En 2017, Pemex importó como nunca gasolinas y diesel ante una caída histórica en la producción de ambos combustibles en sus propias refinerías.
La producción total de gasolinas en dicho año sumó 257 mil barriles diarios, la cifra anual más baja desde 1990, año a partir del que se tienen registros.
Dicha producción es 21 por ciento menor a la de 2016, cuando alcanzó los 325 mil barriles diarios, según datos de los Indicadores Petroleros.
Esto provocó que 72 por ciento de las gasolinas que vendió en 2017 fuera importada, pues entraron 570.6 mil barriles diarios de dichos combustibles y se consumieron 797 mil barriles diarios.
A raíz del gasolinazo de 2017, Pemex sufrió caídas en el volumen de ventas de sus combustibles, las cuales se vieron compensadas ante el incremento de precios.
En promedio, en 2017 vendió 3 por ciento menos en volumen de gasolinas, pues alcanzó los 797 mil barriles diarios contra los 822 mil barriles diarios del 2016.
Sin embargo, el valor de sus ventas de gasolinas fue 32 por ciento mayor, pues sumó 443 mil 50 millones de pesos, contra los 336 mil 18 millones de pesos del 2016.
El diesel vivió una historia similar, pues las refinerías de Pemex produjeron 29 por ciento menos de este combustible en 2017, al sumar 153.6 mil barriles diarios, contra los 216 mil barriles diarios del 2016.
El año pasado se importó 65 por ciento del diesel vendido en México, pues llegaron del exterior 237.5 mil barriles diarios, de los 365.5 mil barriles diarios que comercializó la empresa del Estado.
Norma Zúñiga/REFORMA
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