Rosy Ramales
Germán Tenorio Vasconcelos... su delicada situación en el penal
Foto propiedad de: Milenio.com
|
El 3 de junio del año en curso fue detenido en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, Germán Tenorio Vasconcelos, Secretario de Salud en la pasada administración estatal oaxaqueña encabezada por el entonces gobernador Gabino Cué Monteagudo; e inmediatamente fue trasladado al penal de alta seguridad de Miahuatlán.
Y en prisión enfrenta el proceso penal en su contra por el delito de abuso de autoridad “cometido en perjuicio de la sociedad”, según informó en su oportunidad la Fiscalía General del Estado de Oaxaca. Y no le concedieron el beneficio de seguir el proceso en libertad.
Así que Germán Tenorio quedó entre presos considerados como de alta peligrosidad. Tanto así que le toman fotografías de día y de noche, y lo cambian de celda constantemente, según personas allegadas al ex funcionario, quien el 10 de junio del 2015 renunció a la titularidad de los Servicios de Salud de Oaxaca, casi un año antes de concluir el sexenio gabinista.
Resulta extraño que si en el penal le toman fotografías de día y de noche, las autoridades penitenciarias no se hayan dado cuenta de las condiciones en las celdas, pero sobre todo de las condiciones de salud de Tenorio Vasconcelos, quien padece una afección cardíaca, para lo cual tiene que tomar medicamentos.
El problema no es el suministro de medicamentos; se los proveen vía sus familiares y los toma. El problema es que la medicina es incompatible con drogas. Y no es que el ex funcionario consuma enervantes dentro del penal, sino que en algunas celdas no ha faltado algún preso que fume algún tipo de estupefaciente, y obligadamente el humo lo respiran todas las personas que comparten las celdas.
La situación preocupa a sus allegados porque pone en peligro la vida de Tenorio Vasconcelos, propenso a alguna reacción dañina cuando toma el medicamento para controlar su afección cardíaca y respira ese humo a fuerzas. Imagínense, ¿¡drogas en un penal de alta seguridad!?
Por lo tanto, su defensa ya presentó una queja ante Derechos Humanos por la falta de atención por parte de las autoridades penitenciarias en las condiciones de las celdas y, en consecuencia, en la salud de Tenorio Vasconcelos.
Claro, tampoco es para que lo tengan en un lecho de rosas o en una celda tipo habitación de hotel de cinco estrellas (con jacuzzi y hasta servi-bar), pero sí en condiciones adecuadas respecto de su salud.
Y no solamente por tratarse de un derecho fundamental aun cuando esté en prisión, sino porque si le hiciera, digamos, “corto circuito” la medicina con la droga que obligadamente respira en el penal, puede hasta perder la vida. Y entonces los encarcelados serán las autoridades penitenciarias y hasta el Secretario del gabinete estatal del cual depende la política penitenciaria.
¿Y LOS OTROS EX FUNCIONARIOS GABINISTAS?
La sociedad oaxaqueña está verdaderamente molesta en cómo la anterior administración estatal dejó la entidad: En desastre social y colapso económico, esto último según afirmación del propio gobernador actual, Alejandro Murat Hinojosa. Claro, quienes fueron servidores públicos gabinistas lo niegan rotundamente; sin embargo, son situaciones perceptibles.
Por ejemplo, en obra pública se notó el desastre. Incluso, el actual Gobierno del Estado en sendos comunicados avisó de la revisión del puente elevado de “Cinco Señores”, considerada como la magna obra de la administración de Cué Monteagudo, porque al parecer presentaba cierta fisura en la estructura; incluso, en determinado lapso prohibieron el paso de vehículos pesados.
Y recientemente, el 23 de junio del año en curso, se informó que “el Jefe del Ejecutivo Alejandro Murat, instruyó a la Secretaría de las Infraestructuras (SINFRA) y a la Secretaría de la Contraloría y Transparencia Gubernamental (SCyTG) una evaluación precisa y especializada que descarte irregularidades y/o anomalías en la construcción del Centro de Iniciación Musical de Oaxaca (CIMO)”.
Según el despacho informativo, en una evaluación inicial al CIMO se le detectaron “deficiencias en la interpretación del proceso constructivo” y “algunas afectaciones estructurales tanto en losa como en muros de concreto armado”.
Lo anterior viene a colación porque ni la Contraloría ni la Fiscalía General del Estado han informado cuando menos un párrafo sobre las investigaciones que se siguen en contra de servidores públicos de la Secretaría de las Infraestructuras, que encabezó Netzahualcóyotl Salvatierra, quien prácticamente se vio obligado a renunciar al cargo ante una lluvia de señalamientos y denuncias en su contra por supuestos desvíos de recursos; lo sustituyó Sergio Ubaldo Pimentel Coello.
Tampoco han informado sobre las indagatorias en contra de funcionarios de la Secretaría de Finanzas, dependencia que tuvo dos titulares: Gerardo Cajiga Estrada y Enrique Arnaud Viñas. Tan solo ha trascendido que la deuda pública del estado de Oaxaca alcanza niveles del orden de los 16 mil millones de pesos.
A finales de mayo del año en curso, se supo que “faltaba poco” para que el gobierno de Alejandro Murat Hinojosa diera resultados a los oaxaqueños en torno a las investigaciones sobre el manejo de los recursos públicos en la administración de su antecesor Gabino Cué Monteagudo, de la coalición PRD-PAN-PT y el extinto Convergencia.
Sin embargo, poco o casi nada se ha sabido.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario