miércoles, 16 de agosto de 2017

Organizaciones sociales de Oaxaca, al filo del crimen

Nadia Altamirano 

Crecen las organizaciones sociales que amenazan,toman instalaciones y hasta incurren en actos violentos para intentar "doblar" al gobierno. leyenda
JAVIER JARQUIN

Las organizaciones sociales, generalmente violentas, sobre todo las relacionadas con el sector del transporte, han mutado en sus métodos de lucha. En algunos casos se benefician de la impunidad que obtienen al ser aliados electorales o grupos de choque del gobierno, generando conflictos e inseguridad social que se agravan por la falta de una política que atienda éstas problemáticas.

En vez de que las instancias de gobierno encaucen y solucionen los conflictos, éstos se posponen o simplemente “se administran”. Esa es la visión que comparten los sociólogos e investigadores Víctor Leonel Juan Martínez e Isidoro Yescas Martínez.

El descontento social que el Frente Popular 14 de Junio ha propiciado en la zona aledaña al basurero en la Villa de Zaachila, o en la colonia Reforma Agraria de Santa Cruz Xoxocotlán, sólo se explica en la radicalización de métodos de lucha que se combinan con lo que utiliza el crimen organizado.

El analista político, Isidoro Yescas, señaló que después del conflicto político social del 2006 empezaron a prevalecer organizaciones cuyos líderes “se presentan armados a negociar con el gobierno o recurren a la amenaza o agresión física de la ciudadanía y sus adversarios”; el conflictó social fue generado durante el sexenio de Ulises Ruiz, tras el intento de desalojar el plantón que la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) mantenía en el Zócalo.

El Frente Popular 14 de Junio y el Sindicato Libertad son los ejemplos que utiliza para referirse a las organizaciones, en su mayoría ligadas al transporte, que se consolidaron en el sexenio pasado y que para, el cambio de gobierno, se convirtieron en aliados electorales, gozando ahora de impunidad, “se sienten protegidos y pretenden tomar el control de ciertos espacios”, como lo es la agencia Vicente Guerrero y las colonias aledañas al basurero situado en el perímetro de la Villa de Zaachila.

La descomposición social es tal que “están en los linderos de acciones delictivas” y obliga al gobierno del Estado a romper alianzas de manera “parcial”. De no ser así, las órdenes de aprehensión contra el líder del Frente Popular 14 de Junio, Francisco Martínez, ya se habrían ejecutado, analiza el investigador de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca y coautor del libro Educación, Sindicalismo y Gobernabilidad en Oaxaca (SNTE 2006).

Terreno farragoso

El investigador, Víctor Leonel Juan Martínez, solicitó tener cuidado con la valoración del movimiento social en Oaxaca porque es un campo muy heterogéneo, entre organizaciones y grupos que no necesariamente son parte de una lucha por demandas de la ciudadanía, sus agremiados o la población.

En el vasto campo de acción del movimiento social hay organizaciones que están en la frontera de un verdadero liderazgo, las que son un agente de clientelización y coorporativismo en la intermediación ante el Estado u organizaciones de transportistas, mototaxistas o taxistas con demandas particulares, cuyas pugnas causan graves daños a la ciudadanía.

El investigador huésped del Centro en Investigaciones y Estudios en Antropología Social (Ciesas) Pacífico Sur, sólo se explica esta conflictividad en la anuencia y complicidad de las autoridades que no sólo permiten que germinen los conflictos sociales al auspiciar “la constitución de liderazgos clientelares”, sino que los administra y complejiza su posible solución.

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