Reforma / Claudia Salazar
El informe del Imco considera esas ayudas sociales, extra legislativas, como una especie de “sedesoles legislativos”, programas sociales fuera de las funciones que tienen asignados los diputados.
Cd. de México .- Los congresos locales gastaron el año pasado más de mil 355 millones de pesos en dádivas.
Al analizar el gasto presupuestal de los congresos, el Informe Legislativo 2017 del Imco destaca que 17 de ellos destinaron recursos para actividades no legislativas a cargo de los diputados locales, y que se etiquetan como “ayudas sociales”.
Incluso nombra estos apoyos como una especie de “sedesoles legislativos”, porque son programas sociales fuera de las funciones que tienen asignadas los diputados.
Dichas ayudas significaron 15.9 por ciento del gasto total de los congresos locales durante el año pasado, destaca el documento.
“Solamente por concepto de ayuda social, la ALDF y los Congresos de Guerrero y Veracruz gastaron más de 878 millones de pesos durante 2016, cifra mayor al presupuesto aprobado para los entes de fiscalización de estas tres entidades”, cita el estudio.
El Imco señala que para garantizar la visión de poderes, las legislaturas locales deben abocarse exclusivamente a la esfera de sus atribuciones, y no a competencias de otro poder.
Al destinar los recursos para acciones de desarrollo social, se da una función ajena a los poderes legislativos, lo que constituye lo que se denomina en litera internacional el “pork barrel”, que es el uso de dinero público que los legisladores tienen a su disposición para financiar proyectos de interés local y con el fin de obtener votos, explica el documento.
“Las ayudas sociales son asignaciones que los entes públicos otorgan a personas o instituciones. No forman pate de las funciones de los legisladores”, añade.
Etiquetan reparto
En los presupuestos de los gobiernos del Estado de México y Tlaxcala, la entrega de dádivas está etiquetada.
Se reparte el dinero público a los diputados locales, con el fin de que realicen obras sociales, indica el estudio.
En el caso mexiquense, desde hace 10 años se han etiquetado 187.5 millones de pesos anuales para la atención de demandas ciudadanas, por medio del Programa de Apoyo a la Comunidad.
Ello quiere decir que cada diputado dispone de al menos 2.5 millones de pesos para ese concepto, se indica.
Este año, agrega, los recursos se etiquetaron en el artículo 24 del Presupuesto estatal, y destaca que dicho programa se orienta a la atención de las demandas ciudadanas mediante la entrega de apoyo en materiales diversos.
En Tlaxcala, en el artículo 7 del Presupuesto de Egresos, se etiquetaron 32 millones en 2016, para ser asignados a igual número de diputados del Congreso local.
“Cada diputado determina el programa para obras y acciones de infraestructura social, así como el monto que se vaya a emplear para cada acción”, refiere el informe.
El Imco advierte que los fines de los congresos locales no son caritativos ni filantrópicos, tampoco electorales ni de plataformas políticas.
“Mucho menos son supletorios a los de una dependencia de los Ejecutivos estatales en materia de desarrollo o infraestructura social”, apunta.
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