viernes, 10 de noviembre de 2017

El Istmo, a poco de entrar en una severa crisis





En el Istmo de Tehuantepec los empresarios no tienen con quién hablar. Tras las afectaciones de los sismos de septiembre y las incontables promesas de reactivación económica para la región, lo único que han recibido son 10 mil pesos a fondo perdido. Ahora, la presidenta municipal de Juchitán, Gloria Sánchez López, no contesta el teléfono, el gobernador Alejandro Murat no ha concretado el compromiso de reunirse con ellos y el delegado de la Secretaría de Economía federal, Adolfo Toledo Infanzón, aunque amable, les ha dicho que las vías de comunicación son los gobiernos municipal y estatal. Mientras se deciden a escuchar sus demandas y propuestas, acusan líderes empresariales de la región, las autoridades se niegan a aceptar que en unos meses la crisis económica en el Istmo será grave.

Juan Gilberto Prado, dirigente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Juchitán, advierte que la falta de atención de las autoridades ha generado una doble afectación, primero por la pérdida del patrimonio y, segundo, por las complicaciones para reconstruir. Hoy, a pesar de haber recibido la primera de cuatro ministraciones de recursos, quienes perdieron totalmente su vivienda enfrentan desde encarecimiento de los productos hasta precios diferentes por municipio. Hoy una tonelada de cemento cuesta 2 mil pesos en El Espinal, en Juchitán entre 2 mil 800 y 3 mil. Los distribuidores del Espinal no pueden vender a los de Juchitán.

“No he podido entablar la comunicación directamente con Cruz Azul para preguntar por este tema, que es algo importante para nosotros, que si los distribuidores accedieron a precios especiales, que les hagan el exhorto para que los reflejen con la comunidad y si no fue así, que les permitan entrar en ese proceso”, expresa el representante de la cámara.

La desatención del gobierno federal ha sido tan grave que pese a que le ofrecieron participar en el programa de compra de materiales, la máquina para realizar cobros con la tarjeta de Bansefi nunca le fue entregada. Los cargos para las personas que adquieren productos en su tienda de material eléctrico los realiza en la terminal de las tarjetas de crédito.

“No sé si estamos en el padrón o no de las personas que pueden recibir las tarjetas, hemos hecho ventas, se han hecho los cargos, pero no recibimos la máquina ni más información”.
Mismo escenario en Salina Cruz

En Salina Cruz se repite el escenario. Roberto López Guizar, representante de la Canaco en este municipio, admite que aunque ha habido buenas intenciones, la respuesta es poco alentadora. “El gobierno municipal verdaderamente está atado de manos, porque no puede hacer nada, no tiene ni recursos para ellos, el palacio municipal está caído, muchas dependencias con las que trabajaban no están operando”, expresa.

Su alternativa, agrega, es seguir exigiendo atención a los gobiernos, a su demanda, para que haya una condonación general de impuestos y para que ofrezcan créditos blandos que eviten la alternativa de la deuda.

“Queremos un préstamo, no estar pidiendo que nos regalen, para que otra vez haya flujo de dinero pero no ha habido respuesta, ahorita, como ya dieron los recursos ha habido poca fluidez, pero va a ir bajando y vamos a caer en una crisis tremenda”, asegura.

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