Arcelia Maya/REFORMA
Mujeres del Istmo de Tehuantepec empeñan sus trajes regionales para obtener recursos y sobrevivir a la contingencia que dejaron los sismos de septiembre pasado.
En esta región, el costo del vestuario regional de gala que utilizan las mujeres en las fiestas aumenta dependiendo si es bordado o tejido.
El traje bordado a mano, que es de los más caros, vale más de 15 mil pesos, mientras que el tejido con gancho cuesta al menos 10 mil pesos, en el mercado local.
Al ser empeñadas, el valor de las prendas disminuye más del 80 por ciento, pues al dueño le prestan solamente de 500 a mil 500 pesos.
La práctica de empeñar los trajes regionales se daba desde antes de los sismos, pero luego de que sus trabajos fueron suspendidos por desastres naturales las mujeres han visto como alternativa empeñar su ropa.
María Sánchez Rasgado, vendedora de mariscos y cuya vivienda resultó afectada por el temblor del 7 de septiembre, acudió a tres casas de empeño a valorar un traje regional que compró para lucir en la boda de su hijo.
Las prendas elaboradas de manera artesanal le costaron 10 mil pesos y en la casa de empeño le prestaron mil 600 pesos.
La madre soltera contó que le urge el dinero para poder activar su negocio y solventar los gastos de su familia.
"Viendo la situación en la que estamos y así las casas de empeño quieren acabar a uno", reprochó la damnificada.
Virginia Sánchez Rasgado, vendedora de tortillas, comentó que ella se quería quedar con su ropa, pero al no tener dinero prefirió empeñar una blusa.
A la mujer le ofrecieron 100 pesos, por eso decidió al final no hacerlo.
Olga López López, vendedora de gelatinas, expuso que por su blusa le ofrecieron 250 pesos y sí la dejó empeñada.

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