A lo largo de la historia se ha comprobado que el agua, el fuego y la sangre purifican a las personas, a las familias y a los pueblos. Es nuestra convicción personal racionalmente fundada y así lo prueban los huracanes y el reciente terremoto.
Las torrenciales lluvias y el movimiento sísmico que han arrasado prácticamente con todo en las diversas regiones de Oaxaca, particularmente en el Istmo de Tehuantepec, destaparon la cloaca de la corrupción en materia de obras públicas federales y locales.
Los niveles del escandaloso saqueo del gobierno coalicionista PAN, PRD. PT, MC, encabezado por Gabino Cué Monteagudo y su mafia de rateros, rebasan con mucho las cotas de los gobiernos priistas. Pero también la impunidad.
La mayor crisis se observa en la red hospitalaria del sector salud con casas de salud, clínicas y hospitales pésimamente construidos, sin equipamiento ni personal médico ni de enfermeras, mucho menos abasto suficiente de medicamentos.
La razón principal es el saqueo del multimillonario presupuesto del Sistema de Protección Social en Salud del Estado de Oaxaca, ampliamente conocido como Seguro Popular, y de los propios Servicios de Salud de Oaxaca.
A ello se suma de manera preponderante la prostitución de los diferentes sindicatos del sector salud, cuyos dirigentes ‘charros’ y ‘democráticos’ contribuyen al saqueo de los siempre insuficientes recursos.
Éstos dirigentes han convertido a los cinco sindicatos que sangran a los Servicios de Salud de Oaxaca en mafias familiares, como lo probó el hecho que la hija de Germán Tenorio apareciera en la nómina como ‘aviadora’.
No es el único caso de corrupción en los SSO, desde luego, porque lo mismo ocurría con la hija de su abogado, a quien también benefició como ‘aviadora’ el ex secretario de Salud todavía preso con una plaza.
Indispensable es advertir que el encarcelamiento de Germán Tenorio Vasconcelos ‘está prendido con alfileres’, toda vez pues aunque se han integrado once expedientes en su contra el delito imputado en su contra, abuso de confianza, no es grave y pronto podría salir libre.
Está ya de suyo grave situación se complica con la infiltración de los milicianos del Frente Popular Revolucionario (FPR) en el Sindicato Independiente de Trabajadores de Salud que convierten al sector saluden una bomba de tiempo.
Como es lógico y natural, tampoco, se tuvo el cuidado de dar mantenimiento preventivo, adecuado y oportuno a viejos inmuebles como el Hospital Regional Macedonio Benítez de Juchitán, que solo han sido ‘parchados’.
No obstante esta dramática situación que vive el Istmo de Tehuantepec, no es necesario ir a las ocho regiones del Estado por casos concretos del pésimo estado físico y operativo de los hospitales de los Servicios de Salud de Oaxaca.
El Hospital General Dr. Aurelio Valdivieso en la capital oaxaqueño es claro ejemplo de ello.
Las caminos, puentes y carreteras, no escapan a la inmoralidad de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y de Caminos y Aeropistas de Oaxaca (CAO), así como del Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa (INIFED) y del Instituto Oaxaqueño Constructor de Infraestructura Física Educativa IOCIFED.
Ahí están a la vista de quien las quiera ver la pésima construcción de las instalaciones de las escuelas de los diversos niveles desde la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) hasta la más humilde escuela de instrucción básica.
El portal animalpolitico.com denunció que el gobierno compra alertas sísmicas, pero éstas desaparecen o se quedan en bodegas. Solo en Oaxaca, el estado más afectado por el sismo del 7 de septiembre, hay 3 mil 400 alertas guardadas en bodegas del estado.
Oaxaca –el estado más afectado por el sismo del 7 de septiembre– cuenta desde 2012 con 6 mil radios de alertamiento sísmico, cuya distribución hubiera permitido advertir a la población hasta con 30 segundos de anticipación sobre la inminencia de un temblor fuerte.
Sin embargo, según información de la Coordinación Estatal de Protección Civil del estado, 60% de esos radios nunca fueron distribuidos y llevan más de cinco años guardados en bodegas.
Los 2 mil 546 aparatos restantes, por si fuera poco, solo se distribuyeron en los municipios de la región de los valles centrales del estado. Por ello, Juchitán –donde murió el mayor número de víctimas por el sismo del 7 de septiembre– no tenía ni una alerta.
Como parte del sistema de alertas, Oaxaca también adquirió 13 bocinas de alto alcance para difundir la señal de advertencia ante sismos, pero éstas, tal como los radios, solo se instalaron en la capital del estado.
Aunado a ello, a finales de agosto de 2017, el portal informativo NVINoticias.com, dio a conocer que el sistema de alerta sísmica dejó de operar en Oaxaca, desde enero pasado, por adeudos del gobierno estatal con el proveedor del servicio.
Dado que el saqueo de Gabino Cué y su mafia de rateros no tiene madre, obligado es exigir al presidente Enrique Peña Nieto y al gobernador Alejandro Murat Hinojosa ¡Dejen de proteger a Gabino y a su mafia de rateros! Sus crímenes son de lesa humanidad.
Imperioso es que el presidente Peña Nieto y el gobernador Murat Hinojosa respeten y hagan respetar la ley y apoyen a las instancias ministeriales y judiciales para que se decomisen las fortunas mal habidas del ex gobernador oaxaqueño y su mafia de rateros, operada por Jorge Enrique Castillo Díaz.
José Zorrilla de San Martín Diego, Netzahualcóyotl Salvatierra López, Alberto Vargas Varela y Carlos Alberto Moreno Alcántara, entre muchos otros, se siguen cagando de risa y disfrutando su riqueza mal habida, gracias a la total impunidad de la que gozan.
Hoy por hoy, ambos gobernantes tienen la enorme oportunidad de pasar a la historia para bien, si más que encarcelar a Gabino Cué y su mafia de rateros, ponen de manifiesto su profundo respeto a la ley y voluntad política de confiscar las fortunas saqueadas de los recursos del pueblo de Oaxaca.
A cinco días del terremoto que devastó 41 municipios de Oaxaca, comenzó la demolición de la primera de 76 escuelas dañadas severamente en la entidad y las cuales serán reconstruidas totalmente.
Este martes el derribo inició en el Centro Escolar de Juchitán, la escuela más antigua y emblemática de este municipio de la región del Istmo de Tehuantepec, que atendió hasta el jueves pasado a mil estudiantes.
Durante los trabajos para dar paso a la reconstrucción, estuvieron presentes las autoridades estatales y federales, donde Aurelio Nuño, secretario de Educación Pública, informó que será presentado un preproyecto a los profesores y padres de familia, quienes aprobarán el diseño.
"Lo que nos interesa es que algo tan emblemático quede al gusto de la comunidad, que siga siendo algo muy representativo porque sabemos que esta escuela está en su corazón", aseguró.
El funcionario federal confirmó, además, que en Oaxaca resultaron dañados 402 planteles, de los cuales 76 presentan afectaciones severas, por lo cual serán demolidos para su reconstrucción total.
"Esta es la primera reconstrucción frente a este desastre. Oaxaca está de pie, Juchitán está de pie", declaró.
Sobre el reinicio de clases, reiteró se mantiene la suspensión hasta nuevo aviso en el Istmo de Tehuantepec y en instituciones de otras regiones en las que las condiciones estén críticas; para el resto del estado se reanudarán este miércoles.
Detrás de la Noticia
Alfredo Martínez de Aguilar
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