Carlos Javier
Susodichos maestros y algunos exiliados de Zaachila, han tomasdo el Zócalo como un albergue.
ROMÁN CARLOS VELASCO
|
Los 13 días que lleva el supuesto "campamento masivo" que la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) instaló en el zócalo capitalino desde el viernes 14 de julio, está conformado por un aproximado de 30 docentes que conviven entre carpas, lonas y algunas tiendas de campaña donde incluso duermen infantes menores a los dos años de edad.
El primer cuadro del Centro Histórico aún es utilizado como albergue y patio de manifestaciones en contra del municipio y el Gobierno del Estado; las protestas están mezcladas y el poco impacto que tuvo la convocatoria magisterial sólo deja ver a un pequeño grupo de maestros rodeados por exiliados de Zaachila que todavía permanecen frente al Palacio de Gobierno.
El debilitamiento de las protestas se percibe por la presencia de decenas de vendedores ambulantes, puestos y changarros instalados, cientos de comerciantes que rodearon los portales del Zócalo y que encerraron al campamento con techos improvisados de plástico y algunas tiendas de campaña.
Las contrataciones inmediatas de los egresados normalistas, la reposición de pagos y las prestaciones de los docentes de la Sección 22 del SNTE, así como la propuesta de bilateralidad entre el magisterio y la administracion y directiva del Instituto Estatal de Educación Pública (IEEPO), fueron varias de las razones por las cuales el magisterio, en Asamblea Permanente, decidió instalar el plantón, afirmación que reiteró el secretario general de la Sección 22, Eloy López Hernández.
Las cuatro ediciones de los Lunes del Cerro concluyeron sin el aclamado boicot que promulgó el magisterio, pero después de casi dos semanas el campamento conrinúa y es compartido por los integrantes del Frente Popular 14 de Junio que aún no son reubicados, y cuyo líder, Francisco Martínez, "Don Panchito", aún sigue prófugo y ya es buscado hasta por la Interpol.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario