La detención de menores de edad armados aumentó 163 por ciento en el último año.
De acuerdo con cifras de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina (SSP), durante 2017 fueron detenidos 71 adolescentes, de esa cifra 6 fueron mujeres.
La mayoría de los jóvenes tenían entre 14 y 17 años de edad.
Los detenidos se dedicaban principalmente al robo a transeúntes, a conductores y a pasajeros del transporte público.
En 2016 la cifra de menores detenidos con armas de fuego fue de 27; el más pequeño tenía 11 años de edad y manipulaba un arma tipo escuadra frente a un grupo de amigos.
José Gil García, subsecretario de Inteligencia de la SSP, detalló que el uso que los jóvenes dan a estas armas es para cometer delitos violentos y rápidos.
Los menores de edad detenidos bajo esas circunstancias no son internados, sino sujetos a un tratamiento en libertad.
El uso de armas réplica o de fabricación casera aumentó en los últimos años.
El área de Inteligencia de la SSP ha detectado que algunas bandas delictivas comienzan a reclutar a menores y jóvenes de no más de 25 años, pues son más fáciles de manipular.
Gil García describe a los jóvenes delincuentes con la teoría del delito aspiracional, donde el ladrón busca encajar en una sociedad que cada vez lo presiona más con el consumismo.
En algunos casos, los adolescentes se involucran en homicidios pero su sanción, de acuerdo con el nuevo sistema de justicia penal, es sólo de hasta 5 años de prisión.
Augusto Atempa/REFORMA
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