Grupo Olivo busca convencer a personas de la tercera edad de vender su casa a cambio de ingresos mensuales, durante 15 años, que cubrirán el valor de la vivienda y que los ayuden a llevar su vejez.
En países como Francia, cualquiera puede comprarle a una persona de la tercera edad su propiedad bajo un esquema de hipoteca inversa, es decir, el comprador se compromete a pagar cierta cantidad mensual hasta el último día del dueño del inmueble. Lo anterior, brinda un ingreso seguro al vendedor y una gran oportunidad de inversión al adquiriente.
Este modelo financiero ha tratado de ser impulsado en México desde hace algunos años por las aseguradoras; sin embargo, no han tenido grandes avances.
Con el objetivo de cambiar el panorama y hacer esta opción realidad en México, Grupo Olivo se ha lanzado al mercado, en busca de convencer a personas de la tercera edad de vender su casa a cambio de tener ingresos constantes que los ayude a llevar su vejez sin ningún tipo de complicación.
El producto que ofrece Olivo es muy parecido al de hipotecas reversibles; sin embargo, prefiere llamarle pensión hipotecaria.
A grandes rasgos, explicó en entrevista Gerardo Solórzano, director comercial de Olivo, la pensión hipotecaria permite a personas mayores de 65 años, que sean dueñas de un inmueble, vender a largo plazo su propiedad, recibiendo cada mes, durante 15 años, el pago de las mensualidades que cubrirán el valor comercial de la vivienda.
Según Solórzano, en los 15 años la empresa paga el valor comercial del inmueble. Si el dueño fallece antes de ese tiempo, el resto se entrega al beneficiario designado, y si continúa con vida tras ese tiempo, puede seguir ocupando la vivienda hasta su último día.
La apuesta de Olivo es hacerse con un portafolio de viviendas a precio actual, las cuales tras el paso del tiempo incrementarán su valor.
“Lo que nosotros ofrecemos es que esa propiedad que te costó tanto trabajo adquirir ahora te genere un ingreso y que seas autosuficiente económicamente hablando. Solo debes tener 65 años o más y tener un inmueble propio libre de gravamen”, explicó Solórzano.
El proceso de cambio de dueño es cada cinco años. Tras el paso de los primeros se hace una nueva escritura donde se estipula que Olivo es propietario de 33 por ciento del inmueble, a los 10 años tendrá 67 y tras los 15 años contará con 100 por ciento de los derechos.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, sólo 25 por ciento de los adultos mayores en México reciben una pensión vitalicia.
Milenio.
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