San Bartolo, Huatulco y Jalietza dijeron ¡Basta al plástico!, son municipios limpios en Oaxaca.

Conscientes de eliminar desechos para proteger el medio ambiente

Estos municipios son ejemplo de comunidades en pro del medio ambiente.

Citlalli Luciana 

Cada vez son más los municipios de Oaxaca establecidos como modelo de manejo y reducción de basura.

San Bartolo Coyotepec, Santa María Huatulco y Jalietza dijeron ¡basta! al uso de unicel y bolsas de plástico; Zaachila estableció un mecanismo de separación de basura lo mismo que Totontopec Villa de Morelos.

“Son las comunidades quienes tienen mayor conciencia sobre el cuidado del medio ambiente. Hay una gran diferencia con la ciudad porque la gente aquí no está vinculada con la naturaleza”, señaló Regina Guzmán Gómez, del colectivo Econciencias el cual realiza acciones de recolección de material reciclable en la ciudad.

La separación de la basura es primordial para iniciar con el cambio.

La labor, realizada por tres personas, le ha permitido dimensionar la magnitud del problema de contaminación por plástico, pet y unicel. “Tenemos que buscar medios alternativos para disminuir el uso de estos materiales”, señaló.

Tan sólo, de acuerdo con el diagnóstico elaborado por el municipio de Santa María Huatulco revela que diariamente son utilizadas 15 mil bolsas de plástico al día, de la cuales, un porcentaje termina en el mar como causa de muerte de la fauna que ahí habita. La ruta marcada para evitar el daño, es evitar el uso de estos materiales.

En municipios como Santo Tomás Jalietza, por ejemplo, la instrucción pública es que al hacer las compras en el mercado, las personas lleven sus morrales o canastos para transportar sus productos. Además, de reducir la cantidad de basura, determinaron establecer multas de 10 salarios mínimos para quienes quemen basura o la tiren en la calle.

Tiempo atrás, de acuerdo con el recuerdo de personas mayores de 70 años, la basura era menor porque elementos orgánicos como hoja de plátano, totomoxtle o palma, se usaban en las queserías o carnicerías para dar a los clientes sus productos, con el paso del tiempo quedaron desplazados por bolsas y unicel.

Además del daño al ambiente, destacó Regina Guzmán, afectan la salud de la poblaciòn en general. “Al final de cuentas la basura plástica que por lo regular no tomamos en cuenta tarda en degradarse y desprende químicos que se filtran en los mantos acuíferos como el bisfenol que se está vinculando con la proliferación de cáncer y esterilidad en los hombres”, declaró.

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