Si tienes una de las 76 millones de líneas de banda ancha móvil o formas parte de los 16 millones de accesos a banda ancha fija que existen en México, debes saber que ya se trabaja en las reglas para que puedas descargar y/o cargar más rápido tus datos.
Esto porque el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) trabaja en lineamientos para que los proveedores de servicio cumplan con parámetros mínimos sobre la velocidad para hacerlo.
Sin embargo, de acuerdo con analistas, las velocidades propuestas en el anteproyecto que trabaja el IFT deben ser elevadas, pues éstas se encuentran por debajo de propuestas internacionales y en los próximos años podrían quedar obsoletas.
En el documento del Instituto, cuya consulta concluye el 19 de febrero, se propone que para 2020 haya una velocidad de carga de 5 Megabits por segundo (Mbps) y una de descarga de 25Mbps en la banda ancha fija, pero el estándar mínimo para esa fecha en Estados Unidos se busca que sea de 100Mbps.
"Una pregunta relevante aquí es, si será oportuno fijar límites estrictos y menores a los de los países referidos anteriormente, cuando la banda ancha en nuestro País enfrenta barreras estructurales para alcanzar su plena accesibilidad y para registrar estándares tecnológicos de provisión superiores.
"A partir del escenario nacional actual resulta necesario no sólo impulsar el desarrollo de las redes de banda ancha para que sistemáticamente alcancen mayores capacidades de descarga de datos, sino también el acompañamiento de políticas públicas y de competencia para alcanzar la plena conectividad entre la población", comentó Ernesto Piedras, especialista en telecomunicaciones.
Jesús Romo, analista de Telconomia, señaló que en las redes móviles resulta más complicado cumplir con los parámetros que las redes fijas, pues influyen factores como número de conexiones por área, barreras físicas e incluso variables en los dispositivos.
Destacó que el IFT trabaja para mejorar las condiciones de calidad que recibirán los usuarios.
Dijo que además de imponer velocidades mínimas, deben ser transparentes en los resultados.
"El riesgo es que esos parámetros que estiman ahora sean obsoletos para dentro de dos años, sobre todo en redes móviles. La tecnología avanza muy rápido. Es mejor fomentar transparencia que permita a los usuarios formar su opinión", comentó.
Romo agregó que los parámetros siempre van a cambiar, por lo que es necesario ofrecer un enfoque más orientado a la transparencia.
Entre los comentarios enviados al documento se pide incluir el derecho de los usuarios para cancelar el servicio sin penalización en caso de que el proveedor no cumpla con los estándares.
Alejandro González/REFORMA
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