miércoles, 17 de octubre de 2018

Templo Mayor (Columna).



¿MILAGRO o montaje? Bastó con que Andrés Manuel López Obrador dijera que iba a democratizar el sindicato petrolero para que, por arte de magia, Carlos Romero Deschamps se transformara y Roberto Campase pusiera a chambear.

CUENTAN que el secretario del Trabajo, tras escuchar el divino verbo, se puso en contacto con el líder del STPRM para advertirles que, ahora sí, las elecciones seccionales deben hacerse conforme la norma constitucional que exige voto libre y secreto.

¡Y, OH, SORPRESA! Romero Deschamps aceptó de inmediato eliminar las votaciones con cédula, que obligaban a los trabajadores a decir por quién votaban. Hasta ahí la historia suena muy bonita, falta ver que sea en serio.

RESULTA que el cuasi eterno líder petrolero -lleva 22 años en el cargo y se quedará otros seis- ya tiene las cosas más refinadas que la gasolina, pues adelantó las elecciones en las dirigencias de las 36 seccionales sindicales y sus respectivas comisiones de Vigilancia y de Honor y Justicia.

ESTA misma semana serán las primeras elecciones, ahí se verá si realmente hubo milagro sindical o fue puro montaje de complicidad.


VAYA BRONCA en la que se metió Martí Batres por negarse a tomarle protesta como senador al chiapaneco Noé Fernando Castañón, pues ya lo denunció ante el Tribunal Electoral.

LOS MAGISTRADOS ya tomaron cartas en el asunto y notificaron al presidente de la Mesa Directiva del Senado del juicio en su contra por presuntamente violar los derechos político-electorales del senador electo.

SI BIEN Castañón enfrenta un escándalo derivado de un juicio familiar, la realidad es que no existe impedimento legal para que asuma su escaño. Pero Batres se ha negado a tomarle la protesta, pese a que ha recibido varios oficios, los mismos que ha ignorado.

A VER si la Sala Superior del Trife no termina jalándole las orejas al presidente del Senado, ordenándole que haga lo que se ha negado a hacer.


MÁS DE un sonorense se pregunta de qué tanto hablaron, en una cafetería de Polanco, Alfonso Durazo y el polémico Alfonso González Morillas. Se trata de un personaje muy ligado al ex gobernador Guillermo Padrés y, claro, muy cuestionado por el gobierno de Claudia Pavlovich.


DICEN que el más contento con que el próximo gobierno bautice el nuevo TLCAN como T-MEC es quien lleva las iniciales de Marcelo Ebrard Casaubón.

ESO DE que MEC empiece a sonar, por aquí y por allá, se convierte en una graaan herramienta de posicionamiento mercadológico... por si se llegara a ofrecer. Pero nadie está pensando en el 2024, ¡cómo creen!

Reforma

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