Pifias legislativas

Escaparate Político

Felipe Sánchez

No es por infamar pero, realmente, los diputados de la LXIII Legislatura del Estado, con sus constantes pifias, parecen empeñados en auto-inmolarse políticamente.

En mi entrega del pasado día dos, dije que los 18 colegios de médicos certificados que hay en Oaxaca, se sienten burlados por los legisladores que simularon un gran montaje de legalidad para la renovación Comisión estatal de Arbitraje Médico. Lanzaron la convocatoria, citaron a los candidatos para una especie de examen, les exigieron su respectiva certificación y al final no los tomaron en cuenta. Impusieron de acuerdo a sus intereses de grupo. Con esto crece la sospecha de que los arbitrajes médicos se compran y se venden.

Ayer brincaron las consecuencias. Por unanimidad, diez presidentes de colegios de profesionistas médicos en diferentes especialidades, hicieron pública una severa protesta por la irregularidad de los diputados en la designación de los nuevos miembros de la Comisión Estatal de Arbitraje Médico.

En la carta abierta dirigida al gobernador Alejandro Murat Hinojosa, a la Comisión Nacional de Arbitraje Médico, a los diputados locales miembros de la Junta de Coordinación Política y al presidente de la mesa directiva, Samuel Gurrión (como para echarles en cara sus desatinos), anunciaron que impugnarán jurídicamente los nombramientos porque “nuestras ternas no fueron consideradas” en el proceso de selección, en cambio designaron a cinco personas “ajenas a los colegios y que no cumplen con los requisitos”.

Esto quiere decir que los diputados siguen en la inercia de negociar todo, hasta los nombramientos en una comisión que tiene en sus manos una tarea tan sensible como es la de sancionar omisiones de los facultativos.

La imposición de integrantes de dicha comisión exhibe un ridículo más del poder legislativo. El desliz será atroz cuando los tribunales reconozcan, una vez más, la actuación sospechosa, tendiente al lucro, de estos diputados, sobre todo de los integrantes de la Comisión de Salud que integran Fernando Huerta Cerecedo, del PAN; Juan Vera, del PRI; Virginia Calvo López, del PRI; María de Jesús Melgar, del MORENA y Horacio Mendoza, del PRD. Todos son neófitos en medicina pero su acción es más obscena porque aunque disponen de presupuestos cuantiosos no contratan asesores expertos. Parece que tampoco leyeron la ley correspondiente. La sospecha de imposición de cinco comisionados previa negociación entre los partidos, se confirmó cuando, en el pleno, sólo ratificaron los nombres que ya habían escogido los de la citada comisión.

Así como pasa con la ley anticorrupción que no terminan de modelar porque finalmente les quitará privilegios, había evidentes resistencias entre los diputados a estos cambios, tienen en su haber varios yerros que hablan de su inutilidad. Está también la reciente decisión del Ejecutivo de vetar la Reforma electoral que aprobaron al vapor. Los exhibe igualmente su escaso trabajo legislativo. El Instituto Mexicano de la Competitividad asienta que de 500 iniciativas de ley que ha recibido el congreso de Oaxaca, sólo ha aprobado 150.

Una tras otra

Más que legislar con seriedad parece que a estos flamantes “levantadedos” gustan del show mediático. Hay que recordar lo que hicieron el mes pasado al recibir el proyecto del Plan Estatal de Desarrollo.

Contra la voluntad de la pastora tricolor, María de las Nieves García (su sueño guajiro de brincar al Senado, se esfumó) algunos diputados se impusieron y lograron que comparecieran los integrantes del gabinete. La idea era que explicaran a detalle, los planes y el monto de dinero público que destinarán para inversiones prioritarias de acuerdo al PED, pero no se cumplió cabalmente. La mayoría de los secretarios comparecieron pero los diputados de cada comisión, extraviados del tema, no pudieron ahondar en las explicaciones. La presencia de los altos funcionarios sirvió sólo para su lucimiento político y para los aplausos.

La idea no gustó a doña Nieves pero tuvo que aceptar porque en la bancada del PRD le advirtieron que de aprobarse el Plan de Desarrollo al vapor, sin análisis y sin el consenso de todas las bancadas en el Congreso, habría riesgos.

La coordinadora del PRI no tuvo alternativa cuando el perredista Carol Altamirano, por ejemplo, le reiteró que únicamente con el consenso general del Congreso, caminaría la aprobación del PED. En caso de una imposición mediante el mayoriteo grotesco del PRI, “podríamos llevar una controversia ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación y eso equivale a una parálisis gubernamental”.

Finalmente, la semana pasada, el PED se autorizó en medio de dudas y discusiones.

Pero aquí no termina el mal fario de esta 63 legislatura que ya se cuelga la medalla como la peor en la historia de Oaxaca. La frustración total será cuando estos diputados borren de la constitución el “juicio político”. Y en esas andan aunque el Ejecutivo ya se les adelantó con la anulación del fuero constitucional que significa que todo alto funcionarios público, desde el gobernador, puede ser sujeto a proceso legal si comete algún delito.

El salto del chapulín

Vaya, escándalo que viven hoy al interior del Colegio de Notarios Públicos de Oaxaca, donde sospechan complicidad y tráfico de influencia del presidente Marcial Pérez Hernández.

Un buen número de miembros de este Colegio, promovieron el amparo de la justicia federal contra “la ilegalidad” en la concesión de 8 fíats a titulares y 10 a auxiliares, que otorgó Gabino Cué, al margen de lo que ordena la ley.

Uno de los notarios colegiados me dice que el amparo es contra la decisión del gobernador, de su secretario General de Gobierno, del Consejero Jurídico y del presidente del Colegio, Marcial Pérez. A este último por avalar un procedimiento que se hizo al margen de lo que ordena la ley. Entre los beneficiarios de las nuevas patentes, está la abogada Elsa Angélica Alejo Torres, hermana del entonces consejero jurídico. Además de estos vicios, no se sujetaron al cumplimiento de exámenes, convocatorias abiertas, etc.

El amparo es para que esos fíats se invaliden. En caso de ganar el juicio sentarían precedente.