Juan Carlos Medrano
Obsesionado por obtener la candidatura de su partido, el PRI, al Senado de la República el año próximo, el actual presidente de la Mesa Directiva de la LXIII Legislatura local, Samuel Gurrión Matías, no repara en derrochar grandes cantidades de dinero para publicitar su imagen, pasearse por diversas partes del mundo y ofertarse como el “artículo de primera necesidad” que Oaxaca y sus múltiples problemas requieren para salvarla.
Ayer, en diversas publicaciones en la red social Twitter, exhibieron una vez más a quien se autodefine como emprendedor, aunque, según sus propias palabras, “ser empresario en Oaxaca es un acto de fe”.
Las críticas vertidas en contra de “Sammy” Gurrión (como le gusta que le llamen) giraron en torno a una presunta visita a la localidad francesa de Saint-Tropez, que es uno de los centros turísticos más importantes de la Costa Azul, donde el costo más económico por noche oscila en los 140 mil pesos.
Esta no es la primera ocasión en que usuarios de la red social denuncian la vida de lujo que lleva el diputado local, pues recientemente también se ventiló un viaje a la ciudad de Nueva York que realizó en compañía de una joven.
En su desmedida carrera por conseguir la candidatura, el legislador mantiene una abierta precampaña en busca de la nominación de su partido, el PRI, como candidato al Senado de la República.
Por eso, invierte grandes cantidades de dinero en el pago de espectaculares no sólo en la capital del estado, sino en las regiones. Además, semanalmente, junto con un grupo de más de 20 personas, recorre varios municipios de cualquiera de las ocho regiones de Oaxaca donde paga spots radiofónicos para anunciar su “visita” y en ella recibir todo tipo de peticiones.
Incluso, sus comunicados de prensa lo muestran como un hombre comprometido con los que menos tienen como es el caso del boletín con el título: “Jóvenes reconocen labor de gestión del dip Samuel Gurrión”.
En el primer párrafo se lee: “Samuel Gurrión es de los legisladores ideales, de los mejores que hemos tenido en el estado, afirmó el líder juvenil Jaime Enrique Laredo Toscano”. Párrafos más adelante el texto muestra a Gurrión como una “buena persona”, “Samuel Gurrión es una persona comprometida con la sociedad por ser una persona humilde y que ayuda a quien más lo necesita, tiende su mano y escucha a todos sin distinción de colores ni partidos y mucho menos ideologías, expresó”.
El exconcesionario de la Volkswagen en Oaxaca y sus hermanos David, Daniel y Saúl Gurrión, hasta hace algunos años subsistían de lo que les dejaba ser pastores cristianos, sin embargo, actualmente se erigen como empresarios en jauja y prósperos políticos.
Originario de Juchitán, Samuel Gurrión, junto con Daniel, fue catapultado a la escena política de la entidad durante los seis años de gobierno de Ulises Ruiz Ortiz.
Tan es así que hoy se define como un “empresario filántropo que comprendió cómo ayudar al desarrollo de Oaxaca”.
En una entrevista que la revista Forbes le realizó al diputado local, la publicación describe sus orígenes, “Samuel Gurrión nació en el seno de una familia sencilla, como tantas de la provincia oaxaqueña. De padres cristianos que se repartían el trabajo de ayudar a los demás en las comunidades a las que llegaban y conseguir el sustento diario para la familia, este hombre supo desde joven que para salir adelante tenía que emprender. Y emprendió”.
En esa charla, el priísta asegura que, “ser empresario en Oaxaca es un acto de fe. El 50 por ciento del año, las carreteras están tomadas por grupos políticos, lo que hace que el crecimiento del estado en el tema de negocios esté detenido. La inversión también se paraliza porque los empresarios quedamos sujetos a hacer negocios con el gobierno, porque ninguna compañía nacional o internacional se atreve a introducir su dinero en un estado con tantas complicaciones y sin garantías judiciales”.
También manifestó las dificultades que en su faceta como empresario padeció en carne propia y que, asegura, en su quehacer político ocupan un lugar primordial en su agenda. “Muchas veces me quemaron camiones llenos de mercancía y los grupos políticos me pidieron cuotas para poder dejar pasar mis camiones y abrir mis empresas.
“En Oaxaca, los empresarios también lloran porque el clima político y social que hemos tenido en los últimos años no permite que los empresarios y emprendedores puedan crecer sus proyectos exitosamente. Los hombres de negocio dependen casi únicamente del dinero del gobierno, de las participaciones federales. ¿Por qué? Con los conflictos sociales que históricamente se viven, sobre todo con el magisterio y la inseguridad, no tienen oportunidad de crecer saludablemente”, menciona Gurrión Matías.
Además, comenta de su incursión en la política, “hice un alto en mi vida empresarial, y desde que me invitaron a participar en política decidí que era importante aportarle algo a mi estado. Yo me había dedicado al sector empresarial, dejando un poco de lado el tema social, más allá del bienestar de mis colaboradores, no obstante haber crecido y formado en un estado tan pobre como Oaxaca.
“Tomé la decisión con el ideal que surgió en mi vida de niño y que se enriqueció con mi gran experiencia como empresario de Oaxaca, quise y quiero algo distinto para todos esos niños que han vivido por décadas en la pobreza; y también, para toda la clase política de Oaxaca, sobre cómo deberían ser las cosas”, agrega.
Asimismo, sostuvo sin remordimientos que “los políticos de Oaxaca tienen aún mucho que aprender. La clase política vive muy cómoda y no tiene ningún interés en solucionar la pobreza. Los políticos de mi estado, sólo llegan al poder para su beneficio personal y hacen mucho, pero para ellos, no para un pueblo tan pobre como lo es Oaxaca”.
‘Una fuerza empresarial y política’
Fue hace seis años, el 25 de mayo de 2011, cuando el Corporativo Gurrión cumplió su 25 aniversario.
David, Daniel, Saúl y Samuel, originalmente empresarios de la construcción y ferreterías, decidieron aventurarse e invertir en algunos medios de comunicación, específicamente, diarios impresos. Fue de este modo que fundaron “El Sur del Istmo” y el periódico gratuito “Adiario”, en la capital oaxaqueña.
La fuerza empresarial y política de los hermanos Gurrión fue acrecentada cuando, en sociedad con el entonces presidente municipal de Tehuantepec, Martín Vásquez, actual diputado federal, compraron “El Sol del Istmo”.
Así, el Corporativo Gurrión aumentó su poderío económico, pues de ser comerciantes locales, pasaron a ser empresarios estatales.
Las ferreterías, las agencias automotrices y las operaciones financieras de la triada David-Daniel-Samuel empezaron a aparecer y a dejarse sentir en la capital de Oaxaca.
Samuel Gurrión estuvo en San Luis Potosí, donde ofreció una buena suma por un periódico de la capital potosina, pero la oferta no prosperó. También se trasladó a Guanajuato buscando un diario que estuviera a la venta y corrió con la misma suerte.
Sin embargo, el ahora legislador local del PRI no cejó en los intentos para hacerse de un periódico fuera del estado de Oaxaca. De esta manera, en diciembre de 2009, nació en Cancún la publicación “Adiario”.
La vida de este periódico fue solamente de dos años. En 2011, los 100 trabajadores pararon la producción de la edición en respuesta a la falta de pago de 6 quincenas, según información de los afectados.
El cierre de “Adiario” en Cancún se produjo después de que los trabajadores escucharon durante 90 días la promesa de que nuevos inversionistas llegarían a solucionar el problema de liquidez.
Las aspiraciones políticas
En 2012, Samuel Gurrión dio a conocer públicamente sus deseos de convertirse en diputado federal.
Esa intención generó reacciones en Quintana Roo, especialmente en Cancún, donde los reporteros que laboraron en el frustrado proyecto editorial todavía estaban a la espera de su liquidación.
El entonces alcalde del municipio de Benito Juárez, Gregorio Sánchez Martínez, era pastor cristiano, así como David y Samuel Gurrión.
En medios periodísticos quintanarroenses se asegura que entre Sánchez y Samuel hubo una sospechosa sociedad, la cual se vino abajo junto con el periódico, después del encarcelamiento de la exautoridad municipal de Cancún, el 25 de mayo de 2010.
El proyecto sexenal
Los nexos del corporativo Gurrión con el exalcalde Gregorio Sánchez, iban más allá del periódico “Adiario”.
Desde sus empresas concesionarias de automóviles, el exalcalde Sánchez Martínez fue provisto de camionetas Eurovan.
Los vehículos eran enviados desde la agencia Volkswagen Oaxaca, concesión en manos de los hermanos Gurrión, quienes planeaban tomar el poder en Quintana Roo si el pastor Sánchez ganaba la elección de gobernador.
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