A DIFERENCIA del proceso federal, en Veracruz no habrá transición de terciopelo sino un duelo de jaraneros entre Miguel Ángel Yunes y Cuitláhuac García.
LUEGO del triunfo del morenista en las elecciones, el gobernador panista se tardó algunos días pero terminó por aceptar la derrota de su hijo, felicitó al próximo mandatario y hasta ofreció reunirse con él para iniciar el proceso de transición.
LA REALIDAD es que ni uno ni otro se han acercado y, más bien, cada día parecen más dispuestos a revivir los pleitos de la campaña electoral que a realizar una entrega-recepción pacífica y en orden, como piden los veracruzanos.
UNO DE los principales roces se dio hace unos días, cuando la bancada panista sacó adelante -de forma muy apresurada- el nombramiento del fiscal anticorrupción, antes de que Morena tome el control del Congreso local. Obviamente la maniobra fue denunciada como un intento de Yunes para blindarse ante la llegada del nuevo gobierno.
Y A ESO se suma que el gobernador electo dejó de lado la cortesía y, de plano, advirtió que existen sospechas de "malos manejos" por parte del gobierno de Yunes. Así que esto se pondrá más movido que un carro alegórico en el carnaval... ¡y sin rey feo!
ALLÁ en Sinaloa no saben si tienen un paisano con muuucha suerte... o un vivales que quiere colgarse del próximo Presidente para llevar agua a su molino.
SE TRATA del empresario Carlos Cristino Sarabia Díaz, quien anda presumiendo a todo el que lo quiere escuchar sobre su cercanía y amistad con Julio Scherer Ibarra, el próximo Consejero Jurídico de la Presidencia. Y lo más increíble es que hasta está prometiendo conseguir cargos y hacer todo tipo de gestiones.
EL EMPRESARIO tiene un despacho especializado en comercio exterior, pero fue señalado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, en específico por la Oficina de Control de Activos, por supuestos negocios con cárteles de la droga.
Y AUNQUE finalmente fue borrado de la famosa lista negra y en México no existe una investigación al respecto, sería bueno saber si realmente este personaje cuenta con la venia de Scherer Ibarra para andar ofreciendo sus "servicios".
EL PERREDISTA Manuel Granados tuvo que echar mano de sus zapatos de plataforma para salir corriendo de la reunión de la dirigencia nacional, pues Jesús Humberto Zazueta comenzó a reclamarle a grito pelado.
EL ENCUENTRO era para analizar el pésimo resultado electoral obtenido por el PRD, pero las cosas se pusieron calientes porque Granados más que rendir cuentas, quiere pedirlas.
Reforma
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