sábado, 29 de julio de 2017

Por obras, reducen cirugías a la mitad en Hospital de Especialidades Oaxaca

Nadia Altamirano 

Limita servicio el nosocomio de tercer nivel

La remodelación del nosocomio ha propiciado que la prestación de servicios se reduzca hasta en un 50 por ciento
EMILIO MORALES PACHECO
En vez de destinar recursos a la compra de insumos, en 2016 iniciaron una serie de obras de remodelación
EMILIO MORALES PACHECO

Los trabajos de remodelación que desde 2016 se realizan en el Hospital Regional de Alta Especialidad de Oaxaca para acreditarlo ante la Secretaría de Salud federal, y brindar así servicios a usuarios del Seguro Popular que le permitan allegarse de recursos económicos, paradójicamente ha propiciado que la prestación de servicios se reduzca hasta en un 50 por ciento.

Personal médico consultado por NOTICIAS denunció que en vez de destinar recursos a la compra de insumos, en 2016 iniciaron una serie de obras de remodelación “innecesarias”, lo que ha propiciado que no se destinen recursos a insumos y ha propiciado que poco a poco se dejen de prestar servicios como el de hemodialisis, o las cirugías bariátricas y laparoscópicas.

Las remodelaciones empezaron en el área de hemodinamia, donde se realizan los cateterismos para el corazón y el cerebro, procedimientos que quedaron suspendidas alrededor de seis meses. A la par se adecuaron tres de cinco quirofanos, reduciendo en un 60 por ciento el número de cirugías.

El piso del estacionamiento se reencarpetó y a finales de 2016 se concluyeron obras en el área de terapia intermedia que presenta fallas, en tanto la remodelación en terapia intensiva no ha terminado. En el segundo semestre de 2016 se remodeló el área de hospitalización norte o quirófanos, y en los tres meses y medio que duraron las obras se rechazaron pacientes en las 30 camas censables con que se cuentan. Lo mismo ocurrió los cuatro meses siguientes cuando se remodeló el área de hospitalización sur.


Faltantes

Hace 3 años, en 2014 el hospital ejerció un presupuesto de 64 millones de pesos para material de curación, pero el incumplimiento en los procesos administrativos dio pie a que ese recurso se fuera recortando hasta 50 por ciento y exista una larga lista de faltantes que no se surten desde hace un año.

Destaca la falta de guantes estériles y no estériles de todas las medidas; equipos para infusión; tiras reactivas para la laeucemia capilar; líneas de transferencia; esponjas hemostáticas; cera para hueso; tubos endrotraqueales o satín hemostático.

Tampoco hay sutura ni cotonoides para neurocirugía; en vez de sondas de silicón –material recomendable en largas estadías de pacientes– sólo se tienen sondas de látex. A falta de alcohol de 70 grados, el de 96 grados que sí han surtido es “rebajado con agua destilada”.

Son alrededor de 20 millones de pesos lo que personal médico estima que se requieren para enfrentar esas carencias que impactan negativamente en la operatividad del nosocomio con capacidad para 60 camas censables, por lo que en siete meses la productividad cayó en un 50 por ciento.

Gasas, jeringas, agujas, equipo de venoclisis, cánulas de traqueo y sondas nasogastricas o foley son algunos de los insumos que en determinadas cirugías tienen que costear las y los usuarios a quienes, por más bajo que sea el monto, todo se les cobra.

Ese es el caso de Indulgencio Hernández, un campesino que por problemas de “piedras” en el riñón se gastó en tres días los ingresos de tres meses, sobre todo porque carecía de seguridad social y nunca consideró importante afiliarse al Seguro Popular.

A él el tres días de hospitalización le costaron mil 340 pesos y la colocación de una sonda (nefrostomía) 8 mil 466 pesos. Al sumar los estudios de laboratorio, un electrocardiograma y una radiofrafía de tórax terminó pagando 14 mil 33 pesos, muy similar a lo que le hubieran cobrado en un servicio médico privado.

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