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Luego del puente vacacional por la celebración del Día de Muertos, integrantes de la Sección 22 del magisterio oaxaqueño, reinstalarán este lunes el plantón masivo regional en el Zócalo capitalino, para exigir a las autoridades solución a sus principales demandas.
Después de un receso, que inició el 28 de octubre y concluye este domingo, la Sección 22 determinó que sean los maestros de la Sierra y Tuxtepec los que permanezcan en el plantón del 6 al 8 de noviembre, para continuar la Región de Valles Centrales del 9 al 11 del mismo mes.
La dirigencia magisterial encabezada por Eloy López Hernández, no descartó reactivar también los bloqueos en importantes vialidades como los cruceros de Hacienda Blanca y del Aeropuerto Internacional de Santa Cruz Xoxocotlán, donde han impedido el paso a todo tipo de unidades de motor y donde han retenido unidades de empresas comerciales y de carga pesada.
La exigencia de la Sección 22 es la recuperación de espacios del IEEPO que ganaron durante años de movimiento sindical, así como el apoyo gubernamental para demandar la entrega de la toma de nota que reconozca a la nueva dirigencia sindical.
De no encontrar respuestas satisfactorias a sus principales peticiones, que además incluye la contratación automática a estudiantes normalistas y la suspensión de evaluaciones docentes, la Sección 22 amenazó con un paro indefinido de labores, cuya fecha podría determinar la próxima asamblea estatal de su movimiento.
Ante esta amenaza, padres y madres de familia se pronunciaron en días pasados contra la posición del magisterio oaxaqueño, al que exhortaron a cumplir con sus obligaciones y no dañar más allá educación de los estudiantes.
Por medio del Consejo Estatal de Participación Social en la Educación (CEPSE) y sus 30 representaciones distritales, los padres y madres de familia dijeron no estar de acuerdo en un paro de labores y pidieron que no se use la educación como rehén de cualquier negociación política.
Con las negociaciones que ha tenido el gobierno estatal con la dirigencia magisterial, los padres y madres también pidieron ser contemplados como participantes en las mesas de diálogo, “ya que en una democracia las voces de todos cuentan y la de los padres y las madres de familia debe ser escuchada”.
Después de un receso, que inició el 28 de octubre y concluye este domingo, la Sección 22 determinó que sean los maestros de la Sierra y Tuxtepec los que permanezcan en el plantón del 6 al 8 de noviembre, para continuar la Región de Valles Centrales del 9 al 11 del mismo mes.
La dirigencia magisterial encabezada por Eloy López Hernández, no descartó reactivar también los bloqueos en importantes vialidades como los cruceros de Hacienda Blanca y del Aeropuerto Internacional de Santa Cruz Xoxocotlán, donde han impedido el paso a todo tipo de unidades de motor y donde han retenido unidades de empresas comerciales y de carga pesada.
La exigencia de la Sección 22 es la recuperación de espacios del IEEPO que ganaron durante años de movimiento sindical, así como el apoyo gubernamental para demandar la entrega de la toma de nota que reconozca a la nueva dirigencia sindical.
De no encontrar respuestas satisfactorias a sus principales peticiones, que además incluye la contratación automática a estudiantes normalistas y la suspensión de evaluaciones docentes, la Sección 22 amenazó con un paro indefinido de labores, cuya fecha podría determinar la próxima asamblea estatal de su movimiento.
Ante esta amenaza, padres y madres de familia se pronunciaron en días pasados contra la posición del magisterio oaxaqueño, al que exhortaron a cumplir con sus obligaciones y no dañar más allá educación de los estudiantes.
Por medio del Consejo Estatal de Participación Social en la Educación (CEPSE) y sus 30 representaciones distritales, los padres y madres de familia dijeron no estar de acuerdo en un paro de labores y pidieron que no se use la educación como rehén de cualquier negociación política.
Con las negociaciones que ha tenido el gobierno estatal con la dirigencia magisterial, los padres y madres también pidieron ser contemplados como participantes en las mesas de diálogo, “ya que en una democracia las voces de todos cuentan y la de los padres y las madres de familia debe ser escuchada”.
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