martes, 23 de enero de 2018

Amnistía Internacional exhibe a México por deportaciones.



Retornar a migrantes cuya vida corre peligro en sus países de origen es una práctica habitual del Instituto Nacional de Migración (INM), denuncia Amnistía Internacional en un informe que se presenta hoy.

El organismo identifica casos de personas como Saúl, un conductor de autobús que fue asesinado en Honduras tres semanas después de haber sido deportado.

Saúl huyó a México luego de sufrir un ataque armado; solicitó asilo, pero le fue negado porque las autoridades consideraron que tenía condiciones de seguridad en su país.

"El Gobierno mexicano incumple de manera habitual la obligación que le impone el derecho internacional de proteger a quienes necesiten protección internacional y viola reiteradamente el principio de no devolución (non-refoulement), que prohíbe devolver a una persona a situaciones donde corra riesgo real de sufrir persecución u otras violaciones de derechos humanos", indica la organización internacional.

El reporte "Ignoradas y sin protección, la mortal devolución de personas centroamericanas solicitantes de asilo desde México" recoge los resultados de una encuesta realizada por AI a 500 personas migrantes entre mayo y septiembre de 2017, de las cuales 84 por ciento afirmó que no quería regresar a su país.

De ellas, 57 por ciento identificó la violencia y el miedo como la principal razón de no querer regresar, en tanto que 35 por ciento indicó como motivo de ello las amenazas personales directas contra su vida.

De las 500 personas, 297 habían sido aprehendidas en algún momento por el INM, 116 por la Policía, y 15 por las fuerzas armadas.

"Un hombre que había viajado a México para solicitar asilo huyendo de amenazas de muerte en Honduras dijo a AI que había llorado de desesperación para intentar detener su deportación, pero que los funcionarios no le escucharon ni le informaron de su derecho a presentar una solicitud de asilo y lo devolvieron sin más a su país", ejemplifica.

Indica que, aunque los agentes del INM tienen la obligación de detectar extranjeros que podrían ser refugiados, en la mayoría de los casos ignoran y humillan a las personas que solicitan asilo en respuesta a sus expresiones de temor a regresar a su país.

En 120 de los 500 casos, AI encontró que había habido devolución de personas que habían solicitado asilo de manera explícita o bien, expresaron temor por su vida en su país de origen, pero fueron ignoradas por el INM y deportadas a su país.

El informe señala que 75 por ciento de las personas entrevistadas no fue informada de su derecho a solicitar asilo en México.

Según AI, la habitual devolución de personas solicitantes de asilo no es solo una práctica negligente, sino una violación de derechos humanos que puede costarles la vida a las personas que solicitan asilo.

Indica que Honduras y El Salvador poseen extensiones limitadas de territorio donde las redes de las maras se extienden por casi todas la regiones.

"Los centros de deportación y los puntos de entrega de personas deportadas en las carreteras son lugares que a estas poderosas y violentas redes les resulta fácil localizar para desarrollar sus actividades y perseguir a personas deportadas de distintas partes del país", detalla.

Silvia Garduño y César Martínez/REFORMA

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