Jiménez
Cd. de México
Tras el sabotaje de un tren en Orizaba, Veracruz, la industria se paralizó en el sureste del País, advirtió un jefe de operaciones de Ferromex, consorcio responsable del tráfico de locomotoras desde los rieles.
Por el atentado, más de 300 mil toneladas de mercancías están la espera de ser transportadas al Valle de México, principalmente granos, polietileno, químicos y productos importados.
Las vías dañadas y las tolvas descarriladas impiden el paso de trenes desde Coatzacoalcos y el puerto de Veracruz a Puebla y después al centro del País.
Delincuentes que operan en Veracruz a la vista de policías del estado y federales cortaron las mangueras de freno al ferrocarril y dividieron a éste en tres, lo que ocasionó el deslizamiento sin control de 39 carros y cuatro locomotoras.
El jefe de operación de la ferroviaria en la zona acusó que las autoridades de Veracruz, la Policía Federal y el Ejército realizan operativos estériles.
"Los han visto que roban mercancías. No detienen a ninguno. Lo peor, no dan seguimiento a quien compra esa mercancía robada. Son operativos falsos, de pantalla, de teatro", indicó el mando ferroviario.
El jefe operativo dijo a REFORMA que en los últimos siete eventos los delincuentes, ligados a Los Zetas, tienen bajo su mando a una red de pobladores en Orizaba y Acultzingo para afectar las operaciones del tren, ahora mediante sabotajes.
"El tema ya es de seguridad nacional, nadie, diputados, senadores, policías, militares, nadie está volteando a ver esta realidad.
"El sábado, los criminales descarrilaron un tren con trigo, pero también transportamos químicos peligrosos, de haber sido así estuviéramos hablando de una matazón en Orizaba, de cientos de muertos", advirtió el mando operativo de trenes.
"Nos estamos enfrentando a temas de sabotaje, atentados contra la operación de los trenes que llevan productos peligrosos de la industria como cloro utilizado todos los días para limpiar el agua de la Ciudad de México, amoniaco. Eso derramado puede ocasionar una verdadera tragedia".
La fuente sostuvo que el tramo de Orizaba-Acultzingo representa de mayor riesgo, sólo por la operación de las máquinas, pues el trayecto representa el manejo de cuatro locomotoras y más de 60 carros, con 90 toneladas cada uno.
"De por sí debe ser un trabajo profesional para no afectar a la población, pero si tenemos en contra los actos de estos criminales, miles de familias están en riesgo, es lo que no alcanzan a ver, no están dimensionando el tema.
"La vida de estas personas está en manos de estos criminales, estamos a la deriva por las decisiones de estos criminales. ¿Cómo es posible que en menos de un mes tengamos siete sabotajes? Existe una ausencia real de las autoridades de Veracruz y del Gobierno federal", reprochó.
Explicó que en el sabotaje del sábado en Orizaba los delincuentes cortaron los mecanismos de los frenos, lo que provocó que el tren avanzara hacia atrás en una pendiente y chocara con otro tren, dejando a la tripulación en estado grave de salud.
El jefe operativo señaló que tras el sabotaje de un tren en Orizaba, Veracruz, la industria se paralizó en el sureste del país.
Por el atentado más de 300 mil toneladas de mercancías están a la espera de ser transportadas al Valle de México, sobre todo granos, polietileno, químicos y productos importados.
Las vías dañadas y las tolvas descarriladas impiden el paso de trenes desde Coatzacoalcos y el puerto de Veracruz a Puebla y después a la centro del país.
El jefe de operación sostuvo que aún con el sabotaje reportado en Orizaba, el Gobierno del estado y autoridades federales no implementaron una acción especial para investigar el caso.
"Estamos hablando de vías generales de comunicación, esto es grave, las autoridades de todos los niveles están solapando a estos criminales, ninguna, hace lo que le corresponde, pasan los hechos, vienen, se paran, toman fotos y se van", acusó.
Debaten cara a cara; faltan 41 días para la elección
Un pleito que fue subiendo de tono salió a relucir durante el segundo debate presidencial, cuyas preguntas fueron hechas por seis de los 42 ciudadanos asistentes al gimnasio de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC).
Por primera vez, desde que se realizan debates presidenciales en México, los candidatos se confrontaron cara a cara en varias ocasiones.
El formato permitió que pudieran acercarse y no permanecer estáticos en su lugar y fue justamente en uno de los momentos en los que Ricardo Anaya se aproximó a Andrés Manuel López Obrador, que este último aprovechó para espetar: “¡Voy a cuidar mi cartera…. No vaya ser!”, situación que dejó al descubierto el pleito, ya cantado, entre ambos.
Después vinieron los calificativos que cada uno usó para referirse a sus contrincantes.
El ejercicio organizado por el Instituto Nacional Electoral (INE) reveló las posturas de cada candidato en torno a la relación con Estados Unidos, el trato a los migrantes, la brecha salarial y las exportaciones.
Candidatos encaran debate más intenso
AMLO y Anaya se enfrascan en discusiones sobre inversión, comercio internacional, Atlanta y estudios; Meade critica a López por Nestora
Dividido por las preguntas de seis de los 42 ciudadanos ahí presentes, el segundo debate presidencial dejó al descubierto el pleito, ya cantado, entre Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Anaya.
—¡Voy a cuidar mi cartera…. No vaya ser!, soltó el candidato de Morena cuando el abanderado del Frente PAN-PRD-Movimiento Ciudadano se acercó a entregarle una gráfica sobre la inversión en sus días de Jefe de Gobierno capitalino.
El independiente Jaime Rodríguez Calderón sacó enseguida el asunto de la familia del frentista:
—Tiene a sus hijos en Estados Unidos, lanzó el Bronco.
—Eso es falso, reviró Anaya.
Terminaba así el tramo correspondiente a la pregunta del joven Luis Ángel Amador Pérez, quien les pidió a los cuatro candidatos explicar las acciones que pondrían en marcha para reorientar las exportaciones mexicanas ante la política proteccionista de Estados Unidos.
—Lo primero que debemos hacer es destetarnos de los gringos, sostuvo el gobernador de Nuevo León con licencia.
López Obrador abrió con la idea de que “la mejor política exterior es la interior” y puso el acento en el fortalecimiento de la economía: “Que haya trabajo para que la gente no tenga necesidad de emigrar”.
Anaya aprovechó para criticar la visita de Donald Trump a Los Pinos cuando era candidato, calificándolo como un error histórico del gobierno: “Yo voy a ser un Presidente que sí actúe con dignidad”.
León Krauze buscó un poco de profundidad, característica que él y Yuriria Sierra se habían propuesto darle a este ejercicio. Y le solicitó al candidato de Morena un parámetro para medir el respeto en la relación con Estados Unidos, recordando que el mandatario de ese país le ha llamado corrupto al mexicano.
López Obrador respondió que en ese caso le daría la razón a Trump…
—¿Y el parámetro medible? – insistió Krauze.
—Que haya honestidad, que el gobierno mexicano sea honesto… Que no seamos candil de la calle, oscuridad de la casa, definió el de Morena.
Krauze le planteó enseguida el hipotético escenario de una guerra comercial si los vecinos del norte frenaran las importaciones mexicanas de aguacate en represalia al fin de la compra de maíz estadunidense.
—No va haber guerra comercial, vamos a entendernos, sostuvo López Obrador, quien dijo estar 25 puntos arriba en las encuestas, hecho que, remarcó, explica por qué los demás se centraban en atacarlo.
Vino entonces el momento más incómodo para José Antonio Meade: la pregunta de Krauze de si se tardó demasiado en nombrar embajador de México cuando fue canciller.
“Fue una sorpresa la elección, enfrentamos un escenario complejo… Fuimos claros en enfrentar su racismo”, se defendió.
En seguida el moderador inquirió si el presidente Enrique Peña se equivocó al recibir a Trump en Los Pinos. Y lo interrumpió para pedirle una respuesta binaria: sí o no…
—Dados por los resultados, y juzgados por los resultados, no, sostuvo el exsecretario de Hacienda..
A Anaya le tocaría explicar cómo endurecería el trato con Trump, si, le recordó el moderador, hasta Macron en París buscó congraciarse con el duro mandatario.
El panista citó al padre del moderador: “A los tiranos se les enfrenta”. Y volvió a su propuesta de poner todos los factores bilaterales en la mesa de negociación. “El respeto tiene que ser de ida y vuelta…”
¡MENTIROSO!… ¡FARSANTE!
El pleito AMLO contra Anaya subió de tono con la segunda pregunta, a cargo de Diego Domínguez en torno a la brecha salarial entre México y Estados Unidos.
Meade se repuso en seguida para señalar que las promesas de incrementar por decreto el salario mínimo de los abanderados del Frente y de Morena competían con las ideas económicas de los tiempos del presidente José López Portillo.
Yuriria Sierra les había preguntado si sus plataformas van por economías cerradas o proteccionistas.
López Obrador tomó la primera réplica de esa tanda para responderle al frentista:
—Anaya es un mentiroso (…) Tú estás acostumbrado a mentir (…) ¿Sabes cómo se llama tu libro? Las mentiras de Anaya, señaló el exjefe de Gobierno capitalino al insistir que en su gestión hubo 37 mil millones de dólares de Inversión Extranjera Directa.
La tensión subió.
—Aquí el farsante es López Obrador…. Conozco ese numerito, ese numerito incluye la venta de Banamex y Bancomer… Ahora resulta que estás muy orgulloso… Responde con claridad (…) O no sabes porque te limitas a las tarjetitas que te dan tus asesores.”
Sin perder su rol del bromista del encuentro, El Bronco aderezó: “Estoy divertido aquí con el pleito… Y así van a pasar seis años. Abusados. No voten por ellos”.
LA SOMBRA DE NESTORA SALGADO
Ya en el bloque de seguridad fronteriza y crimen transnacional, la señora Teresa Reynaga contó lo que se vive tras la malla fronteriza: abusos de los ladrones y los policías contra los migrantes.
Meade lanzó uno de sus mejores golpes de la noche en contra de Morena al dar lectura al presunto diálogo que una secuestradora habría tenido con una de sus víctimas al solicitar el rescate.
El priista aclaró que así habló Néstora Salgado, “una secuestradora que está libre por una falla de la policía” y que ahora es candidata al Senado por el partido de López Obrador. “Eso, Andrés Manuel, queda en tu conciencia”, cerró.
La moderadora pidió sin muchos resultados que los candidatos centraran sus propuestas en el daño de la Triple A: armas, asesinatos y aduana, y el que genera la Triple T: trata, tráfico de drogas y crimen transnacional.
Y es que los interrogados traían sus frases hechas.
—Me tocó hacer el primer protocolo de armas, contó el excanciller.
—Les llamaré a los gobernadores y a los alcaldes. Ey, pónganse las pilas, prometió Rodríguez Calderón.
—Aquí se está hablando de crimen, pero lo que más daña es la mafia del poder, reiteró AMLO, quien insistió en que la clave estaba en atender las causas de la pobreza.
—Coincido en que hay que atender las causas, pero propones una cantidad de disparates, López Obrador, comentó Anaya al señalar que el de Morena ignoraba que su propuesta de una vía férrea para contenedores ya existía.
Y en vez de defender a Néstora Salgado, el abanderado de Morena tronó contra el panista:
“Anaya es un demagogo, un canallita… Los dos, Anaya y Meade, pertenecen a la mafia del poder, los dos han llevado al país a la inseguridad y la violencia… Les vamos a ganar a los dos”.
SERENATE, ANDRÉS MANUEL
Yuriria Sierra pidió al panista que aclarara si está o no a favor de la legalización de la mariguana con fines recreativos y medicinales.
El frentista comentó que había que abrir el debate y analizar el problema con criterios técnicos.
La periodista le comentó entonces que su planteamiento era entonces similar al del presidente Peña.
—Por supuesto que yo no propongo lo mismo que Peña Nieto… Primero, Andrés Manuel, serénate, como dices tú”, respondió Anaya.
“No creo en lo absoluto que legalizar una droga vaya a reducir los problemas de violencia”, precisó.
En la réplica, Meade se fue contra el panista y el de Morena: “Puntualizarle a Andrés Manuel, demagogo él y Ricardo, y dentro de las muchas cosas que ha dicho incorrectas es compararnos, no somos iguales los que aquí estamos, el único que tiene una vida limpia de 20 años sin ningún escándalo, que puede explicar cómo vive, que puede acreditarlo viendo a los ojos a sus hijos y a los ciudadanos, soy yo. Te pido respetuosamente, Andrés, que no nos metas en la misma canasta”, dijo el candidato del PRI.
La cuarta pregunta, de Teresa Mercado, relacionada con el maltrato que México da a los migrantes centroamericanos, permitió a López Obrador anunciar que, de ser Presidente, establecería aquí el Instituto Nacional de Migración y de algo parecido, dijo, “a una alianza por el progreso, que incluya a Canadá, Estados Unidos, a México y a los países centroamericanos”.
Anaya tomó la ruta sentimental y dijo que se le ponía la piel chinita cuando mira los matrimonios de haitianos que llegaron huyendo a esta ciudad y se han integrado a la vida mexicana.
El excanciller fue al detalle: “Si nosotros logramos cambiarle el rostro a la frontera sur, si logramos bajar gas, podemos convertir ahí la frontera sur y Centroamérica en la siguiente gran historia de desarrollo del mundo”.
NOS QUEDÓ UN PENDIENTE…
Y aprovechó el cierre de ese segmento para arremeter: “Nos quedó pendiente yo creo en este bloque un tema muy relevante, que es lavado de dinero y que también impacta en la inseguridad, tema que Ricardo conoce bien del otro lado de la ecuación y un tema que Andrés Manuel conoce bien, porque sigue sin podernos transparentar cómo ha vivido”.
Vino después la quinta pregunta en manos de Gerardo Osuna sobre la frialdad en la defensa de los migrantes y el qué harían los presidenciables para revertir el vacío.
Entonces Anaya se desquitó: ”Cuando yo veo esto que está pasando con nuestros migrantes digo: Carajo, dónde está el gobierno mexicano. Yo sí voy a estar del lado de los migrantes”.
López Obrador dedicó entonces a subrayar la idea de que Mede y Anaya eran parte de lo mismo: “… Los dos se pusieron de acuerdo para aprobar que se le entregara a una fundación, Juntos Podemos, de Josefina Vázquez Mota, mil millones de pesos, él era Canciller y él también era dirigente de lo que yo llamo el PRIAN…”
“Me parece verdaderamente vergonzoso que José Antonio Meade compare lo que está sucediendo ahora con Trump con lo que estaba pasando con Obama…”, arremetió el frentista y volvió a la alfombra roja que Peña le puso al republicano en Los Pinos.
Meade se le fue a la yugular: “Se necesita ser muy cínico para no conocer de Atlanta más que donde vivía la familia sin haber visitado una sola vez a los consulados o a los migrantes”.
ES PEOR LA HIPOCRESÍA
“Hay una cosa que es peor que los engaños y es la hipocresía. Van dos veces que se refieren a Atlanta, lo que no dice José Antonio Meade es que él se fue a estudiar a Estados Unidos pagado por el gobierno mexicano y lo que tampoco dice López Obrador es que su hijo estuvo estudiando en España, pues no que muy nacionalista; los dos son unos hipócritas”, se defendió Anaya.
López Obrador cerró el pleito cantado con un “Es Ricky Riquín, Canallín, Ricky Riquín Canallín”. Alegó que los estudios de su hijo no tenían nada qué ver con lo sucedido en Atlanta con la familia Anaya. Y mostró la portada de la revista Proceso de esta semana. Anaya sacó otra cartulina con portadas dedicadas a Meade y a Lopez Obrador.
El de Morena grito: “Es un corrupto, Yo creo que ya se le acabó su teatrito”.
—Andrés Manuel es un gran empresario, es un gran empresario de la política, maneja un partido que tiene a su disposición en los últimos tres años, más de tres mil millones de pesos, lo manejan sus hijos…, recriminó Meade, quien recordó que el tabasqueño “tiene un médico que ni Obama y tendría que explicarnos también cómo lo paga”.
Lopez Obrador defendió su edad como sinónimo de experiencia y dijo que su salud está al cien.
—Sí, el problema Andrés Manuel no es tu edad en lo absoluto, el problema es que tus ideas son muy viejas (…) tampoco me parece en lo absoluto un problema que no entiendas inglés, el problema Andrés Manuel es que no entiendes el mundo. Ese sí es un problema, cerró Anaya.
Pleito cantado. Y todavía falta el tercer debate.
Quedaron pendientes las propuestas para Venecia Zendejas, quien pidió compatir sus alternativas para reinsertar a los migrantes deportados por Trump.
Segundo debate: insultos se imponen a propuestas
Pese a que AMLO dijo al comienzo del debate que no caería en “provocaciones”, contestó los señalamientos en su contra, principalmente de Anaya. (Javier Ríos) |
Fernando Damián
México
Los candidatos presidenciales Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Anaya, y José Antonio Meade privilegiaron anoche en su segundo debate el intercambio de adjetivos y descalificaciones por encima de las propuestas.
El independiente Jaime Rodríguez cuestionó repetidamente la confrontación entre sus adversarios e incluso pidió a López Obrador darle sendos abrazos a Anaya y a Meade. Al final, los cuatro aspirantes sí coincidieron en un planteamiento: al menos duplicar el salario mínimo.
En un formato inédito, con la participación de ciudadanos que formularon preguntas directas a los aspirantes presidenciales, el debate tuvo una duración de dos horas, es decir cerca de 25 minutos más de lo previsto originalmente por el Instituto Nacional Electoral (INE).
Los respectivos candidatos de las coaliciones Juntos Haremos Historia (Morena-PT-PES), Por México al Frente (PAN-PRD-MC) y Todos por México (PRI-PVEM-Panal) protagonizaron un encontronazo cuando, a propósito de sus planteamientos sobre las deportaciones de migrantes, Meade llamó cínico a Anaya por haber enviado a su familia a vivir en Atlanta, sin preocuparse de la situación de los connacionales en Estados Unidos.
—Peor que los engaños es la hipocresía; Meade se fue a estudiar a Estados Unidos pagado por el gobierno mexicano y lo que no dice López Obrador es que su hijo estuvo estudiando en España; los dos son unos hipócritas- reviró Anaya.
—Es Ricky Riquín Canallín... no tiene nada que ver lo de mi hijo con el que tú hayas mantenido a tu familia en Atlanta —respondió a su vez López Obrador.
Aun cuando el tabasqueño aseguró al comienzo del debate que no caería en “provocaciones”, finalmente viró su estrategia y contestó los señalamientos reiterados en su contra.
Durante la primera parte del encuentro en la Universidad Autónoma de Baja California en Tijuana, Anaya se acercó a López Obrador para encararlo y afirmar que la inversión se desplomó en la Ciudad de México durante su gestión como jefe de gobierno.
—Voy a cuidar mi cartera —dijo AMLO ante la cercanía de su adversario.
El queretano ignoró el comentario y exigió al abanderado la alianza Morena-PT-PES explicar por qué la inversión como capital fijo cayó durante su mandato en el entonces Distrito Federal.
Posteriormente, al hacer uso de su réplica, López Obrador arremetió contra Anaya y éste reviró de inmediato.
—Cuando fui jefe de Gobierno fue cuando más inversión extrajera directa llegó a la ciudad, 37 mil millones de dólares. Nunca en la historia de Ciudad de México había llegado tanta inversión extranjera y a las pruebas me remito, porque tú estás acostumbrado a mentir. Acabas de decir que escribiste un libro, ¿y sabes cómo se llama tu libro? Las mentiras de Anaya, y ya con esto es otro capítulo también para este libro: ¡mentiroso, farsante!
—Aquí el farsante es Andrés Manuel López Obrador, él está acostumbrado a que la gente no le responda, porque es profundamente autoritario.
Más tarde, los dos candidatos se enfrascaron en un nuevo intercambio de adjetivos, cuando Anaya descalificó y llamó “disparate” la propuesta de López Obrador para modernizar las vías férreas en el Istmo de Tehuantepec y crear un corredor de transportación de contenedores.
“Demagogo, canallita”, respondió López Obrador, y afirmó que tanto Anaya como Meade representan a la “mafia del poder”, y a los dos los vencerá en las urnas.
Todos contra Trump
Con matices, los cuatro aspirantes a la Presidencia de la República ofrecieron una actitud de firmeza para exigir respeto al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, e incluso Jaime Rodríguez se refirió a la eventual expropiación de Banamex como un elemento de negociación frente a Washington.
López Obrador señaló que, en caso de ganar las elecciones presidenciales, hará frente a Trump con la fuerza de la autoridad moral y la soberanía para hacerlo entrar en razón.
“Con autoridad moral, con soberanía. Trump va a tener que aprender a respetarnos”, dijo.
No obstante, insistió en que la mejor política exterior es la política interior, y si Estados Unidos amenaza con construir muros o perseguir a nuestros paisanos, lo que se debe hacer es fortalecer economía para que no haya necesidad de emigrar.
Anaya cuestionó a su vez al gobierno de Enrique Peña Nieto por invitar al entonces candidato presidencial Donald Trump a la residencia oficial de Los Pinos, a pesar de los reiterados insultos a México y a los mexicanos.
“En política no hay errores, sino un error y este tiene sus consecuencias; fue una humillación al pueblo de México recibir a Trump con alfombra roja”, señaló, y se comprometió a confrontarlo con firmeza.
En su turno, Meade defendió la invitación de Peña Nieto a Trump, a juzgar por los resultados, y descalificó la pretensión de anteponer la “bravuconería” a la diplomacia ante la unión americana.
“El valor se acredita de frente, que el día que México tenga miedo de hablar con un contrincante, de hablar con un adversario, de hablar con alguien que lo amenaza sin dar la cara, decirle cuáles son los límites, cuáles son las líneas rojas, qué no estamos dispuestos a transigir, y si después de eso esas líneas rojas se han respetado, quiere decir que la diplomacia funcionó, no la bravuconería, no esconderse atrás de la frontera para insultar”, indicó.
Rodríguez desestimó la capacidad de López Obrador, Anaya y Meade para hacer frente a Trump, y remarcó que él no tiene un plan b respecto al Tratado de Libre Comercio, sino en cualquier caso firmeza para negociar el acuerdo no solo con aspectos comerciales, sino de manera integral.
“En el Tratado de Libre Comercio del pasado se negoció comercialmente todo y no estaba metido ahí ni el petróleo, ni los bancos”, agregó.
—¿Usted los pondría, digamos en una renegociación, en una segunda fase de la renegociación del tratado? —le inquirió la moderadora Yuriria Sierra.
—Claro, lo que pasa es que tenemos en una condición, ¿qué tal si recuperamos Banamex y se los entregamos? —dijo.
—¿Dígame si me está diciendo que estaría dispuesto a expropiar un banco? —insistió la periodista.
—Banamex —respondió El Bronco.
—¿Usted estaría dispuesto?
—Claro, si los gringos siguen con esa dureza, tenemos que regresarle a México muchas cosas y no entregarnos, lo dije al principio; tenemos que destetarnos ya de los estadunidenses y poder hablar de igual a igual.
Estoy al 100: AMLO
Meade puso nuevamente en entredicho la calidad moral de Nestora Salgado, candidata de Morena al Senado, y presunta responsable de secuestro como comandante de policías comunitarias.
“Nestora Salgado va a ser senadora plurinominal por Morena, una secuestradora que está libre por una falla en la policía; esto, Andrés Manuel, queda en tu conciencia”, recriminó.
Meade leyó el fragmento de una presunta conversación entre Salgado y una de sus víctimas: “Soy la comandante Nestora Salgado y solo le llamo para decirle que, a cambio de la libertad de su hija, me tiene que entregar la cantidad de cinco mil pesos; así es que ya sabe, cuando tenga esa cantidad me la entrega y yo le entrego a su hija”.
AMLO salió asimismo al paso de las versiones sobre el supuesto deterioro de su estado de salud y respondió así a Meade, quien señaló que el tabasqueño se atiende con un médico “que no lo tiene ni Obama”.“Yo soy el de más edad de los candidatos, pero también el de más experiencia y estoy muy bien de salud, porque ya ahora quieren enfermarme. Estoy al 100, estoy muy bien y aunque se unan les voy a ganar a los representantes de la mafia del poder para que las cosas de verdad cambien en el país”, expresó.
Segundo Debate: se tachan de cínicos, hipócritas y corruptos
Juan Arvizu
Tijuana, BC.— Todo es personal. Se atacan con calificativos punzocortantes, y se engallan, caminan en el set de televisión que es el ring de su contienda, el segundo debate presidencial, y van de su silla a la de sus contendientes. Se agreden, pero su crispación es modulada.
Y falta como media hora para que concluya el contraste de ideas, cuando las agresiones, las ofensas, llegan a su cresta. Es el momento en el que mordaz, Andrés Manuel López Obrador dice a su primer atacante, Ricardo Anaya Cortés, que es Ricky riquín canallín.
El segundo debate presidencial tiene un formato novedoso, con la asistencia de 42 ciudadanos vecinos de la ciudad, y seis de ellos formulan preguntas a los candidatos en cada bloque, que detonan comentarios y réplicas, la oportunidad del contraste entre ellos. Tienen a la mano un micrófono y ocupan una mesa alta, que les da una postura de estar casi de pie, y a la vez por ello se pueden mover de lugar. Caminan hacia sus adversarios, cada uno, hacia la gente y los moderadores.
León Krauze abre el evento de alta tensión política, en mancuerna con Yuriria Sierra, a quienes les corresponde facilitar que millones de mexicanos vean las luces y las sombras de los cuatro políticos que buscan gobernar el país.
Artículo
Las mejores frases de los candidatos en el segundo debate
Ataques, burlas y bromas... lo que será recordado de este segundo encuentro entre presidenciables, celebrado en Tijuana
Se encuentran en el gimnasio del Campus Tijuana de la Universidad Autónoma de Baja California, a la vista, nuevamente, de millones de espectadores por televisión, en transmisión de internet de múltiples medios periodísticos, que como EL UNIVERSAL, replican mensajes vía Twitter y Facebook.
De colección, ese momento en el que desafiante, el abanderado de la coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya, se ha acercado a López Obrador y sólo los separa un metro, y en reacción a la ofensiva del panista saca su cartera del bolsillo y la aprieta en una demostración de que quiere evitar que se la roben, ironiza: “Voy a cuidar la cartera”.
Andrés Manuel López Obrador ha salido al descontón en este segundo debate de la serie de tres. La paz y el amor sólo estuvo en su primera intervención.
Anaya, de punta a punta de las dos horas de choque ha ido contra el puntero en la carrera por la Presidencia de la República. José Antonio Meade Kuribreña se echa para adelante y en esa actitud hasta impide que una pregunta no sea concluida. Quiere ir a la ofensiva y reparte descalificaciones y propuestas.
El juego es golpear al otro. Se han dicho cínicos, hipócritas, corruptos, demagogos. Y se ocupan menos de Donald Trump, el personaje que es causante de los más grandes problemas de las relaciones con Estados Unidos, y que ha sido motivo por el que han venido a debatir a Tijuana, la urbe de mayor movimiento internacional de personas.
Pleito de tres —López Obrador, Anaya Cortés y Meade Kuribreña—, y el cuarto candidato presidencial Jaime Rodríguez Calderón El Bronco llama la atención para decirles que a él no lo han atacado, y los llama a no pelearse.
Artículo
Analistas y columnistas opinan quién ganó el segundo debate
Los columnistas y periodistas de EL UNIVERSAL nos dicen quién ganó el segundo debate presidencial
—Abrázalo, hombre, dice el neoleonés a López Obrador, quien tiene a su izquierda a José Antonio Meade.
—Abrazos, no balazos, reacciona el más longevo del grupo, a quien le ha dicho Anaya Cortés que su asunto no es la edad, sino sus ideas viejas.
López Obrador sonríe amable, ofrece un ademán de abrazo, al cruzar sus brazos sobre su pecho. Se acerca a ellos Rodríguez Calderón y el tabasqueño avanza los dos pasos que lo separan del ex secretario de Relaciones Exteriores, de Hacienda y de Desarrollo Social y le tiende la mano, y el hombre que postula el PRI sonríe inhibido, suave, no con el enojo con el que hace una hora fue a soltarle unos papeles en su mesita de apoyo, en un desplante grosero, pero que al lado de lo que se han dicho pasa como cualquier cosa.
La misma invitación es para que se abracen López Obrador y Anaya y luego El Bronco pasa a entregarle un papel al morenista con la petición de que ya se lo firme, es un compromiso escrito de que renuncia a los 3 mil millones de prerrogativas de Morena.
Como estatuas de mármol se ven por algunos momentos en la televisión los 42 ciudadanos del encuentro. Son personas que fueron seleccionadas por una empresa, con base en criterios de que sean ciudadanos que puedan votar, que no hayan decidido por quién sufragar, por diversas edades, niveles socioeconómicos.
Es la primera vez que los ciudadanos tienen voz y dan rostro en un debate.
Artículo
¿Viste el segundo debate entre candidatos presidenciales? Vota aquí sobre cómo te pareció
Estos hombres de palabras punzocortantes y miradas de daga, y que dominan el arte de abrazar y sonreir al que los ha insultado, volverán a verse el 12 de junio, cuando de hecho hoy aquí, cerca de la frontera con Estados Unidos, abrieron la última etapa de su carrera por el poder.
Tijuana, BC.— Todo es personal. Se atacan con calificativos punzocortantes, y se engallan, caminan en el set de televisión que es el ring de su contienda, el segundo debate presidencial, y van de su silla a la de sus contendientes. Se agreden, pero su crispación es modulada.
Y falta como media hora para que concluya el contraste de ideas, cuando las agresiones, las ofensas, llegan a su cresta. Es el momento en el que mordaz, Andrés Manuel López Obrador dice a su primer atacante, Ricardo Anaya Cortés, que es Ricky riquín canallín.
El segundo debate presidencial tiene un formato novedoso, con la asistencia de 42 ciudadanos vecinos de la ciudad, y seis de ellos formulan preguntas a los candidatos en cada bloque, que detonan comentarios y réplicas, la oportunidad del contraste entre ellos. Tienen a la mano un micrófono y ocupan una mesa alta, que les da una postura de estar casi de pie, y a la vez por ello se pueden mover de lugar. Caminan hacia sus adversarios, cada uno, hacia la gente y los moderadores.
León Krauze abre el evento de alta tensión política, en mancuerna con Yuriria Sierra, a quienes les corresponde facilitar que millones de mexicanos vean las luces y las sombras de los cuatro políticos que buscan gobernar el país.
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De colección, ese momento en el que desafiante, el abanderado de la coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya, se ha acercado a López Obrador y sólo los separa un metro, y en reacción a la ofensiva del panista saca su cartera del bolsillo y la aprieta en una demostración de que quiere evitar que se la roben, ironiza: “Voy a cuidar la cartera”.
Andrés Manuel López Obrador ha salido al descontón en este segundo debate de la serie de tres. La paz y el amor sólo estuvo en su primera intervención.
Anaya, de punta a punta de las dos horas de choque ha ido contra el puntero en la carrera por la Presidencia de la República. José Antonio Meade Kuribreña se echa para adelante y en esa actitud hasta impide que una pregunta no sea concluida. Quiere ir a la ofensiva y reparte descalificaciones y propuestas.
El juego es golpear al otro. Se han dicho cínicos, hipócritas, corruptos, demagogos. Y se ocupan menos de Donald Trump, el personaje que es causante de los más grandes problemas de las relaciones con Estados Unidos, y que ha sido motivo por el que han venido a debatir a Tijuana, la urbe de mayor movimiento internacional de personas.
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—Abrazos, no balazos, reacciona el más longevo del grupo, a quien le ha dicho Anaya Cortés que su asunto no es la edad, sino sus ideas viejas.
López Obrador sonríe amable, ofrece un ademán de abrazo, al cruzar sus brazos sobre su pecho. Se acerca a ellos Rodríguez Calderón y el tabasqueño avanza los dos pasos que lo separan del ex secretario de Relaciones Exteriores, de Hacienda y de Desarrollo Social y le tiende la mano, y el hombre que postula el PRI sonríe inhibido, suave, no con el enojo con el que hace una hora fue a soltarle unos papeles en su mesita de apoyo, en un desplante grosero, pero que al lado de lo que se han dicho pasa como cualquier cosa.
La misma invitación es para que se abracen López Obrador y Anaya y luego El Bronco pasa a entregarle un papel al morenista con la petición de que ya se lo firme, es un compromiso escrito de que renuncia a los 3 mil millones de prerrogativas de Morena.
Como estatuas de mármol se ven por algunos momentos en la televisión los 42 ciudadanos del encuentro. Son personas que fueron seleccionadas por una empresa, con base en criterios de que sean ciudadanos que puedan votar, que no hayan decidido por quién sufragar, por diversas edades, niveles socioeconómicos.
Es la primera vez que los ciudadanos tienen voz y dan rostro en un debate.
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¿Viste el segundo debate entre candidatos presidenciales? Vota aquí sobre cómo te pareció
Estos hombres de palabras punzocortantes y miradas de daga, y que dominan el arte de abrazar y sonreir al que los ha insultado, volverán a verse el 12 de junio, cuando de hecho hoy aquí, cerca de la frontera con Estados Unidos, abrieron la última etapa de su carrera por el poder.
'Debaten' sin debatir; ganan acusaciones
El formato del segundo debate entre los candidatos presidenciales no cumplió con las expectativas. Quedó a deber y evitó un verdadero intercambio de propuestas.
Por ello, el segundo encuentro entre los aspirantes presidenciales no dejó nada para nadie, volvieron a engancharse en descalificaciones y cada quien se fue ‘con su golpe’, sin definirse un ganador ni a un perdedor.
Con una participación de la sociedad civil sin brillo, sin sobresaltos ni aspavientos, los aspirantes presidenciales dejaron nuevamente ver escasas propuestas y se enfrascaron en acusaciones.
Los choques fueron principalmente entre Ricardo Anaya y Andrés Manuel López Obrador y, Jaime Rodríguez, 'El Bronco', animó, incluso, a López Obrador a dar un abrazo público al priista José Antonio Meade.
Anaya acusó al de Morena de “demagogo y farsante”, al señalarle que son falsas sus cifras de la inversión y el empleo que generó en la Ciudad de México, a lo que López Obrador lo calificó de “Ricky Riquín, canallín”, su frase más repetida en redes sociales.
De paso, en broma, sacó su cartera del saco y dijo: “Voy a cuidar mi cartera, no me la vaya a robar”.
Luego Anaya lo calificó de “hipócrita” al recordarle que tuvo a su hijo estudiando en España. “Pues no que tanto amor por México”. Sobre su visión del comercio internacional, le remarcó: “El problema no es tu edad, sino tus ideas viejas, no entiendes al mundo”.
Los principales anuncios fueron los de López Obrador, de que de ganar la Presidencia de la República respetará las negociaciones del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, pero aclaró que hará un replanteamiento para que se haga también una alianza integral con los países de América del Sur y Central, para terminar con la pobreza y la migración.
También anunció que de llegar a Los Pinos nombrará a la diplomática Alicia Bárcena, actual secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), como embajadora ante la Organización de las Naciones Unidas, a fin de que ayude a defender a los migrantes.
Entre las acusaciones y choques que hubo entre Meade y López Obrador, resaltó cuando el priista lo llamó “cínico” y lo acusó de ser un “empresario de la política”, al recibir más de 3 mil millones de pesos para su partido político que utiliza como un patrimonio personal.
López Obrador evadió diversas acusaciones, entre ellas las de Meade sobre el pasado y los presuntos ilícitos de Nestora Salgado, candidata de Morena al Senado y acusada de secuestro. Sobre su estado de salud tampoco hubo respuesta al cuestionamiento que hizo Meade. Sólo dijo: “Ahora los de la mafia del poder me quieren enfermar, pero me encuentro bien de salud”.
José Antonio Meade lo criticó de tener un médico de alto prestigio en el mundo –como lo publicó el columnista de El Financiero Pablo Hiriart–, a lo que el tabasqueño no respondió.
Sobre los cuestionamientos de su paso por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, el priista admitió que en la dependencia no había protocolos para el combate a la corrupción en las aduanas, por donde pasan armas, pero que a su llegada implementó medidas para su mejor vigilancia.
Los candidatos presidenciales coincidieron en que para evitar los desplantes y las ofensas del gobierno de Estados Unidos, es necesario “hablarle fuerte a Donald Trump”, exigir respeto y que fue un error haberlo invitado a Los Pinos, cuando más insultos destinaba a los mexicanos.
Debate hubo... y también muchos insultos directos
Duros encontronazos entre Ricardo Anaya, Andrés Manuel López Obrador y José Antonio Meade marcaron el derrotero del segundo debate presidencial, en el que el cuarto candidato, el independiente Jaime Rodríguez Calderón El Bronco puso también su granito de arena en el encuentro celebrado anoche en Tijuana, Baja California.
Un show que cambiaba su rostro de solemnidad por uno de diversión cuando los candidatos se atacaban con insultos directos y escenas chuscas como cuando López Obrador mostró al público su billetera para enseguida esconderla entre sus axilas, ante “el temor” de que se le perdiera cuando se le acercó Ricardo Anaya.
El candidato de Morena, puntero en prácticamente todas las encuestas, fue uno muy distinto al del primer debate, pero sólo en el sentido de responder uno a uno los golpes de sus adversarios, no así en planteamientos, donde no salió de sus argumentos harto conocidos, como el que la solución de todos los problemas es terminar con la corrupción y la impunidad. Sin importar la pregunta, respondía lo mismo. Su apuesta aislacionista, de un México autosuficiente que no mira al exterior, también quedó clara.
“El debate es para atacarme porque voy 25 puntos arriba”, aseguró, ante los marcados señalamientos de que ser un candidato que no entiende el mundo moderno. Anaya lo machacó con ese punto.
Fu también un debate en el que El Bronco retó a López Obrador a que le diera un abrazo a Anaya, lo que consiguió a medias.
Pero inmediatamente después el norteño entregó al tabasqueño un papel para que se lo firmara y se comprometiera a devolver los tres mil millones de pesos de financiamiento público que ha recibido a través de su partido, Morena.
“¿Sabes por qué no te firma ese compromiso?”, terció Meade: “Porque Andrés Manuel es un empresario. Tiene un partido, Morena, que maneja como empresa. De ahí ha vivido él y sus hijos. Porque no trabaja”, reventó el abanderado del PRI.
José Antonio Meade fue cuestionado por sus adversarios por aquella decisión del gobierno del presidente Peña Nieto de invitar a Los Pinos al candidato Donald Trump. En lugar de desmarcarse, toda vez que para entonces él era secretario de Desarrollo Social, defendió nuevamente esa acción, aunque indicó que realmente era grave la relación bilateral.
Un debate inédito en el que ya no participó Margarita Zavala. Cudadanos escogidos al azar tuvieron la oportunidad de realizar preguntas a los candidatos, aparte de los cuestionamientos que les formularon los moderadores Yuriria Sierra y León Krauze.
Con el tema global de México en el mundo, subdidido en comercio exterior e inversión; seguridad fronteriza y combate al crimen organizado, y derechos de los migrantes, el segundo de tres debates presidenciales generó propuestas, pero más bien decantó en insultos donde se acusaron mutuamente de “mentirosos” y “farsantes”.
Ricardo Anaya, abanderado de la alianza PAN-PRD-Movimiento Ciudadano, quien prácticamente no se metió con José Antonio Meade, pero sí con el gobierno de Enrique Peña Nieto, centró sus ataques en el de Macuspana: “Tu problema, Andrés Manuel, no es tu edad, sino tus ideas que son muy viejas. Tu problema no es que no entiendas el inglés, sino que no entiendes el mundo”, le soltó.
Contribuyó también el candidato José Antonio Meade, quien dijo que López Obrador “tiene un médico que ni Obama, y tendrá que explicar por qué y de dónde le paga”.
El tabasqueño, que en este debate ya no aguantó los golpes sin responder, como en el debate del pasado 22 de abril, aseguró que se encuentra “muy bien de salud. Estoy al 100. Estoy bateando arriba de 300 (término beisbolero). Estoy macaneando. Para que ya no me quieran enfermar”, retó a sus opositores.
Y como para él ambos son uno mismo (Anaya y Meade) les dijo que “ya dejen de robar a México; ya dejen de saquearlo”, pese a lo cual advirtió que “mi fuerte no es la venganza. Nos voy a desterrar ni los voy a perseguir”, los tranquilizó.
Intervino entonces El Bronco, y mirando a las cámaras preguntó al público: “¿Van a dar su voto a cualquiera de estos tres? Nada más véanlos: Ventilando a ver quién es más rata”.
A insistencia de la moderadora Yuriria Sierra, El Bronco se vio acorralado para contestar que, ante las políticas antimigratorias y las ofensas continuas de Donald Trump a México, optaría por “expropiar Banamex”.
Ricardo Anaya volvió a la carga y acusó a López Obrador de ser “un farsante y un autoritario” porque miente cuando asegura que la inversión en la capital del país cuando fue Jefe de Gobierno es la más grande que ha tenido jamás la Ciudad de México.La Inversión Extranjera fue sacada, aseguró Anaya, de la venta de los bancos, es decir, ningún mérito para AMLO.
El tabasqueño, evidentemente molesto, le respondió que es “un canallita demagogo. Ricky, riquín, canallín”, le soltó.
“Los dos son demagogos”, intervino José Antonio Meade, quien les dijo a ambos que él es el único que tiene una vida limpia: “No nos metas en la misma canasta”, le exigió al candidato de Morena, y de paso les recordó a los dos que uno, el panista, conoce Atlanta porque ahí estudiaron y vivieron sus hijos, mientras que uno de los hijos de López Obrador estudió en España.
El tabasqueño, en una de sus intervenciones, se auto declaró como “el candidato con más experiencia y el de mayor edad”, a lo que El Bronco le respondió que no, “serás el más persistente, pero no el de mayor experiencia”, le dijo al ofrecerle que le contaría después “la historia de mi abuelito, que también se creía el de más experiencia”.
DATO
► El tercer y último debate presidencial tendrá lugar el próximo 12 de junio, en la ciudad de Mérida, Yucatán, con un formato más similar al primero, y a prácticamente dos semanas de las elecciones del 1º de julio entrante.
Meade, estudiado; AMLO se repite; Anaya, histrión; Bronco, sin ton...
Foto: Cuartoscuro |
María Cabadas
En el segundo debate presidencial celebrado ayer en Tijuana, Baja California, donde por primera vez en la historia hubo público en vivo, se priorizaron más los ataques entre los candidatos. En las dos horas del encuentro, José Antonio Meade reflejó que fue el más preparado, pues expuso en todas sus intervenciones datos, cifras y propuestas; el frentista Ricardo Anaya utilizó la misma estrategia del primer debate, al hacer uso de sus dotes histriónicos y buena oratoria.
Mientras que al morenista Andrés Manuel López Obrador se le vio flotando y utilizando su misma retórica contra “la mafia del poder”, mientras que el independiente Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, estuvo extraviado, sin articular ideas concretas de una posible gobernabilidad.
En el primer bloque sobre “Comercio exterior e inversión”, los cuatro presidenciables iniciaron ataques, principalmente contra López Obrador, el puntero en las encuestas: el tabasqueño no perdió la oportunidad de presumir que va 25 puntos arriba de los demás, a lo que El Bronco respondió que éstas “no son suficientes. Hoy el Santos le ganó al Toluca y todo el mundo decía que ganaba el Toluca”.
Los aspirantes externaron coincidencias sobre si el Tratado de Libre Comercio (TLC) se cancela será necesario abrir y buscar nuevos mercados con otros países.
Meade, indicó que se tienen muchas oportunidades comerciales que se aprovecharán si resulta ganador en los próximos comicios, y agregó que su gobierno no admitiría ningún acuerdo comercial “que no esté basado en el respeto. No voy a permitir bajo ninguna circunstancia que se nos falte al respeto… ¡jamás!”, señaló el cinco veces secretario de Estado en relación a los señalamientos del presidente estadounidense, Donald Trump, en el sentido de que los migrantes “son animales”.
Anaya, por su parte, calificó de error el que el Gobierno federal invitara a Trump cuando aún era candidato presidencial y agregó que, de triunfar en las elecciones, lo confrontará “con dignidad y firmeza”.
A su vez, López Obrador comentó que si gana, combatirá primero la corrupción y fortalecerá el mercado interno y la autosuficiencia alimentaria ante las amenazas del empresario.
“En esa medida vamos a ser fuertes y no nos va a importar la amenaza de ningún gobierno extranjero”, señaló.
En este tema, El Bronco habló de actuar contra las ofensas de Trump nacionalizado incluso instituciones bancarias, como Banamex, para que “él entienda también. ¿Qué tal si recuperamos Banamex? Yo tengo un equipo trabajando en eso”.
López Obrador resaltó que la violencia no se puede combatir con violencia, pues “la estrategia que han seguido PRI y PAN para atacar a delincuentes ha sido fallida”.
Dijo que primero es necesario atacar la corrupción y terminar con los ladrones de “cuello blanco”: “El ladrón que más daña es el de cuello blanco, el político corrupto, esa es la peor plaga que afecta a nuestro país y la vamos a acabar”.
En ese rubro, Anaya coincidió en que para que haya seguridad se debe combatir la corrupción, además de otras estrategias para restablecer el tejido social. “Necesitamos policías limpias, atacaremos las causas, promoveremos el deporte, la cultura, que haya oportunidades para los jóvenes”, señaló el panista.
El Bronco dijo que el tráfico de armas y drogas se debe a la corrupción en las aduanas, por lo que “cambiaremos a todos los aduanales, y sí se puede mocharles la mano. Acabaré la corrupción en aduanas”.
En su intervención, Meade externó que la violencia se debe a un problema de armas, pero también de impunidad, al tiempo que leyó parte de un expediente.
“‘Soy la comandante Nestora Salgado… a cambio de la libertad de su hija me tiene que entregar la cantidad de 5 mil pesos’. Nestora es candidata plurinominal al Senado por Morena. Es una vergüenza que promuevas a delincuentes. Una secuestradora está libre. Andrés Manuel López Obrador, queda en tu conciencia”, le dijo al tabasqueño.
También se comprometió a blindar en un año la frontera norte de México con tecnología para detectar desde armas y evitar que lleguen a la delincuencia.
Los ciudadanos que acudieron al debate también lamentaron la violencia de género y trata de personas, por lo que exigieron propuestas para erradicar ambos flagelos.
López Obrador fue cuestionado sobre sus propuestas para controlar el crecimiento de la producción y tráfico de opioides en México. Reiteró que para combatirlo buscará primero erradicar la corrupción; “Si se acaba con la corrupción el campesino que tiene que sembrar la amapola tendrá opciones y alternativas para cambiar”.
Meade pidió al tabasqueño no criminalizar la pobreza, y dijo que él, por su parte, buscará atender las causas reales para erradicar la producción de drogas.
En su oportunidad, Anaya dejó de lado el tema de los opioides para atacar a AMLO, de quien dijo que “propone una cantidad de disparates, propone una vía férrea de Salina Cruz a Coatzacoalcos pero ya existe”.
El tabasqueño reviró: “Sí existe, pero desde la época de Porfirio Díaz, está en el olvido”, y agregó: “Anaya es un demagogo canallita, los dos, Anaya y Meade pertenecen a la mafia del poder, los dos han llevado al país a esta situación de pobreza inseguridad y violencia”.
“Serénate AMLO no te enojes”, le respondió al morenista el abanderado del albiazul, mientras que Meade hizo uso de su derecho de réplica y sentenció: “A mí no me compares Andrés, soy el único que tiene una vida limpia, que es honesto y quien puede ver a la gente a los ojos. Te pido respetuosamente que no me metas en la misma canasta”.
En el tercer bloque sobre el derecho de los migrantes, se caracterizó por los ataques entre Anaya y López Obrador; éste último llamó al panista “Ricky, Riquín, canallín” luego de que el frentista acusó a Meade de haber estudiado en el extranjero con recursos del Gobierno federal y al tabasqueño de enviar a su hijo a estudiar a España.
“¿No que muy nacionalistas? Los dos son unos hipócritas”, dijo Anaya.
El tabasqueño señaló que de ganar los comicios, su gobierno tendrá una relación de amistad con EU y no de subordinación. En ese momento, anunció que enviaría a Alicia Bárcenas como embajadora de México ante la ONU.
Y reiteró que de todos sus contrincantes era el que más experiencia tiene porque es el que tiene mayor edad. Sin embargo, El Bronco, reconoció que lo suyo no era experiencia sino perseverancia por buscar llegar a la Presidencia durante los últimos 18 años. Anaya, por su parte, le contestó al morenista: “El problema no es tu edad, el problema son tus políticas viejas. El problema es que no entiendes lo que pasa en el mundo”.
El Dato: A Margarita Zavala le correspondía, por sorteo, iniciar el debate, pero al abandonar su contienda ese lugar le correspondió al otro independiente, Jaime Rodríguez.
Con información de Antonio López, Fernando Nava y Yuriria Rodríguez
Así llegaron los presidenciables al segundo debate
Los cuatro candidatos a la Presidencia de México arribaron en tiempo y forma al gimnasio de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), en Tijuana, para la edición del segundo debate. El primero que llegó fue José Antonio Meade, de Todos por México, quien afirmó que “este es un debate que nos va a permitir reflexionar en tres temas muy importantes”; le siguió Ricardo Anaya, de Por México al Frente, quien tras saludar a los reporteros ingresó al recinto sin emitir ningún mensaje; después arribó el independiente Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, quien señaló que los ciudadanos están cansados de spots y dijo que en el encuentro “hablará con el corazón”; finalmente llegó Andrés Manuel López Obrador, de Juntos Haremos Historia, quien dedicó su participación a los migrantes.
El nuevo TLCAN podría estar listo hasta el próximo año: EU
El gobierno de Trump está enfocado y comprometido a lograr la renegociación del acuerdo, aunque esto lleve más tiempo, afirmó ayer el secretario del Tesoro a la cadena Fox.
Las negociaciones y eventual aprobación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) podrían extenderse hasta el 2019, admitió Steve Mnuchin, secretario del Tesoro de Estados Unidos.
“Aunque lo presentemos ante este Congreso o ante un nuevo Congreso, el presidente está decidido a que negociemos el TLCAN”, dijo en una entrevista televisiva para la cadena Fox.
Afirmó que la Casa Blanca está más interesada en lograr una buena negociación en la renovación del TLCAN que en concluir rápido las pláticas. “El presidente (Donald Trump) está más determinado a obtener un buen acuerdo, que preocupado por una fecha límite”, declaró.
Paul Ryan, presidente de la Cámara de Representantes fijó como plazo el pasado 17 de mayo para que el gobierno de Trump notificara al Congreso su intención de firmar un nuevo tratado, a efecto de dar tiempo a la actual legislatura —que será relevada el 3 de enero del 2019— para votar el acuerdo.
Lejos de albergar alguna esperanza de pacto rápido entre Estados Unidos, Canadá y México, la semana pasada concluyó con un mensaje pesimista de Robert Lighthizer, representante comercial de la Casa Blanca: “no estamos ni cerca de llegar a un acuerdo”, declaró el jueves.
A la par, Ildefonso Guajardo, secretario de Economía y líder negociador de México, admitió que la votación de un nuevo TLCAN podría ya no tocar a las actuales legislaturas de México, la cual termina el 31 de agosto, y de Estados Unidos.
No obstante, afirmó que de lograrse un pacto a finales de mayo, un TLCAN renovado aún podría ser aprobado por la actual legislatura estadounidense, lo cual fue confirmado por el propio Paul Ryan, quien admitió el jueves que el plazo del 17 de mayo no era rígido.
Bajo el estatuto de la Autoridad de Promoción Comercial, el presidente de Estados Unidos debe notificar al Congreso 90 días antes de poder firmar el acuerdo.
Posteriormente, la Comisión de Comercio Internacional (ITC, por su sigla en inglés) de Estados Unidos tiene hasta 105 días después de la firma para producir un estudio sobre los efectos del tratado.
Ryan sugirió que podría haber un margen adicional para avisar al Congreso de su país sobre la intención de realizar la firma, pero ello dependería de la ITC, pues ésta tendría que aceptar un plazo menor a los 105 días que tiene por ley para emitir el análisis de efectos del TLCAN.
Por su parte, Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, se mostró positivo el jueves pasado y afirmó que “hay un muy buen acuerdo sobre la mesa”, sugiriendo avances en la propuesta de reglas de origen automotrices.
Aunque no aportó detalles sobre el contenido de dicho acuerdo, su comentario fue matizado por Ildefonso Guajardo, quien le respondió que “es importante aclarar: un TLCAN renegociado que implique pérdida de empleos existentes en México es inaceptable”.
Peligro latente
Aun cuando Estados Unidos expresó su intención de mantenerse en la mesa de negociación del TLCAN, Steve Mnuchin dijo a Fox News que Trump todavía puede retirar al país del TLCAN si el resultado de las renegociaciones no es ideal desde su perspectiva.
El presidente “considera todas sus alternativas. Sólo digo que ahora estamos enfocados en negociar un buen acuerdo y que no estamos enfocados en plazos específicos. Todavía estamos lejos, pero estamos trabajando todos los días para renegociar este acuerdo”, insistió Mnuchin.
Reconoció que la opinión de las tres partes es importante, pero “nuestro objetivo sigue siendo llegar a un acuerdo”. “El presidente Trump y (el primer ministro) canadiense Justin Trudeau tuvieron una conversación muy seria. Aún estamos lejos unos de los otros, pero estamos trabajando duro todos los días para renegociar este acuerdo”, insistió. (Con información de Notimex y AFP)
Enfrentamiento, respeto mutuo o diplomacia
Jaime Rodríguez Calderón, Ricardo Anaya Cortés, Lorenzo Córdova Vianello (presidente del Instituto Nacional Electoral), José Antonio Meade y Andrés Manuel López Obrador, antes del inicio del segundo debate entre los candidatos a la Presidencia de la República Foto INE |
Enrique Méndez y Alonso Urrutia - Enviados
Tijuana, BC.
La revisión del estado de la relación de México con Estados Unidos y las posturas de Donald Trump en materia comercial, permitieron a los candidatos presidenciales definir su postura hacia Washington: desde el enfrentamiento que anticipó Ricardo Anaya, al respeto mutuo que delineó Andrés Manuel López Obrador y el ejercicio de la diplomacia, no la bravuconería, que planteó José Antonio Meade.
Y desde su estilo, Jaime Rodríguez Calderón recomendó destetarnos de los gringos e incluso expropiar Banamex al Citibank. A Estados Unidos hay que ponerle la pierna dura, quitarnos la actitud del ratón chaparro.
En las entretelas del segundo debate entre candidatos, con el tema México en el mundo. Comercio exterior e inversión, el intercambio verbal se concentró entre López Obrador y Ricardo Anaya después de que el ex dirigente del Partido Acción Nacional (PAN) rompió las reglas del debate y se acercó al candidato de Juntos Haremos Historia.
Con hojas en mano, Ricardo Anaya intentó atribuir a López Obrador la caída de la inversión extranjera directa en Ciudad de México cuando fue jefe de Gobierno. En un lance que descolocó al panista, quien se quedó mudo, López Obrador le soltó, mientras le mostraba su billetera: Voy a guardar mi cartera.
En el intercambio entre ambos, y luego de que en el primer debate Anaya presentó la carátula de un presunto libro del que todavía no se conocen ejemplares, López Obrador le presentó una tapa apócrifa: Acabas de decir que escribiste un libro. ¿Sabes cómo se llama? Las mentiras de Anaya. Y aquí hay otro capítulo: mentiroso, farsante. Anayita Canallita.
En el formato estrenado anoche, en la Universidad Autónoma de Baja California, campus Tijuana, la primera pregunta provino de Luis Ángel Amador Pérez, residente en esta ciudad. Quiso saber las acciones que prevén los candidatos para reorientar las exportaciones a países diferentes a Estados Unidos.
Rodríguez Calderón, conocido como El Bronco, se lanzó contra Trump: Compararnos con animales, a los humanos nos molesta, pero hacemos más daño con el veneno de la boca. Trump es algo de eso. Tenemos que trabajar hacia India, Corea y Japón, a Sudamérica, y hacer el comercio entre los mexicanos.
López Obrador afirmó que ante las amenazas del muro, militarizar la frontera y perseguir a los mexicanos, es preferible fortalecer la economía, con la finalidad de generar empleos en México y cerrar así la necesidad de emigrar.
Los migrantes van a buscarse la vida a Estados Unidos, no van por gusto, y estamos de acuerdo con el TLC, y debemos aprovechar la relación con EU, de amistad y respeto mutuo, indicó.
Para Anaya, el principal error que cometió el gobierno de México fue recibir a Trump durante su campaña, cuando se ha dedicado a tratar de aplastarnos.
Desde la perspectiva de Meade, no se debe aceptar ningún acuerdo que no esté basado en el respeto. No voy a permitir bajo ninguna circunstancia que se nos falte al respeto jamás. Ese es mi compromiso con ustedes.
Uno de los dos moderadores, León Krauze, cuestionó a López Obrador acerca de la autosuficiencia alimentaria y si ello provocaría, por ejemplo, medidas económicas.
–¿Y si ello comienza una guerra comercial? –insistió.
–No habrá guerra comercial. Tenemos que entendernos, cambiar las relaciones y Trump aprenderá a respetarnos, esto te lo puedo garantizar.
En su réplica, Meade sostuvo que cuando en abril el Senado avaló el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico, la bancada de Morena, a la que calificó de secta, votó en contra.
López Obrador reviró: El debate es para atacarme. Es obvio y diría que comprensible, estamos 25 puntos arriba en las encuestas y están pensando que se van a recuperar aquí, que van a remontar su desventaja. No van a lograrlo, no voy a caer en la provocación.
A la pregunta que Krauze hizo a Meade respecto de si México debió ser más firme con Trump cuando fue canciller, contestó:
No anticipé que fuera a ganar. Muy pocos lo hicieron. Pensé que no tendría posibilidades de ganar, fue una sorpresa la elección, un escenario complejo, era difícil anticipar, pero fuimos claros en denunciar el racismo y la ignorancia. Con Trump se dijo que se acabarían las remesas, que se impondría un impuesto transfronterizo, redadas contra los migrantes y al día de hoy, con dificultades, problemas, las amenazas se han conjurado.
–¿Se equivocó el presidente Enrique Peña al invitar a Trump?
–Juzgado por los resultados, no. Ya se salió del TTPP, del acuerdo nuclear de Irán, del acuerdo climático de París y hoy estamos renegociando el TLC. No vamos a descansar hasta que los migrantes estén ciertos y tranquilos. No volverles a fallar.
Anaya, en cambio, se entrampó cuando le preguntaron hasta dónde llevaría una confrontación con Trump, incluso si ello implica suspender la cooperación bilateral: “A los tiranos, a los bulis, no se les apacigua, ¡se les enfrenta!”
José Antonio Meade expresó que el valor se acredita de frente, y que el día en que México no tenga miedo de hablar con un adversario que lo amenaza sin dar la cara, diga qué se espera de la relación y si después de eso las líneas rojas se han respetado, quiere decir que la diplomacia funcionó, no la bravuconería.
Otra pregunta de los electores provino de Diego Domínguez Sánchez, migrante veracruzano, acerca de si están de acuerdo en aumentar el salario mínimo para reducir la disparidad con los ingresos en Estados Unidos.
López Obrador respondió: Estoy de acuerdo en esta postura, que es la que ha manifestado en algunas ocasiones el presidente Trump. En esto coincido, aumentar los salarios en México, aquí en la frontera, al doble (del) salario mínimo. No se puede hablar de un acuerdo comercial si no se busca la igualdad en el salario.
Anaya aprovechó para responder una pulla de El Bronco, respecto de que sus hijos viven en Estados Unidos: Es mentira. Y se trata de que el trabajo esté bien pagado: aumentarlo a cien pesos y duplicarlo en cuatro años.
En el rubro de economías de protección, Meade recordó que en la década de los 80 del siglo pasado una política de economía cerrada derivó en periodos de escasez que afectó a todos.
Aquí no hay atajos. Si queremos cerrar la brecha, tenemos que dedicar más inversión al sureste. Hemos cambiado. Hoy la inversión y el comercio nos han ayudado. El comercio y la inversión ayudan. No se hagan bolas, comprar y vender a otros países nos ayuda, cerrarnos nos regresaría a 1988, no es un buen tiempo para regresar. Aquí compiten a ver quién, por decreto, fija los salarios más altos, como la época de José (López Portillo), expuso.
Anaya insistió en la afirmación de la caída de inversión en la jefatura de Gobierno de López Obrador, quien le soltó: Eres un mentiroso. Aquí hay un dato oficial: cuando fui jefe de Gobierno fue cuando más inversión extranjera directa llegó a la ciudad. Treinta y siete mil millones de dólares. Nunca en la historia de la ciudad había llegado tanta inversión, y a las pruebas me remito, porque estás acostumbrado a mentir.
El panista sostuvo que es un dato tramposo, porque incluye la venta de Banamex y Bancomer. Ahora resulta que estás muy orgulloso de venderle la banca a Estados Unidos y España, dijo.
Sin embargo, López Obrador cerró: La información que tengo es de la Secretaría de Economía. Mañana o pasado se va a saber la verdad.
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