martes, 29 de agosto de 2017

Comunalizar, solución al tratamiento de la basura



A grandes males, grandes remedios. A partir de la premisa que las crisis son oportunidades de crecimiento ante la crisis de la basura, Oaxaca tiene la gran oportunidad de pasar a la historia.

Ello requiere, desde luego, una enorme carga de visión y sensibilidad de las autoridades federales, estatales y municipales de los 22 ayuntamientos conurbados a la capital oaxaqueña. 

Al margen que se trata de una crisis prefabricada de 'fuego amigo' por razones político-electorales, los habitantes de la capital oaxaqueña tenemos que exigir soluciones de fondo. 

De qué estamos hablando. Convencidos que la crítica no es válida, si no es propositiva lanzamos nuestro cuarto a espadas para proponer comunalizar el servicio de la basura.

De qué se trata la propuesta. Sin ser simplista la respuesta, simple y sencillamente de buscar resolver con visión de futuro la recolección y tratamiento de los desechos orgánicos e inorgánicos.

Comunalizar el tratamiento de la basura es dar un enfoque de trabajo comunitario altamente productivo y rentable económicamente, y sobre todo, hacer corresponsable a la comunidad de la solución del problema.

Apoyamos nuestra propuesta en la realidad social, a partir de tomar en cuenta que la mayor parte de la tierra del estado de Oaxaca y en consecuencia de los 22 municipios conurbados de la zona metropolitana es social perteneciente al régimen comunal y ejidal, pero además improductiva.

El comunalismo o comunitarismo es la solución a los grandes problemas de Oaxaca y de México como tercera vía de crecimiento y desarrollo económico frente al resurgimiento del capitalismo salvaje en la globalización y la farsa pseudo democrática del populismo socialista.

El gran atractivo de este novedoso esquema ambiental es el gran negocio multimillonario que representaría para los ejidos y comunidades involucradas en el tratamiento de la basura.

Además de reforzar financieramente la operación de la empresa social con el establecimiento de tarifas diferenciadas en función del volumen de basura generado, a fin que pague más quien más desechos genere. 

Los trabajadores del Sindicato 3 de Marzo que monopolizan el transporte y recolección de basura en la capital oaxaqueña bien pudieran ser liquidados o bien, incorporados a la empresa social dejando a salvo todos sus derechos laborales.

Para ello, nada mejor que cabildear con ejidos y comunidades conurbados para comunalizar, no municipalizar, ni mucho menos privatizar este servicio estratégico en materia de salud pública.

El esquema a seguir podría ser una empresa que permitiera rescatar el esquema de economía mixta entre los sectores público, social y privado, de tipo cuatripartita con responsabilidad social de los ejidos y comunidades aportantes de la tierra para el depósito de los desperdicios metropolitanos. 

Podría estar conformada, asimismo, por el Gobierno del Estado y de los Municipios y conurbados una empresa privada nacional altamente especializada y con amplia experiencia en la generación de energía eléctrica.

A partir de la reforma a la Ley Agraria en 1992 por el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari se permite la asociación entre poseedores de la tierra social de los ejidos y comunidades con capital privado. El Consejero Jurídico del Ejecutivo podría explorar esta posibilidad.

El cabildeo y negociaciones deben ser acompañados por el Gobierno federal, a través de diversas secretarías como la de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU). 

Es indispensable la participación de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA).

No es una tarea fácil, por supuesto, sobre todo por la falta de operadores políticos en los gobiernos municipal de la capital oaxaqueña y estatal, pero de ninguna manera imposible.

Damos por descontado que el gobernador Alejandro Murat tendría que sustituir como operador político en las negociaciones al secretario general de Gobierno, Héctor Anuar Mafud.

Otro tanto tendría que ocurrir con el secretario ejecutivo del Consejo Estatal de Seguridad Pública, José Manuel Vera Salinas, por sus intereses creados en la actual crisis de la basura.

No hay que olvidar el Teniente de Navío de la Infantería de Marina Paracaidista y el secretario de Seguridad Pública han desplazado al por tercera ocasión responsable de la política interior.

Es por demás evidente, público y notorio que debe quedar fuera de las negociaciones el ineficaz secretario del Medio Ambiente, Energías y Desarrollo Sustentable José Luis Calvo Ziga.

En los 22 municipios conurbados existe la suficiente superficie en tierras ociosas que no se cultivan ni se destinarán a la producción agrícola donde establecer la planta de tratamiento.

De esta manera, con imaginación y creatividad se evitaría la presión y chantaje contra el gobernador Alejandro Murat y el presidente municipal José Antonio Hernández Fraguas.

La presidenta municipal de Zaachila ya no podría llevar agua al molino del Movimiento de Regeneración Nacional amarrando votos a favor de Manuel Andrés López Obrador.

Pero no solo Marisela Martínez Coronel ya pondría contra la pared al Gobierno del Estado y Municipal de la capital oaxaqueña, sino tampoco lo haría el dirigente de Comuna Flavio Sosa Villavicencio.

Este último pretende amarrar la senaduría por Morena manipulando a los habitantes de las 33 colonias de la Agencia Municipal Vicente Guerrero para presionar y chantajear al gobernador Alejandro Murat y al presidente municipal capitalino. 

Al mismo tiempo, el Tiradero a cielo abierto en la colonia Guillermo González Guardado dejaría de ser botín Don Panchito y su hijos, dirigentes del Frente Popular 14 de Junio, de la presidente municipal de Zaachila, Marisela Martínez Coronel, del Movimiento de Regeneración Nacional y, sobre todo, de Flavio Sosa Villavicencio, dirigente de Comuna. 

El servicio de transporte y recolección de las 1800 toneladas diarias de basura que se generan en la zona metropolitana se podría concesionar por la empresa social a la CTM y Sindicato Libertad. 

Los violentos transportistas de ambos sindicatos ya no tendrían pretexto de enfrentarse con saldo sangriento de muertos y heridos al contar con una enorme fuente de trabajo permanente.

Lo mismo ocurriría con el transporte y recolección de la basura, mediante su separación y tratamiento mediante el reciclaje y reutilización, así como de la generación de energía eléctrica, a partir de los enormes volúmenes de gas metano.

La basura orgánica podría producir miles de toneladas de composta que podrían, a su vez, enriquecer las depauperadas tierras de los propios ejidos y comunidades participantes en la empresa social que industrializara la basura.

Salvo la mejor opinión técnica de los expertos ambientales, a nuestro juicio, esta podría ser una solución integral al grave problema de salud pública de la basura en la zona metropolitana. 

Detrás de la Noticia
Alfredo Martínez de Aguilar

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