En Oaxaca, hasta cuatro bloqueos al día; caso único en el país

Jaqueline Robles

Ciudadanos de la capital oaxaqueña se encuentran indefensos ante las manifestaciones, bloqueos y daños que les ocasionan organizaciones sociales y políticas.

MARIO JIMENEZ LEYVA

Al menos cuatro bloqueos se registran diariamente en la capital oaxaqueña, con lo que se afecta el libre tránsito a cerca de 800 mil personas que habitan o acuden a ella por cuestiones laborales, informó el comisario de Policía Vial de Oaxaca de Juárez, Felipe Reyna Romero.

Al agudizarse el problema de los bloqueos, dijo, se distrae la actividad principal de los elementos de esa corporación poniendo en riesgo la seguridad vial de la plantilla escolar de al menos 30 instituciones educativas y de los transeúntes y conductores en los principales cruceros de la ciudad.

Reyna Romero, se dijo preocupado por el crecimiento en el número de bloqueos que se registran diariamente y que en promedio van de tres a cuatro en los últimos meses, situación que obliga cotidianamente a reorganizar las acciones operativas de esa corporación.

“Para poder atender los congestionamientos que generan este tipo de obstrucciones, distraemos a nuestra gente que debería estar combatiendo la doble fila y cuidando el paso del alumnado de las escuelas, entre otras tareas; lamentablemente esto sucede cada vez más seguido en la ciudad y el equipo humano con el que contamos resulta insuficiente”, dijo.

Tan solo este lunes, la ciudad se desquició por el asalto a las calles cometido por el magisterio oaxaqueño, transportistas de la CTM, comerciantes del Mercado de Abasto y padres de familia en distintos puntos de la ciudad.

En cada turno, la Policía Vial cuenta con 50 efectivos aproximadamente entre elementos de tierra, patrulleros y motopatrulleros, insuficientes de por si para atender las necesidades de protección vial, por lo que el jefe de la institución manifestó su preocupación y llamó a las organizaciones a no dañar más a la comunidad, pues estas acciones sólo provocan el rezago económico, el daño patrimonial de terceros y la sana convivencia social, concluyó.

¿Quién podrá defendernos?

En total indefensión viven los habitantes de la capital oaxaqueña, al no existir un marco legal adecuado que meta al orden a grupos que, amparados en su “derecho constitucional” a la libre manifestación de ideas, intensifican cada día su presión al gobierno, mediante el bloqueo a las principales arterias, tomas de oficinas públicas y el secuestro del primer cuadro de la ciudad.

Pero aún más, ante la posibilidad de que se apruebe una ley que regule las protestas en la entidad, organizaciones como la Sección 22, del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), amagan con radicalizar sus acciones.

Legislación

De los documentos legales que amparan a los oaxaqueños, el Código Penal para el Estado apenas refiere en su Título Tercero, Capítulo I, Artículo 169 , Fracción III, que se impondrán de tres días a cuatro años de prisión y multa, así como de cincuenta a quinientos pesos, al que, para detener los vehículos en un camino público, ponga algún estorbo o cualquier obstáculo adecuado,es decir, obstaculice el paso o bloquee.

La ambigüedad en las leyes y el que no exista una específica, objetiva y puntual en el tema, ha motivado a que en distintas legislaturas se hayan presentado iniciativas de Ley que regulen las manifestaciones que se realizan en la entidad y así impedir la afectación a terceros.

La más reciente, fue presentada por el diputado local, Juan Mendoza Reyes, en la que se expuso la problemática a la que se enfrenta la población cada vez que algún inconforme pretende resolver sus demandas atentando contra el libre tránsito de la ciudadanía.

Pérdidas millonarias

Tan sólo en las movilizaciones encabezadas por el magisterio oaxaqueño en 2016, la pérdida en promedio fue de 1.7 millones de pesos al día para comercios y empresas locales, ello, sin contar el detrimento económico que padece cada ciudadano que no logra llegar a sus áreas laborales en tiempo gracias a los bloqueos.

Hoy, para transitar libremente en Oaxaca, sus habitantes y visitantes están sujetos a la decisión de grupos socio – políticos que en cualquier momento radicalizan sus acciones de presión; concurrir al zócalo de la ciudad y de un café o escuchar a la Banda de Música del Estado, es prácticamente imposible.

Son muchas las disposiciones que existen en el país y en otras partes del mundo que reconocen el ejercicio de la libertad de expresión, donde también se limitan de cierta forma, sin embargo, en el estado no existe ninguna Ley que condicione este ejercicio lo que provoca que cada vez sean mayores los abusos que se cometen bajo este pretexto contra la sociedad.