Por Felipe Sánchez
El anuncio público que hizo ayer el exdirigente estatal del PRD, Rey Morales, de su renuncia a su partido para saltar al Morena -donde todos los malandrines se purifican-, confirma lo que en este partido sucede desde principios de año. Se está desfondando.
El chaparrito experredista operaba oficiosamente todas las órdenes de su protector Jorge “El Coco” Castillo, señalado hoy como el gran operador del saqueo que jamás se haya dado en las arcas públicas de Oaxaca. Tan bien comulgaban en sus trapacerías que este lo llamaba tiernamente “mi rey de Monterrey”. Así solía decirle en las escuchas telefónicas que grababan subrepticiamente los fisgones. Hoy señalan que el que ordenaba el espionaje telefónico era el senador chilango Benjamín Robles Montoya. Utilizaba el software 4-G que adquirieron en el sexenio pasado y que nadie sabe dónde está.
“Mi rey de Monterrey” formaba parte de la tribu UCD con Amador Jara quien finalmente se convirtió en su verdugo; hacían equipo con el rapaz exedil de Xoxo, José Julio Antonio, Carol Altamirano y otros, hasta que el dinero mal habido los fracturó.Cuando compartían digo caminaban juntos, pusieron a Rey Morales como operador de la campaña de Estefan Garfias a la gubernatura. Las corrientes ADN del paisano Héctor Bautista e IDN del “señor de las ligas” René Bejarano y dicen que con aportación de Netzahualcóyotl Salvatierra, entregaron 50 millones de pesos para el proselitismo del candidato. Dado que entonces “mi rey” era incondicional de Amador Jara, cuentan que el dinero no llegó a la campaña. Buena parte se quedó en la chequera de Amador. Pero no sólo eso, su oportunismo digo su olfato político, los llevó a abandonar al candidato a media campaña.
Finalmente, los negocios turbios enfrentaron a estas lacritas amarillas. El desenlace lo relata “mi rey” en su página web.
Los prolegómenos de esta purga amarilla, las advertí en mi entrega del 20 de septiembre pasado.
En aquellos días, el candidato perdedor Estefan Garfias, convocó a una comida con los jefes de las tribus perredistas para analizar las causas del fracaso de la campaña y, de paso, comunicarles su deseo de entrar al relevo en la dirigencia. El convivio que casi termina como aquel emblemático “Rosario de Amozoc”, fue en la casa del excandidato a gobernador, por los rumbos de San Felipe del Agua.
Al que vieron más compungido fue al exdirigente estatal Rey Morales Sánchez. Al hablar sacó a relucir su abatimiento por dos cosas: porque no ganó su candidato y por haber perdido la oportunidad de ser Secretario. Allí señaló con índice de fuego a Amador Jara como el “gran traidor”. Lo acusaba por “no jalar parejo” pero la situación se tensó más cuando “mi rey” se atrevió a decir que “me han dicho que (Amador) pactó con José Murat”.
Fue la gota que derramó el vaso. Me comentan testigos que Amador, también ebrio, se lanzó a empujones contra Rey.
Se agudizó tanto el encono que, días después, Amador Jara expulsó a Rey de la tribu UCD que comanda. Así empezó la guerra a muerte.
Después, Paco Niño, un destacado activista del PRD en Tuxtepec, invitó a varios jefes tribales de su partido a la fiesta de su cumpleaños. Nuevamente, se encontraron en esa fiesta Rey y Amador. De igual manera corrió el güisqui y el mezcal. Y, otra vez, los dos cabecillas se vieron las caras, como queriendo pelear. Las amenazas contra Rey y su protegido Palemón Gregorio, se repetían entre los gritos de Amador.
Rey se salió de la fiesta. Estaban frescos aún los señalamientos al interior del PRD de que el mismo Amador Jara tenía que ver con la muerte de Nicolás Estrada presidente de la mesa directiva del consejo estatal de ese partido.
“Mi rey” denunció a Amador por amenazas de muerte. Éste logró que le suspendieran sus derechos partidistas. La pregunta es ¿Por qué tanto encono? En el mismo PRD hacen conjeturas. Dicen que los votantes de Oaxaca siguen siendo codiciados desde Puebla donde Diódoro Carrasco, no quita el dedo del renglón con miras a la campaña presidencial del 2018.
Quiere que Pepe Toño Estefan se apodere de la dirigencia del PRD en Oaxaca, con la venia de Amador Jara. Rey se opone y hace alianza con Raymundo Carmona y Lenin López. Hoy, Rey ya se fue.
El salto del chapulín
Como ya sabemos que la mafia no perdona, el presidente municipal de Pochutla, Víctor Cruz “El Colorín”, anda, como dicen, con el Jesús en la boca. Teme por su vida. Sus negocios turbios con los capos de la CTM, en la región de la Costa, los hizo enemigos terroríficos.
Sabedor de las consecuencias que traen consigo las traiciones entre mafiosos, el mismo edil pochutleco ha dicho que “aunque me maten voy a confesar la verdad” ?Cuál verdad? ?La del presidente municipal transa o la de los mandones de la CTM?
“El colorín” es un político pernicioso que creció de la mano del senador “Cara Sucia”. De taxista acusado de robar cable de cobre fue candidato de la alianza PAN-PRD, luego saltó al PT y ahora es del Morena. Para ser edil de Pochutla, los cetemistas lo apoyaron con 30 millones de pesos en su campaña.
Al llegar a la presidencia municipal de Pochutla, lo primero que hizo fue endeudar al Ayuntamiento con 80 millones de pesos. El crédito lo pidió al Banobras supuestamente para diversas obras. Engañó a sus concejales y al pueblo. Lo primero que hizo fue compartir 30 millones de pesos de ese préstamo a los capos cetemistas pero estos quieren más.
Aunque “El colorín” maneja un presupuesto de casi 200 millones de pesos, no ha resuelto problemas serios como el tiradero de basura y está enfrentado con casi todos sus concejales. No acepta la menor observación.
Lo rescatable de “El colorín” es que se puso a disposición de la PGR “para que nos investiguen”. Se refiere a los capos de la CTM y él mi
smo.
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