Martha Anaya
El enfrentamiento se ve venir al interior del PRI.
Eso ya les quedó más que claro a sus dirigentes, luego de más de dos meses de trabajo en reuniones y asambleas estatales preparatorias de su XXII Asamblea Nacional.
Así que decidieron tomar mayores previsiones rumbo a la cita del 12 de agosto:
-Por un lado, cambiar la fecha de la realización de las cinco Mesas de Debate –programadas originalmente para los días 4 y 5 de agosto- para 9 y 10 del mismo mes.
La intención primordial del movimiento de fechas es evitar que los grupos inconformes se reagrupen para la Asamblea del día 12 y cuenten con hasta una semana para protestar y hacerse sentir en los medios en lapso tan largo.
Ahora los priistas sólo tendrán un día de por medio entre el término de los debates en las Mesas y la realización de la Asamblea Nacional en la que habrán de votarse los cambios y decisiones a los que se llegaron.
Incluso, según comentó Arturo Zamora, es posible que se cambien las sedes previstas.
El dirigente de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP) indicó que ni él mismo tenía aún claro cómo y en dónde quedarían finalmente cada una de las Mesas.
Y es que otra de las razones que se esgrimen para estos cambios es que en fin de semana –viernes 4 y sábado 5 como se había pensado- los hoteles y salones “salían más caros”. Ajá, esa es versión oficial.
-Otra de las decisiones que tomaron fue “posicionar” otras posturas del priismo –y no dejarles todo el terreno a los grupos “rebeldes”- en relación a los temas más candentes: El candado de los 10 años de militancia para el candidato presidencial y la consulta a la base para definir a su abanderado para el 2018.
En ese marco se inscriben las declaraciones, antier, de una voz tan cercana a la de Enrique Peña Nieto en cuestiones partidarias, como la de César Camacho, en el sentido de que el candidato a la Presidencia de la República del PRI pudiera ser un simpatizante y no necesariamente un militante del tricolor, como exigen los estatutos hasta la fecha.
(Para algunos de los “rebeldes”, las declaraciones del ex dirigente del PRI apuntan no sólo a confeccionar “un traje a la medida” para un candidato, sino a dejar de lado la consulta a la base y tratar de sacar lo que llaman: “un candidato de unidad”).
En esa misma estrategia –aún y cuando ya concluyeron sus trabajos en todo el país- se inscribe la decisión de la CNOP de “fijar postura” frente al candado de los 10 años de militancia, hasta un día antes de las Mesas.
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