La situación de los derechos humanos en México no ha mostrado mejoras durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, alertó un reporte de la London School of Economics (LSE).
La universidad británica fue contratada por la Unión Europea (UE) como consultora independiente para evaluar y proyectar el impacto de la modernización del Acuerdo Global entre México y el bloque europeo en diversos ámbitos, incluido el de las garantías individuales.
"Desde 2013, la Administración de Peña Nieto no ha sido capaz de hacer progreso significativo en derechos humanos, al tiempo que pelea la guerra contra las drogas e intenta mejorar los resultados económicos y reducir la desigualdad.
"Algunos observadores argumentan que el problema está incrustado en la democracia mexicana y en la gobernanza inadecuada, dado que el Gobierno se centra sólo en los resultados a corto plazo", señaló el reporte.
La LSE indicó que el País continúa sufriendo importantes violaciones de derechos humanos, incluido el respeto inadecuado del derecho a la vida, aun cuando desde 2011 incorporó los tratados internacionales de derechos humanos en la Constitución.
"Muchas personas en México no se sienten seguras. Muchos miembros de la Policía, investigadores criminales, fiscales y jueces son corruptos, están mal capacitados y a menudo carecen de recursos suficientes", alertó.
"La impunidad sigue siendo un problema importante y el crimen organizado se ha infiltrado en los Gobiernos locales y estatales. Los mexicanos están respondiendo a la corrupción gubernamental y a la gobernanza inadecuada con desconfianza y frustración".
"Organizaciones de derechos humanos como Freedom House, Amnistía Internacional y Human Rights Watch, así como observadores internacionales como la CIDH, temen que México pueda estar retrocediendo en su voluntad de proteger los derechos humanos específicos y mejorar el Estado de Derecho", indicó.
Según el documento, la renovación del Acuerdo Global entre México y la Unión Europea (UE) podría derivar en mejoras en la materia si se incluyen objetivos específicos.
En ese sentido, retoma la experiencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que ha ayudado a los mexicanos a exigir sus derechos laborales y ha puesto de relieve la gobernanza de México.
"Sin embargo, también observamos que los Estados Unidos y Canadá tuvieron una gran influencia como vecinos y principales socios comerciales. A pesar del tamaño del mercado de la UE y del interés de México en expandir el comercio con la UE, la UE puede no tener esta influencia", advierte.
La proyección final de posibles impactos en derechos humanos del nuevo Acuerdo se hará en un informe posterior; sin embargo, es muy probable que éste no sea tomado en cuenta, pues México y la Unión Europea se encuentran en la fase final de las negociaciones.
Silvia Garduño/REFORMA
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